Obsesión

Capítulo 56

Durante todo el día escuché un sinnúmero de despedidas de todo tipo, algunas bastante normales y otras muy emotivas. Los profesores se habían acercado a las aulas de clase sólo para desearnos exitosos futuros, los cuales no todos tendríamos, por desgracia.
Nos llevaron al patio central e hicieron que nos sentáramos en los graderíos, agradecí infinitamente el hecho de que no se aparecieran mis amigos en ese momento, quería un momento para mí sola, aunque después me arrepintiera de ello.

Vi que se trataba de una presentación por parte de los integrantes del equipo de fútbol y porristas, me sentí completamente vulnerable y desprotegida cuando Isaac posó sus ojos sobre mí, cuando sonrió como si no hubiera hecho nada malo, cuando me mostró esa expresión que veía cada día antes de saber que era un vil depredador.

Se creaba un gran nudo en mi garganta cuando él estaba cerca, no podía dejar de temblar y sudar. Me parecía que en cualquier momento aparecería detrás de mí, que con sus manos impediría que yo pidiera ayuda y que me llevaría a cualquier lugar en el cual nadie escuchara mis alaridos. Apenas podía pensar de forma clara, simplemente quería correr a un lejano lugar, en el cual él no estuviera.

Lo vi ayudar a Lena con algunas acrobacias, varias veces miraba en dirección a mi asiento, mientras que Lena ocultaba a toda costa su rostro. No tenía idea de si ella era consciente del daño que causó, no sabía si al menos entendía el hecho de que ella solo era un títere en manos de Isaac. Pero parecía triste, parecía avergonzada cada vez que pasaba cerca de Miles, y él le dedicaba una profunda mirada de odio. Entendía que él la odiara, que no soportara su presencia, que la culpara de que nuestra relación estuviera al borde de un precipicio. Pero no, aunque hiciera algo tan bajo, no podía culparla. Después de ser testigo de la crueldad de Isaac, no me cabía duda de que ella también sufría, de que también era un ser miserable a su lado. Aunque ella hubiera besado a mí novio, aunque ella fuera parte del plan de Isaac y lo ayudara a ejecutarlo... Lena no debía cargar con toda la culpa sobre sus hombros.

Intenté no poner más mi atención en ellos, busqué mi teléfono móvil en el bolsillo y traté de sacar de mi mente todos esos pensamientos que me llenaban de miedo. Busqué al menos la galería de fotos y traté de distraerme con las pocas imágenes que poseía. En su mayoría un Miles sonriente y feliz, que besaba mi rostro en algunas, en otras mostraba un trozo de pizza o un cono de helado a la cámara. También había capturado momentos en los que él estaba ayudando a mi madre con las compras, cuando juntos dejábamos los vegetales en el refrigerador o cuando simplemente éramos felices.

Me odiaba a mí misma por no permitir que mis sentimientos se exteriorizaran. Quería llorar al ver mi relación casi destruida, pero no podía. El llanto me atacaba únicamente en la noche, cuando a mi mente llegaba todo el dolor que estaba reprimido dentro de mí, no podía al menos dormir dos horas seguidas o comer algo sin sentir náuseas. Sin sentir asco de mí misma.

Y también lloraba porque ya nadie entraba por mi ventana, que se encontraba cerrada todo el tiempo. Me atormentaba el rostro de Miles lleno de lágrimas, parecía que escuchaba sus sollozos, aunque no estuvieran allí y sentía sus manos intentando acariciarme antes de que yo me apartara casi al instante. Varias veces tiré de mi propio cabello, mordí mi propia piel, golpeé mis extremidades. Sólo quería poder sentir algo, quería dejar de ser tan cobarde, quería poder estar con él.

Dejé de observar las imágenes en mi teléfono. Parecía que, en lugar de ayudarme a olvidar, lo empeoraban todo. Me limité a esconder mi rostro entre mis manos y esperar a que todo finalmente terminara. Ya no quería saber nada en absoluto, sólo quería huir lo más pronto posible, apenas aquella puerta principal del instituto se abriera, en el instante en que yo tuviera la oportunidad de cruzarla... No volvería jamás.