Llamó a Lisa mientras esperaban a que HoSeok llegase.
- ¿Qué diablos ha pasado? - Quiso saber JungKook. - Puedo comprender que sacaran fotos nuestras en Jeju aun si fuimos bastante discretos, pero esa mujer… Juro que voy a matarla cuando la vea. ¿Cómo se atreve a decir esas cosas de mi omega? - En otras circunstancias, YoonGi le habría corregido y le habría recriminado que usara el pronombre "mi" antes de referirse a él. Pero esta vez no tenía ánimo para discutirle.
- Podemos denunciarle por difamación, si es lo que quieres. - La voz de Lisa sonó por el altavoz del móvil para que YoonGi también pudiera escucharlo, aunque, en realidad, no le estaba prestando atención a la conversación. Por una vez, sí quería que se ocupase JungKook, no quería saber nada sobre esa mujer. - Pero, ¿crees que meterse en esta clase de juicios es lo mejor para nuestras empresas? - Le preguntó la alfa.
- Ahora mismo no estoy pensando en la empresa. - Aseguró. - Estoy pensando en YoonGi y en que quiero acabar con la carrera de esa tipa.
- Si es por venganza no, JungKook. No saldrá nada bueno. Si lo que quieres es proteger a YoonGi de habladurías hagamos esto elegantemente. - Propuso Lisa. YoonGi siempre había visto a Lisa como un impedimento en su visión de tener una relación normal, pero la verdad era que parecía muy dispuesta a ayudar cuando se la necesitaba. Quizá, que JungKook la tuviera como esposa no sería tan malo. Siempre está bien mantener cerca a los amigos. Además, era sólo una operación comercial. Nada más. Pero, entonces, ¿qué era él? Su otro esposo, su novio, su omega. ¿Cuál era su lugar?
- ¿Qué tienes pensado? - Quiso saber JungKook.
- Si cuentas tu versión de la historia, ella arremeterá más fuerte contra nosotros. - Alegó. - Déjame que hable con ella. Quizá pueda convencerla de que retire sus acusaciones contra YoonGi de otra forma.
- No se te ocurra humillarte y pedírselo educadamente. Prefiero destruirla. Podemos hacerlos.
- ¿Hacer las cosas educadamente y hacerlas humillándome son dos cosas muy distintas? - Aseguró Lisa. - Tú no tienes ni tacto ni talante para estas cosas y, además, eres demasiado irascible con este tema.
- ¿Irascible? ¿Crees que no tengo motivos para estar furioso? ¿Cómo estarías tú si estuvieran acusando y acosando a tu omega de esa forma? - Formuló claramente enfadado.
- Yo no tengo ningún omega. - Le recordó. - Pero justamente por eso te estoy diciendo que me voy a encargar yo. Estas cosas es mejor pensarlas y actuar con frialdad. Una frialdad que tú ahora no tienes porque han dañado a quien tú proteges. Te entiendo, eres un alfa varón y eres protector y territorial, pero eso te hace vulnerable a la hora de negociar. Y ahora, negociar es lo mejor para YoonGi. - Confirmó Lisa. JungKook confiaba en ella. En cierto sentido tenía razón. JungKook sólo tenía un motivo por el que podía perder los estribos fácilmente: YoonGi. - Yo me ocupo. Conseguiré que esa Ailee os deje en paz. - La llamada finalizó y HoSeok aún no había llegado. Debía estar a punto. YoonGi estaba encogido en su asiento en silencio. No podía mirar por la ventana porque aún oía los murmullos de los periodistas afuera. A pesar de las palabras de JungKook, que habían conseguido consolarle, ahora se preguntaba cómo iban a salir de allí. A YoonGi no le agradaba ser el centro de atención de las multitudes.
- No te preocupes, YoonGi. Sólo tendrás que verles un instante y, antes de que te des cuenta, estarás dentro del coche. Tú sólo pégate a mí, sigue las instrucciones de HoSeok y no mires a nadie. Camina con cuidado y métete en el coche. - Le pidió. - Yo voy a estar ahí. No va a pasar nada.
- Vale. - No podía fingir. Estaba algo nervioso. ¿Acaso iba a ser esa su presentación en público? De repente, ¿qué era? ¿Alguna clase de celebridad? - Pero, si miro al suelo, ¿no pareceré culpable?
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...