Aturdido

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Una potente luz y luego todo fue oscuridad. Frenadas, claxons, gritos, un fuerte crujido, y luego todo fue silencio para JungKook durante un tiempo. No supo determinar si fueron segundos, minutos u horas. 

Después de eso, los sonidos que percibió eran difusos y difíciles de reconocer. En realidad, no lo serían de tener la mente despejada, pero su cerebro era incapaz de asimilar qué significaba todo aquello. Estaba casi seguro de que había una voz que le hablaba. Y otro sonido le atronaba la cabeza. Lo único que reconocía vagamente era el sonido de su propia respiración, pero tampoco se daba cuenta de lo débil y angustiosa que sonaba. Las imágenes eran aún peor. Porque la mayoría del tiempo todo estaba en negro y de repente había fogonazos de luces. Y su cerebro era incapaz de dar la orden de apartar la mirada. Aunque, en realidad, todo esto le importaba poco al alfa, porque no era sólo que no entendiera nada de lo que ocurría a su alrededor, sino que su cerebro ni siquiera tenía forma de hacer que esto le importase lo más mínimo. Aun si percibía de vez en cuando estos sonidos e imágenes, su estado de semiinconsciencia no le permitía procesar la información sobre nada. 

De haber estado consciente, era obvio lo que había ocurrido. Iba demasiado deprisa, demasiado alterado, demasiado ofuscado como para ver que el semáforo acababa de cambiar de color. No se había alejado ni 100 metros del restaurante cuando un camión que venía desde su izquierda no tuvo tiempo de frenar y se estrelló contra la puerta del conductor del deportivo. La gente, huyó despavorida por un instante, pero al comprender lo que había ocurrido, rápidamente llamaron a los servicios de emergencia para poder ayudar al conductor del vehículo. El conductor del camión, aterrorizado, no sabía qué hacer. ¿Y si había matado a alguien? Aunque no hubiese sido su culpa, era algo terrible. Algunos transeúntes pensaron en sacar a JungKook del coche. Por suerte, otros muchos les disuadieron. No era adecuado mover a alguien en esas condiciones sin el equipo y la formación adecuada. Igualmente les había resultado imposible. Inconsciente y malherido, JungKook estaba atrapado dentro del coche. Las medidas de seguridad del lujoso vehículo le habían salvado la vida de momento, pero debían rescatarlo pronto o perecería allí. Un enfermero era el único transeúnte con formación para atenderle, pero tampoco tenía material para actuar así que improvisó, dio indicaciones e hizo todo lo que pudo para ayudar mientras venían los servicios de emergencia. El escándalo había sido tal que todo el personal y los clientes de muchos establecimientos cercanos, incluido el restaurante donde estaba el padre de JungKook, habían salido a ver qué pasaba. Al reconocer el coche, el señor Jeon entró en pánico. Intentó salir corriendo hacia él, pero los compañeros con los que estaba en el restaurante se lo impidieron. ¿Qué necesidad había de que viera algo así si no podía hacer nada para mejorar la situación? El hombre gritó desesperado y destrozado. Olvidó todas la cosas terrible que JungKook le había dicho y también los motivos por los que lo había hecho. Su hijo. Su pequeño alfa. No podía ser esa la última conversación que tuviera con él. Fuera como fuere, las palabras que su padre le había dicho, hacía sólo unos minutos, eran ciertas: él quería lo mejor lo mejor para su hijo. Puede que no fueran los métodos que le gustasen a JungKook o que no tuvieran los mismos objetivos finales o que a su padre también le importase demasiado la empresa y muy poco sus sentimientos por YoonGi, pero eso no significaba que odiase a su hijo ni mucho menos. De hecho, todo lo contrario,era su forma de amarle, su forma de cuidarle y protegerle. Había sido así siempre y JungKook sólo se revelaba ahora porque era joven y creía estar enamorado. Pero, al final,la familia se sobrepone de todo, pensaba el hombre. Pero, ¿cómo se iba a sobreponer si él ya no estaba? Hizo falta un equipo de bomberos para sacarle y la ambulancia que lo socorrió fue a toda velocidad al hospital. Su padre fue con él. Cogió su mano sin estorbar al médico de la ambulancia y le habló con suavidad. JungKook oía su voz de forma lejana, pero no sabía que decía o a quién pertenecía. No es que su cerebro no consiguiera identificar que era la voz de alguien hablándole,sino que ni siquiera lo intentaba. La policía encontró la documentación, aunque no hiciera falta puesto que su padre les había dicho su identidad. Al comprobarla, se dieron cuenta de que la persona de contacto que tenía JungKook no era su padre. Avisar a su persona de contacto era el procedimiento habitual. 

Uno entre cientos [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora