- De aquí en adelante. - Comenzó JungKook dentro del hotel. - Evite usar la puerta de entrada como lugar de encuentro con su pareja, señor Min.
- Esto... Sí.. Claro... - Titubeó torpe. "¿Qué rayos te pasa, idiota", se regañó. - Quiero decir... No es mi pareja. - Sintió la necesidad de decir eso. Pero, ¿eso al señor Jeon qué le importaba? - Quiero decir... - Respiró profundo. - No volverá a suceder, señor Jeon. - Se inclinó una vez más en señal de respeto. No quería ser despedido. Y ese era un motivo como cualquier otro si al señor Jeon le daba la gana.
A JungKook, sin embargo, le pareció una información útil. No sabía si estaba emparejado, pero ya sabía que ese chico no era su pareja.
- Eso espero, señor Min. - Pronunció mientras buscaba una forma de averiguar si tendría pareja o no. Miró su mano y no vio ningún anillo. Casado no estaba, pero no quería decir que no tuviera novio. En caso de que fuera gay, que él creía que sí, y no porque fuera omega, sino porque así lo esperaba, más bien. La probabilidad de que tuviera una pareja alfa, era estadísticamente escasa, pero no perdía nada por comprobar si estaba marcado. Aunque estaba convencido de que se habría dado cuenta antes, aunque fuera por el olor que desprendía, que cambiaba ligeramente. Dirigió, aún así, la mirada a su cuello, y lo que vio no fue el mordisco de otro alfa, pero igualmente le molestó, porque se sintió engañado. No pudo detener sus pasos y cuando estuvo frente a él, le cogió, con brusquedad, pero sin hacerle daño, de la barbilla e hizo que torciera el cuello. Tenerle tan cerca hacía que su aroma se filtrase de forma delirante en su cerebro. - Para no ser su pareja, señor Min... - Fue entonces cuando YoonGi recordó que había dejado que KiHyun le dejara una marca en el cuello, claro que, no pensó que pudiera darse una situación así. El señor Jeon tenía un tono de voz molesto. Por supuesto, ¿a qué jefe le habría parecido bien que uno de sus empleados llevase un chupetón en el cuello? - La próxima vez... - Le soltó con rabia contenida. - ...haga el favor de ser más discreto. - Le oyó chasquear la lengua mientras le subía un poco el cuello de la camisa del uniforme en un intento inutil por tapar el moretón. Luego le vio marcharse a paso firme y rápido. ¿La próxima vez? YoonGi suspiró de alivio al darse cuenta de que no sería despedido, pero un peso cayó sobre su pecho. JungKook se había sentido molesto con él. Seguro que ya no le sonreiría al pasar por la recepción. Eso era lo único que tenía de él y lo había perdido. Qué lástima.
Cuando JungKook se marchó del hotel al día siguiente para volver a Busan, ni siquiera se acercó al mostrador y fue su jefe de seguridad quien le devolvió la llave de la habitación. Quizá eso era lo mejor. No es como si fuera a volver a verle, de todas formas, pues no tenía ni idea de si iba a volver a tener negocios que atender en Seúl.
- YoonGi, despierta. - Le sobresaltó una voz bien conocida.
- ¡Ay! - Volvió a darse con el cabecero de la cama. El padre le despertaba de la misma forma exasperante que el hijo. Un momento. ¿El padre? - ¿Señor Kim? - Dijo confuso cuando su cerebro procesó la información. - ¿Qué hace usted aquí? - En realidad era la casa de su hijo, no sería tan extraño que estuviese allí. Lo que de verdad quería saber YoonGi es que hacía en su habitación y por qué le despertaba.
- Ya te dije que hoy me cogía el día libre porque esta noche NamJoon tendrá su celo. Sabes que me gusta cogerme este día al mes y mimarlo. - Aseguró sin responder la pregunta de YoonGi. Estaba demasiado dormido como para interesarse por la vida íntima de su jefe. - Además, así aprovecho para hacer comidas y congelarlas para cuando no puedo ir a casa por cosas del hotel. Me preocupa que NamJoon queme la casa. - Aseguró. A pesar de su verborrea, seguía sin responder a YoonGi. Tuvo que intervenir.
- Me refería, señor Kim, a por qué está en mi habitación.
- ¡Oh! Muy sencillo, hijo. - Habló con cariño. - He venido a traerle una cosa a TaeHyung y me he dado cuenta de que entras al trabajo dentro de 45 minutos. - Respondió. YoonGi abrió mucho los ojos y miró el reloj. Mierda. El despertador había sonado y él no lo había oído. Salió de un salto de la cama y casi se enreda con las sábanas y cae al suelo. - Ten cuidado, YoonGi. Te harás daño. - Se precipitó hacia el baño. Tenía 20 minutos para salir o llegaría tarde. ¿Por qué no se había despertado cuándo había sonado el despertador? De pronto recordó la conversación que había tenido con el señor Kim el día anterior:
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...