Capítulo 12

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Cuando llegué al instituto me encontré con Bianca en la entrada, mostrándome su sonrisa amplia y con unas ligas azules que decoraban sus brackets, siempre me preguntaba cómo hacía ella para cambiar sus ligas con tanta frecuencia. Esperó hasta que llegué a su lado y pasó su brazo al rededor del mío, me saludó emocionada y juntas nos encaminamos a la clase de literatura, la única que compartíamos.

—¿Cómo te has sentido? —Pregunta. —Ya sabes, con respecto a...

Se detiene a sí misma para que yo le diera una respuesta entendiendo su referencia.

—Creo que normal, hoy tengo un mensaje para él, solo espero que llegue y si no le llega pues, tendré que dejar de intentar de una vez.

Me encojo de hombros tratando de restarle importancia.

—Yo quiero ver qué mensaje le dejarás. —Se apresura a hablar.

Con una leve sonrisa llevo una mano hasta el bolsillo de mi chaqueta, saco de él un pequeño recorte del libro que debíamos leer para literatura.

Cuando se lo extendí ella lo leyó de inmediato, sus ojos se iluminaron al leer lo que ahí estaba escrito. Sé de memoria lo que decía, escogí esa frase especialmente para él, y tuve la osadía de arrancarla del libro que se supone debería presentar junto con los resúmenes. Pero sinceramente no me importaba demasiado.

En el papel estaba escrito:

"El hada cada noche esperaba a que Harry se durmiera profundamente, era ahí cuando tenía la oportunidad de contemplar su cabello, sus largas pestañas, su nariz respingada, y sus carnosos labios levemente enrojecidos.

Ella se moría por probar sus labios, aunque sea una vez, un gentil roce por lo menos y sería el hada más dichosa del mundo. Pero eso no estaba permitido, odiaba no poder hacerlo, que todas las leyes de su naturaleza se lo impidieran, orillándola a elegir entre su propia muerte o disfrutar apenas un momento de aquel chico que se llevaba cada uno de sus suspiros."

Quizá para mí "morir" como el hada sería dejar atrás todo lo que tenía, a mi novio y a mis amistades que sinceramente no significaban mucho, a excepción de Melanie que de verdad ha sido la única amistad que me dolería perder. Honestamente no me sorprendería que ella se sienta dividida si Isaac y yo llegamos a romper. A ella le importa su popularidad y el alejarse del capitán del equipo la perjudicaría mucho.

Pero, ¿sería capaz de dejarlo todo por disfrutar de un momento con Anónimo? Si lo pienso bien, él podría ser alguien demasiado graciosito que solo quiere jugar conmigo, ni siquiera lo conozco de nada como para dejar todo atrás. Pero, algo dentro de mí ser me pide a gritos que lo haga, que a mí primera oportunidad simplemente corra a sus brazos, con él mis miedos y soledad se irán por la borda.

Sí, definitivamente me encuentro en la posición del hada, sin saber qué hacer con exactitud y buscando una respuesta. ¿Dejar de existir? ¿Dejar que toda mi existencia se concentre en un solo momento? Podría ser maravilloso como podría ser una tortura de por vida haber tomado esa segunda decisión.

Bianca quedó satisfecha con el mensaje que planeaba dejarle a Anónimo, cuando leí esa parte del libro inevitablemente pensé en él, hizo de mi cabeza un lío al imaginarme a alguien sin rostro brindándome el cariño que yo necesitaba, haciendo que todos los problemas existenciales desaparezcan. Haciendo que mi vida, de alguna manera, cobre un verdadero sentido.

—¿Por qué dejarás este mensaje? ¿Acaso quieres besarlo?

Sonreí con timidez.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora