Capítulo 29

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En silencio regresamos, él no me dijo nada y yo tampoco quise hablar. Me sentía decepcionada, este día había sido horrible, me dolía en el alma haber estado esperando tanto tiempo a alguien que nunca llegó. Sufría cada vez que imaginaba un caso hipotético donde él aparecía y teníamos una tarde maravillosa, dónde me explicaba el por qué y cómo de su desmedido "amor" hacia mí.

Miles me pidió que lo acompañe de nuevo a su casa, dijo que necesitaba un abrigo más cálido que el que tenía. Esas fueron las únicas palabras que pronunció en toda nuestra trayectoria a nuestro vecindario, entendía si tal vez él sentía lástima.

Quizá me vi demasiado ingenua esperando a alguien que no iba a llegar, tal vez me vi patética cuando intentaba tragarme mis propias lágrimas y pretender que soy fuerte, quizá Anónimo esté riéndose de mí ahora mismo. La seguridad que tuve en la mañana se había esfumado, ya no me sentía bonita, no sentía que pudiera brillar, la luz que pensé que irradiaba se había apagado.

Entramos a su habitación, estaba todo oscuro, pero él encendió la luz enseguida. La recámara entera olía a su perfume. En su escritorio tenía los libros y cuadernos del instituto perfectamente arreglados. Miles siempre ha sido demasiado organizado, no deja que un bolígrafo esté fuera de su sitio. Sarah siempre lo recriminaba porque él a veces entraba a su recámara y arreglaba todo el desorden que ella dejaba.

Recorrí la habitación entera, justo así la recordaba. Cuando hacíamos pijamadas y nos reunimos todos aquí para jugar con la colección completa de videojuegos de Miles. Me detuve en su librero, estaba repleto. Todos sus libros parecían interesantes. Yo era más de leer en digital, no porque no me gustaba leer en físico, más bien gastaba todo mi dinero en ropa y cuando quería comprar algún libro me había quedado sin un solo centavo.

—¿Te gusta alguno? —Pregunta mientras busca un lugar en su cama donde sentarse.

Le dediqué una rápida mirada a cada uno de los libros.

—Me gustan todos... —Menciono leyendo esta vez todos los títulos que puedo.

Se levanta y se dirige hasta su baño, antes de adentrarse en él, desde la puerta me mira.

—Puedo prestarte uno, escoge el que quieras. —Y cerró la puerta detrás de sí, entonces aproveché el momento para escoger el libro que tuviera el título más llamativo.

Y al final encontré uno en especial, el título rezaba "Desde las sombras" y tenía una portaba bastante oscura, Mostraba lo que parecía ser un bosque a la mitad de la noche, pareciendo tan tenebroso que, de solo verlo en la imagen te provocaba escalofríos. Una chica asustada estaba en el centro, cubriendo su cabeza y con una expresión de sufrimiento que no solo se quedaba allí, lo transmitía.

No parecía ser un libro de romance o algo por el estilo, ese tipo de cosas a las que estoy acostada. Con solo mirar su portada llegué a la conclusión de que se trataba de algún libro de terror o suspenso. No era algo que yo leyera habitualmente, pero decidí arriesgarme y salir de mi zona de confort. Lo metí dentro de mi pequeño bolso, cabía a la perfección. Me sorprendí con la apariencia de sus libros, los tenía todos en perfectas condiciones, como si no los hubiera abierto siquiera. Uno que otro tenía frases subrayadas, pero nada más que eso. No había conocido a una persona tan cuidadosa como lo era Miles, seguramente sería estresante, si yo soy un tornado dentro de mi habitación y no soporto el orden excesivo. No me imagino a Sarah teniendo que vivir con eso todos los días.

Miles salió del baño, me dedicó una sonrisa y salió de la habitación, me esperó fuera para que lo siguiera.

—¿Lo has escogido? —Preguntó mientras se quitaba con dificultad el abrigo para colocarse otro más grande que ese.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora