Aséptico

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Se perdió en las facciones de rostro mientras acariciaba su pelo. Memorizando cada uno de sus pequeños rasgos. Su piel blanca y sedosa. Sus pestañas largas y sus labios finos. Ahora que estaba relajado, durmiendo, veía una mezcla entre Suga y YoonGi. Podía verles a los dos al mismo tiempo. Era curioso y al mismo tiempo conmovedor y extraordinario en cierta forma. Como si fuera capaz de comprender la simbiótica relación entre los dos.

Habían pasado unos 10 minutos desde que la hinchazón de su miembro había bajado, deshaciendo su nudo. Sin embargo, JungKook no había salido de él. Lo ideal para JungKook era que el semen permaneciera en su interior durante 20 minutos tras el desacoplamiento. Como no tenía otra manera de hacerlo, JungKook había decidido permanecer esos 20 minutos en su cálido interior. Fue entonces cuando le observó dar un suspiro y mover la cabeza. Parpadeó un poco y le miró.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó muy débilmente. YoonGi dio un leve gemido desperezándose. Puso la mano en el pecho de JungKook.

- ¿Puedes salir ya? - Quiso saber. Parecía verdaderamente cansado. No podía culparle. El celo hacía que los omegas gastaran mucha energía y su débil cuerpo se resentía. JungKook habría preferido esperar otros 10 minutos, pero cómo podría justificarlo. Aunque no le gustara la idea, por ser demasiado pronto, no le quedó de otra.

- Sí, el nudo acaba de deshacerse. - Mintió. Tampoco era una mentira muy grande. - No quería perturbar tu sueño. Saldré con cuidado. - YoonGi respiraba calmado en la cama. Jadeó y se mordió el labio cuando JungKook se deslizó fuera de él. JungKook sostuvo la cadera del omega y observó rápidamente que nada de su esperma se escapara de él. Entonces YoonGi pudo acomodarse un poco mejor en la cama. Se movió despacio colocándose de medio lado, mirando hacia el exterior de la cama. No quiso quejarse, pero estaba claro que le dolía. JungKook pudo verlo en sus gestos y su forma de moverse. - ¿Necesitas algo? - Le preguntó sin querer agobiarle.

- Sólo dormir. - Aseguró.

Despertó sin saber que hora era. Despertó sin saber donde estaba. Despertó de golpe. Aturdido y cansado aún. Sin pararse a pensar ni a recordar, se quitó la manta que le cubría y apoyó una mano para, prácticamente, saltar fuera de la cama. Un tremendo calambre de dolor agudo le recorrió toda la espina dorsal en cuanto plantó los pies en el suelo e intentó mantenerse de pie. Cayó dando con las rodillas en el suelo y terminó teniendo que apoyar los codos en el suelo soltando un grito de dolor desgarrador.

- ¡Aah! - Alertó a JungKook, que estaba en el cuarto de al lado y llevaba más de una hora despierto y trabajando a pesar de que era muy temprano.

- Oh, dios. ¿Estás bien? - Preguntó. - No debes levantarte aún. Deja que te ayude. - Dijo inclinándose junto a él y pasando un brazo por su cintura. Sin embargo, YoonGi se deshizo de dicho brazo.

- Estoy bien. - Gruñó un poco. - No necesito ayuda. - Aseguró soberbio. A pesar de que, en ese momento, sentía poco orgullo de sí mismo. JungKook se apartó un poco, suponiendo que se sentía agobiado y aturdido por la situación. Esperaría a que se calmase un poco. Una mano agarró el borde de la cama para levantarse. De nuevo, en cuanto apoyó los pies y hacía algo de fuerza con cadera y piernas, el dolor punzante regresaba. - Joder. Joder. Joder. - Repetía impotente.

- No digas palabrotas. - Le regañó. - Sé que no te sientes bien, pero no es forma de comportarse. - YoonGi giró la cabeza y el miró extrañado.

- ¡No me jodas! - Le espetó. - ¿A qué viene eso ahora? Estoy tirado en el suelo sin poderme levantar. ¿Y tú me dices que no diga palabrotas como si fuera un niño pequeño? - Expresó confundido. - Que te den. - Se apoyó una vez más en la cama y apretó los dientes aguantando el dolor. Cuando creyó que podría conseguirlo, sus piernas flaquearon. Cayó de nuevo, pero esta vez el golpe fue amortiguado por los brazos del alfa, quien le sostuvo y le aupó, tomándole en brazos. YoonGi se revolvió un poco, pero, contra su orgullo, descubrió que era contraproducente. Así que se dejó cargar y JungKook le depositó en la cama suavemente. - Tu delicadeza me atosiga. - Pronunció el omega. JungKook frunció el ceño confundido.

Uno entre cientos [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora