- Dad la bienvenida a nuestro nuevo compañero. - Empezó diciendo la psicóloga. - YoonGi está en las primeras etapas de su terapia y hoy ha venido a escucharos y compartir su situación con nosotros. Saludó con timidez y se sentó junto a los demás. Comenzó escuchando los relatos de los demás. De una forma o de otra, todos los omegas allí reunidos habían tenido algún tipo de problema debido a su condición propia de omega. Uno de ellos había sido acosado en el trabajo repetidas veces. Otra tenía el mismo trauma que él con los S.E.A. debido a que una infancia difícil. Otro de los omegas había sido abandonado por su esposo y se había quedado solo con un hijo en camino.
Después de escuchar todo eso, YoonGi no consideró que su vida hubiera sido tan problemática como la de los demás, así que se sintió aún más tímido.
- YoonGi, es tu turno. - Le invitó la psicóloga. - Hemos escuchado las historias de tus compañeros. Ahora te escucharemos a ti.
- Bueno... yo... No creo que mis problemas hayan sido tan graves como los de mis compañeros. - Empezó diciendo como si quisiera avisar o librarse de las miradas acusadoras.
- No juzgamos lo grave que hayan sido los problemas de unos o de otros. Lo que tratamos de hacer es aprender a lidiar con las consecuencias que dichos problemas han tenido en nosotros. Un mismo problema puede ser una minucia para una persona y el fin del mundo para otra. - Explicó la psicóloga.
- Siempre me creí más fuerte que los demás. - Rió irónico e incómodo. - Supongo que no era cierto.
- YoonGi, ¿qué hemos hablado sobre menospreciarte a ti mismo? - Le preguntó la psicóloga. - ¿En qué te ayuda tratarte así? - YoonGi bajó la cabeza como un cachorro regañado.
- Cuéntanos. - Le pidió con cariño una de las omegas presentes. Una de las que más tiempo llevaba allí. - Nos gustaría conocerte. Eres joven y seguro que tienes puntos de vista interesantes. - Le sonrió. YoonGi miró dudoso a los demás y no les sintió como una amenaza. Tomó algo de confianza y comenzó.
- Supongo que todo empezó cuando conocía a mi expareja.
- YoonGi. - Le detuvo la psicóloga. - ¿No crees que todo empezó un poco antes? Tus compañeros no comprenderán el problema si no les explicas el origen de tu trauma.
- Claro. - Rectificó. - Esto... - Empezó reestructurando la historia en su cabeza. - Sí, supongo que en realidad los problemas comenzaron cuando mi madre murió. - Se encogió de hombros. La pérdida de su madre era algo que había asumido hace mucho tiempo. - Quizá si ella hubiera estado habríamos enfrentado mi situación de mejor forma.
- ¿Qué situación, YoonGi? - Quiso saber la psicóloga.
- Cuando me presenté mi padre me llevó al hospital. Fue... desagradable. - Dijo suavizando la situación. - Digamos que el médico que estaba de guardia no me trató demasiado bien.
- Quizá simplemente tuvo un mal día o estaba cansado. - Comentó la psicóloga. - ¿Veis lo que puede ocasionar un pequeño gesto de cada uno de nosotros sobre los demás? Eso no significa que tengamos que mostrarnos siempre felices aunque no lo estemos. - Expuso. - No tenemos que mentir y fingir, pues eso es muy duro y no nos lo merecemos, pero sí hay que intentar ser amables con los demás incluso si tenemos un mal día. Es una diferencia más difícil de aprender de lo que parece. - Opinó. - Discúlpame por interrumpirte, YoonGi. Continúa, por favor.
- Bueno, resumiendo, que entre el médico y otras experiencias desagradables con los S.E.A. en mis primeros celos, decidí que no los usaría nunca más y cada vez los fui aborreciendo más y más.
- ¿A los médicos o a los S.E.A? - Quiso saber un compañero.
- A ambos. - Aseguró YoonGi muy convencido. - No es sólo que no me guste usarlos es que... - Nunca había sabido muy bien cómo explicarlo. Era algo visceral que sabía que no era racional ni tenía sentido y aún así, no podía evitarlos.
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...