Tristeza y amistad

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- Gracias por acompañarme, Tae. - Dijo YoonGi. - Has venido aquí de vacaciones y yo no estoy siendo la mejor compañía ni tengo los planes más divertidos.

- No digas tonterías. - Respondió TaeHyung sonriente y despreocupado. - He cogido vacaciones para venir a visitarte y estar contigo. Sobretodo ahora que no estás pasando por tu mejor momento. - Habló con cuidado. - Así que esto es justo por lo que estoy aquí. - Aseguró sosteniéndo su mano.

- Sabes que este no es un lugar en el que me sienta nada cómodo. No me gustan nada los médicos. - Le recordó.

- Lo sé. - TaeHyung era una persona comprensiva y empática. - No te preocupes. No me separaré de ti.

- Señor Min. Puede pasar. - La voz de la megafonía le puso nervioso y TaeHyung apretó aún mas su mano y le sonrió.

- Vamos. Todo irá bien. - La presencia de TaeHyung podía alterar a cualquiera quien quisiera calma, pero siempre daba fuerzas y ánimos para seguir adelante.

- Buenos días, señor Min. Y señor...

- Kim. - Respondió rápidamente TaeHyung a la doctora. - Vengo de acompañante.

- Bien, señor Min . He visto tu expediente médico. Recientemente te has realizado varias pruebas y te han diagnosticado un transtorno hormonal. - Comentó ella. - Me surge la curiosidad, si se ha hecho todas las pruebas en una clínica privada en Busan, ¿por qué no ha esperado a terminar allí el diagnóstico y obtener el tratamiento completo? Allí le concen mejor, habrían tardado menos en ajustarlo.

- Tuve que volver a Daegu... precipitadamente. Por asuntos personales. - Aseguró YoonGi.

- En ese caso. Le explicaré sus opciones y le ayudaré a decidir lo más conveniente para usted. - Expuso ella.

- Eso es lo que quisiera. - Confirmó YoonGi.

- En ese caso, déjeme ver como están sus niveles hormonales ahora. - Dijo la doctora levantándose y acercándose a él. Inmediatamente, YoonGi se tensó. - ¿Se encuentra bien, señor Min?

- No le gustan mucho los médico. - Anunció TaeHyung. - No lleva muy bien eso de sentirse examinado.

- Comprendo. - Mencionó ella. - Muchos omegas se sienten ansiosos ante este tipo de situaciones. Intentaré hacerlo de la forma más suave y menos intrusiva posible. Pero entiende que esto es necesario, ¿verdad, señor Min?

- Sí, por supuesto que sí.

- De momento, sólo voy a palpar tu cuello. Aunque voy a necesitar hacer más, señor Min. - YoonGi tragó con fuerza. Ya lo había supuesto, pero eso no significaba que lo hubiera asimilado. - Respire hondo. Cierre los ojos, si lo desea. - TaeHyung tomó su mano. La mujer palpó su cuello con mucha suavidad, casi era una caricia. - Muy bien. ¿Hace cuanto pasó su celo?

- Tres semanas. - Respondió YoonGi.

- ¿Consiguió estar satisfecho con la manera en la que lo resolvió? - Preguntó. - Quiero decir, ¿logró aliviar toda la ansiedad propia del celo?

- Bueno... no sé muy bien como responder a eso. - Comenzó YoonGi. - No hubo más necesidad de apareamiento después de eso, pero la forma en la que se solucionó esa vez provocó una gran ansiedad en mí.

- Explíquese, por favor. ¿No pasó el celo con una pareja o con un S.E.A.?

- Sí, usaron un S.E.A. en mí. - Pronunciar esas palabras le hizo sentir un escalofrío que la doctora sintió a través de su piel.

- ¿Es usted un omega del CIMETEL, señor Min? ¿Está usted hablando de un protocolo de S.E.A.? - Preguntó ella.

- Yo no pertenezco al CIMETEL, pero eso fue lo que terminó ocurriendo. - Explicó a medias.

Uno entre cientos [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora