- ¿Puedo dormir con el omega dulce? - Preguntó. YoonGi le dio una mirada rápida sorprendido, pero la retiró rápidamente.
- ¡JungKook! - Le regañó su amigo. - Esa es una grosería impropia de ti.
- Pero es que huele muy bien. - Aseguró quejicoso como un niño.
- Sí, sí... - Dijo mientras subían al ascensor. - Yo también lo huelo, no pierdas los estribos. No es para tanto. - HoSeok pensó un instante. - ¿Hoy es 26?
- Sí, jefe ¿Por qué? - Preguntó otro de los guardaespaldas que rondaban la habitación.
- Todavía quedan cuatro días para su celo. No debería estar tan obsesionado con el olor del omega. - Comentó. - Vamos, tómatelo.
- Dulce. Dulce. Dulce. - Siguió Canturreando JungKook. - ¡Puaj! - Exclamó al tomar un trago de la tila. - Esto no es dulce. - YoonGi se tuvo que morder el labio para no reír. Ver a un alfa imponente como él comportándose como un bebé era bastante divertido.
- Quizá el que está en celo eres tú, precioso. - Dijo de repente el guardaespaldas que había abierto la puerta. YoonGi le miró fijamente con cara de pocos amigos. ¿Cómo se lo ocurría preguntar una cosa así de íntima? Eso no se preguntaba. El olor de un omega en celo podía taparse parcialmente con supresores, pero eso no eliminaba la fiebre y la necesidad de apareamiento que se sentía. - Yo podría encargarme de ti. - Planteó con una sonrisa asquerosa en la casa. HoSeok estaba demasiado ocupado intentando que JungKook acabase su tila como para centrarse en las palabras de uno de sus empleados.
- Usted no tiene nada de lo que encargarse, señor. - Habló YoonGi mordaz, a pesar de no poder dejar a un lado su educación.
- Basta ya. Déjalo en paz. - Pidió HoSeok por las buenas mientras volvía a ocuparse de JungKook.
- Claro. - Dijo otro de los guardaespaldas. Había cuatro sin contar a HoSeok, dos de ellos alfas. Otros dos eran betas bastante fornidos. - Creo que prefiere las atenciones del señor Jeon. Tiene mucho más dinero que ofrecerle. - Rió.
- Oh, eso es cruel. - Pronunció de nuevo el primero. Se acercó un paso a YoonGi y este no retrocedió. Se negó a darles la impresión de que les tenía miedo, pues no era cierto. - Bueno, mi señor Jeon no estará disponible esta noche, pero yo puedo complacerte mientras tanto. - Aseguró acercándose más aún a YoonGi, quien sólo se apartó cuando el alfa alargó la mano con intención de rodearle la cintura. - No te hagas de rogar. Cualquier omega clamaría por un alfa como yo.
- Será que yo no soy cualquiera. - Afirmó con voz grave. YoonGi tenía una voz mucho más baja que la que se esperaría en un omega. El alfa miró a sus compañeros y rió. - Señor. - Se dirigió hacia HoSeok. - ¿Sería posible que viniera mas tarde a recoger la taza? - Pero HoSeok aún discutía con el niño JungKook y no le prestaba atención.
- ¿Ya te quieres ir? - Fingió una expresión de tristeza. - Con lo bien que lo estábamos pasando. - Ven. - Dio un paso más rápido que de costumbre acercándose a YoonGi y tomándole por el brazo. Justo entonces, un sonido retumbó en la habitación. Y luego se hizo el silencio.
- Tú. - Habló JungKook con voz gutural. - Suéltale. - Ya no se oía como si estuviera ebrio para nada. El alfa soltó su brazo despacio, como si temiera espantar a JungKook si lo hacía más rápido. YoonGi se dio cuenta que era lo que había causado el estruendo al ver los trozos de cerámica esparcidos en el suelo. JungKook había arrojado la taza con furia contra la pared al darse cuenta de lo que estaba haciendo su empleado. - Estaba disfrutando haciendo de rabiar a HoSeok y tu denigrante actitud me ha quitado la ebriedad y la diversión de un plumazo. - Explicó llevándose la mano a las sienes. Ahora sólo le dolía la cabeza de nuevo - Vuelve a comportarte así y no volverás a trabajar de guardaespaldas. - Aseguró. - Señor Min. - Su fuerte voz hizo que el omega se tensara un poco. - Ya no hay taza que deba llevarse. - Expuso lo obvio. - Haga el favor de retirarse. - Lejos de salir corriendo como un cervatillo asustado, YoonGi mantuvo la calma. Se inclinó y se marchó caminando por el pasillo tras cerrar la puerta de la suit presidencial. Sin embargo, cuando dobló la esquina, apoyó la espalda en la pared y respiró despacio intentando calmar los latidos de su corazón. Era la primera vez que estaba con cuatro alfas y dos betas él solo en una habitación. Eso era demasiado para enfrentar, incluso para él. - ¡Y vosotros cuatro largos de aquí! No quiero ver vuestras caras. - Se oyó bramar a JungKook. En pocos segundos se escuchó la puerta abrirse y cerrarse y unas voces que se mantuvieron en la entrada de la suit.
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...