No recordaba la última vez que alguien había usado sus dedos con tanta maestría dentro de él. Sin duda, JungKook tenía mucha experiencia en eso. De hecho, por lo que había explicado e insinuado el alfa, eso era lo único que hacía en sus celos antes de la penetración. YoonGi luchaba por mantenerse quieto, pero era imposible y optó por acompañar el ritmo con el que el alfa le masturbaba. Eso era casi peor, porque le estaba indicando donde debía estimularle exactamente.
JungKook, por su parte, tenía los músculos tensos hasta estar haciéndose daño. Estaba de esta forma porque sentía que si se relajaba, toda la sangre iría a su miembro y terminaría estando desesperado por tocarse él también. Pero algo dentro de él le indicaba que no quería. No debía eyacular fuera de un omega. Eso no se sentiría bien para él. De hecho, ya había admitido que iba a romper una de las normas del ritual del CIMETEL e iba a dejar que YoonGi se corriera antes que él, pero eso no le molestaba tanto. Sin embargo, romper las dos era demasiado para él. A pesar de todos sus pensamientos y la tensión que ponía en sus músculos intentando concentrarse en su labor más que en sí mismo, los gemidos de YoonGi, la visión del extasiado omega y el tacto de su piel no le estaban permitiendo lograr su objetivo de no calentarse y su miembro empezaba a apretar, duro y caliente, contra sus bóxer aún si no lo había tocado. Para colmo, YoonGi hacía rato que compartía su conciencia con Suga y éste era más irracional. A veces le daba por tentar a JungKook moviéndose de forma que rozara su entrepierna. El gesto de sufrimiento que hacía el alfa hacía las delicias del omega que, aunque siempre era tímido, le gustaba jugar sin preocuparse de las consecuencias. Claramente YoonGi era la voz sensata en entre los dos.
- Lo siento. - Dijo YoonGi cuando recuperó parte del control justo después de que Suga se hubiera atrevido a masajear el miembro de JungKook otra vez. Por suerte, él aún llevaba el bóxer. - No se que le pasa. - Aseguró. - No entiende que no puede tocarte así. - YoonGi no comprendía del todo bien las razones de JungKook, pero quería respetar su decisión.
- No pasa nada. - JungKook detuvo sus movimientos un momento, pero no sacó sus dedos de YoonGi. - Pero creo que necesito calmarme un poco. Deja que vaya a tomar un poco de agua. - YoonGi no pudo evitar un gritito y un espasmo de placer cuando JungKook retiró los dedos, ese sonido y esa visión repercutió directamente en la dura longitud del alfa quien, a pesar de ello, salió de la cama.
- ¿De verdad no quieres que te masturbe? - Le preguntó de nuevo. JungKook negó.
- Prefiero que no. - Contestó.
- Quizá deberíamos parar. Me has hecho sentir muy bien. Seguir sería una tortura para ti. - Le invitó a acomodarse entre sus brazos y dar por terminada la deliciosa actividad. Puede que se quedara un poco con las ganas, pero había disfrutado lo suficiente como para estar más que complacido.
- No. Estoy bien. No pasa nada. Dame un segundo que me despeje y continuamos.
- ¿Qué tanto no te gusta correrte fuera? - Quiso saber. - ¿Tanto como para estar sufriendo así? - No había reproche en sus palabras, ni mucho menos, sólo aprecio y ganas de comprender. Y no era que JungKook no le quisiera explicar, sino que no sabía como iba a hacerle entender sin juzgarse el uno al otro.
- Siento que estoy desperdiciando el esperma. - Comentó mientras intentaba respirar tranquilo con las manos apoyadas sobre la cómoda de la habitación. Le daba la espalda porque sabía que sólo la visión del excitado omega le haría más difícil calmarse. - He crecido con la idea de que el esperma sólo debe eyacularse en un útero fértil. - Explicó, de nuevo como si de un libro se tratase. - Es como un instinto de alfa también.
- Pero todos los omegas con los que has estado toman anticonceptivos, ¿no?
- Claro que sí. - Si no fuera así tendría bastantes hijos ya.
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...