Libre para elegir

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Al llegar al partamento de HoSeok todo era un caos. La policía aporreaba la puerta pidiendo entrar en el apartamento. 

- ¡Abra la puerta señor Jung! 

- Ustedes no tienen una orden de registro. Conozco mis derechos. - Bramó HoSeok desde el otro lado de la puerta. - No pueden entrar en mi casa.

- Señor Jung, sabemos que Park JiMin está ahí dentro. Se sospecha que está siendo retenido contra su voluntad. Déjenos hablar con él.

- ¡No le he secuestrado, inútiles! - Gritó. - Ha escapado de esa horribla casa en la que le tenían encerrado para venirse conmigo. 

- Señor Jung, el señor Park JiMin es un omega educado en el CIMETEL y desposado. - Intentaron razonar con él. - Nos cuesta creer que, si su esposo ha denunciado su desaparición, él se haya escapado por voluntad propia. Sabemos que está aquí, sólo queremos comprobar que...

- Claro que está aquí. Y estaría perfectamente si no estuvieran aporreando nuestra puerta aterrorizándole haciéndole creer que se lo van a llevar. ¡Lárguense! Le asustan. 

- Quizá no esté asustado por el motivo que usted cree, señor Jung. No queremos hacerle daño. Por favor. Abra la puerta.

- ¡Ni hablar! - Excalmó. HoSeok tenía razón, los policías no podían entrar a la casa por la fuerza porque no tenían una orden de un juez. Pero podían conseguirla en no mucho tiempo, de hecho, seguro que ya la estaban tramitando. Y, cuando lo consiguieran, no entrarían de forma pacífica. HoSeok sólo estaba protegiendo a su omega y su territorio incapaz de entender que eso sólo le iba a traer más problemas.

- Agentes, mi nombre es Jeon JungKook, soy amigo del señor Jung. Si me dejan hablar con él, seguro que puedo convencerle de que hablen con el señor Park. - Una mujer que acompañaba a los policías, pero que iba vestida de paisano, se dirigió a él. 

- Soy psicóloga de la policía, señor Jeon. - Se presentó estrechándoles la mano a él y a YoonGi. - Lo único que buscamos es cerciorarnos de que el estado del señor Park es correcto. Entienda que nos resulte extraño que un omega como él haya huído de casa y se haya fugado de esa forma. 

- ¿En serio les cuesta creerlo? - Pronunció YoonGi algo indignado. - Un joven obligado a casarse en un matrimonio concertado con un vegestorio se escapa de esa vida para irse con la persona a la que ama realmente. A mí no me parece tan raro. - Expresó.

- YoonGi, así no ayudas. - Le comunicó JungKook. Por mucho que tuviera razón, el deber de los policías era imaginarse la peor situación y asegurarse de que no era cierta.

- Nos encantaría ver el mundo de forma tan romántica como usted, señor. Pero en el CIMETEL es una costumbre aceptada desposarse con alfas mayores y prestigiosos. Los omegas educados en el CIMETEL aceptan ese destino y no tienden a comportarse de forma rebelde como indicaría su teoría. - Explicó la mujer.

- Pero es la verdad. - Continuó.

- Pero su deber es corroborarlo, YoonGi. - Le dijo JungKook. - Imagina que fuera al revés y JiMin estuviera realmente retenido. 

- HoSeok jamas haría algo así.- Pronunció el omega.

- Ya lo sé. Pero ellos no lo saben, YoonGi. Déjenme hablar con él. - La policía abrió camino hasta la puerta. - HoSeok, soy JungKook.

- ¿JungKook? Dile a la policía que se vaya. Están asustando a JiMin. - Le pidió.

- Escucha, HoSeok. Sabes muy bien que no pueden llevarse a JiMin por la fuerza. Sólo quieren asegurarse de que está bien contigo.

- Claro que está bien conmigo. Yo cuido de él. - Espetó.

- Ya lo sé. Yo sé que es tu pareja y que él está contigo porque quiere, pero la policía no ve eso. - Intentó explicarle. - ¿Lo comprendes? 

Uno entre cientos [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora