- Dime que ocurre, YoonGi. - Preguntó nada más cerrar la puerta. - Pero te repito que quizá no pueda responder a todas tus preguntas, chico. No tengo acceso al menor instrumental médico. No hay prueba que yo pueda hacerte. - El menor de los dos dio un largo suspiro y se sentó en la cama. Lo hizo muy despacio, temeroso de que pudiera regresar el dolor. Pero su interior seguir adormecido por el anestésico.
- En realidad, sólo tengo una pregunta. - Afirmó. - El señor Kim... - Habló despacio. - Él le contó lo que me ocurrió anoche, ¿verdad? - NamJoon terminó asintiendo. Claro que se lo había dicho, y no sólo por el hecho de que Jin fuera un poco cotilla, sino porque NamJoon era su marido y se lo contaban absolutamente todo. Igualmente a YoonGi no le importó demasiado, así no tenía que contárselo él. - No sé la razón. ¿Por qué se adelantaría mi celo? - Preguntó. - Eso es lo quiero saber. - NamJoon pensó unos instantes.
- Desabrocha un poco tu camisa, YoonGi. - El omega no dudó y lo hizo mientras el mayor seguía hablando. - ¿Cuántos días se adelantó.
- Cuatro días. - Respondió YoonGi. - Pero es la primera vez que me ocurre. Jamás se me había adelantado ni atrasado un solo día. - Añadió. NamJoon se sentó junto a él y colocó dos dedos en el cuello del joven, palpando con cierta fuerza hasta poder notar su pulso palpitando bajo su piel.
- Tu pulso está un poco alterado. ¿Es por lo ocurrido o porque te sientes nervioso ante mí?
- No me gusta demasiado que me examinen. - Confesó. - Pero supongo que es más por lo otro. - NamJoon le miró con una sonrisa cálida.
- Respira hondo. - Habló con cariño. Lo que hubiera dado por esas palabras de cariño de la boca de JungKook cuando le había tocado esa mañana para ponerle el anestésico. ¿Qué necesidad había de ser así? Los dedos de NamJoon bajaron un poco hasta situarse en el hueco que dejaba su delgada clavícula derecha. - Esto que toco aquí es tu glándula de feromonas. Es de donde sale el olor de los alfas y los omegas. Por eso el olor es más intenso en el cuello. - Explicó. - Esta glándula está constantemente liberando una cantidad concreta de hormonas y el resto de las hormonas que fabrica, las acumula aquí mismo y esta pequeña glándula se va hinchando a medida que se llena de feromonas. Aunque no se puede ver a simple vista, puede palparse un poco.
- Y la glándula se deshincha al liberar durante el celo todas las hormonas acumuladas. - Dijo YoonGi. - Ya sabía eso. - Aseguró.
- Sí, por eso ahora mismo está completamente vacía. - Anunció NamJoon.
- Pero eso no explica porque se adelantó.
- Casi una semana antes del celo, la glándula ya tiene hormonas suficientes como para desencadenar el celo, pero espera unos días más hasta que el momento de concepción sea el idóneo. - Explicó despacio. - Es decir, cuando el útero está en su estado más receptivo. Por esa razón, el celo de un omega es el momento ideal si uno quiere quedarse embarazado. Sin embargo, aunque no sea el momento perfecto, el cuerpo puede liberar las hormonas de golpe y provocar el celo prematuramente en caso de que detecte una pareja que le resulte apta y compatible, la cual se muestre dispuesta a consumar el apareamiento.
- Es decir, ¿que mi celo se adelantó porque había un alfa cerca mía? - Preguntó YoonGi confundido. - Eso no tiene demasiado sentido. Yo trabajo en un hotel de lujo, los alfas son clientes habituales del hotel. Se podría decir que estoy rodeado de alfas casi constantemente. - Aseguró.
- No me has escuchado bien. He dicho un alfa que a ti te resulte compatible. Es decir, que te atraiga. Y que, además, se muestre dispuesto a aparearse contigo. - Concretó. - Cuando un alfa tiene cerca a un omega que le atrae lo suficiente como para tomarle, inconscientemente libera unas feromonas un poco distintas a las normales, que el omega capta, también inconscientemente, como una invitación.
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...