La vida separados

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Varios meses después...

Un desastre. Todo era un desastre. La casa estaba patas arriba. Latas de cerveza y cajas de pizza y hamburguesas se apilaban por doquier. Los platos llevaban sin fregar desde hacía una eternidad, tanta que ya no quedaban limpios y se limitaba a comer de lo los envases de comida a domicilio. La televisión estaba permanentemente encendida, pero jamás habría sabido decirte si había visto una sola cosa en ella. La ropa inundaba las habitaciones de tal forma que a penas se podía ver el suelo. Sin embargo, ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que se había quitado el pijama y puesto ropa de calle, aunque fuera para comprar leche. Del deporte y el trabajo... nada se sabía de ellos. Había perdido mucho tono muscular de no hacer nada en todo el día, pero, lo que habría engordado debido a la comida basura y al alcohol lo habría perdido debido a la falta de comidas regulares y a la depresión. Así que, allí estaba, tirado en el sofá sin saber muy bien desde hacía cuando. Las persianas estaban siempre cerradas y las luces encendidas según le apetecía, por lo que tampoco sabía cuándo era de día y cuando de noche. Definitivamente, el omega le había destrozado y sumido en la más absoluta miseria. Hacía un tiempo atrás, el gran y poderoso alfa Jeon JungKook nunca habría imaginado que algo así pudiera sucederle. Ahora era tan lógico que hubiera ocurrido de esa forma. Debió haberlo visto venir. Era la consecuencia obvia después de cómo le había tratado todo ese tiempo. Como un omega débil incapaz de ser independiente y tomar sus propias decisiones. Y ahora que lo había, al fin, comprendido del todo, ya era demasiado tarde.

- ¿JungKook? - La voz insegura de HoSeok apareció al otro lado de la puerta del apartamento. No respondió. No quería ver a nadie. Sin embargo, alguien, seguramente Lisa, se había atrevido a hacer copias de la llave de su nueva casa en Seúl y debía haberlas repartido a toda su familia, porque, aún si él jamás abría, todos entraban. En realidad, HoSeok y JiMin eran, de lejos, la presencia menos molesta a pesar de que JungKook no soportaba la forma en la que le miraban. Estaban preocupados y sentían lástima por él. Una vez más, el poco orgullo que le quedaba al alfa era maltratado por ello. Efectivamente, la llave ilegal de HoSeok abrió sin que él les diera paso. Igualmente, por eso se suponía que había aceptado la idea de HoSeok de mudarse a Seúl, para alejarse de todo y mantenerse cerca sólo de él para así poder apoyarse en él mientras continuaba con su vida. O, más bien, mientras comenzaba una nueva, según palabras de su fiel amigo. Unos segundos después se formó de nuevo ese silencio incómodo dentro del apartamento. - JungKook... - Acto seguido JiMin se arrodilló para empezar a recoger. Las primeras veces, JiMin había dejado de recoger la casa en cuanto JungKook se lo había pedido porque no se sentía con el derecho ni la autoridad como para tocar sus cosas si él no quería. Poco a poco, por necesidad y por la propia salud del alfa, JiMin fue ignorando sus peticiones y continuaba recogiendo igualmente. A estas alturas, ni siquiera JungKook tenía ni ganas ni fuerzas para pedirle que dejara de recoger. Sabía que lo haría igualmente y que HoSeok empezaría ayudarle también enseguida. Él mismo sabía que el antiguo JungKook se habría levantado como un resorte y habría colaborado también, fuera su casa o no, pero no se sentía con fuerzas. En ese momento todo le daba bastante igual. Estaba mentalmente muy cansado. Su cabeza no paraba de dar vueltas en las posibilidades que había tenido para hacer las cosas de otra manera.

- No me mires así, HoSeok. No pretendo dar lástima. - Aseguró.

- Soy tu amigo y estás hecho polvo. ¿Cómo quieres que te mire?

- Entonces vete. - JungKook no quería ser cruel ni maleducado, HoSeok lo sabía, pero sus modales dejaban mucho que desear ahora que su cabeza estaba tan perdida. No era demasiado consciente de aquello que le rodeaba.

- Más quisieras. - Pronunció HoSeok con sorna. JiMin había traído una bolsa de basura y como por inercia o costumbre, HoSeok la tomó de sus manos y empezó a tirar todas las latas y otros desperdicios que había encima de la mesa. - El médico te pidió que dejaras de beber alcohol. - Le recordó una vez más.

Uno entre cientos [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora