- Toma. Aquí tienes tu medicación. - Le dijo a JungKook. Se tomó las pastillas que le había recetado el médico y que YoonGi controlaba como si él fuera un niño pequeño. No le dejaba tomarse nada más aun si tenía dolor de cabeza. El médico también le había recomendado reposo, cosa que estaba haciendo a medias, lo que para él significaba un gran descanso y los dolores de cabeza habían desaparecido. YoonGi le observaba mientras se las tomaba. - Buen chico. - Rió. - Y aquí tienes tu chaqueta y las llaves del deportivo. ¿Nos vamos? - Propuso el omega.
- ¿No te has olvidado de algo, cariño? - Pronunció JungKook levantándose y caminando hacia el otro lado del dormitorio.
- ¿Qué es lo que he olvidado? - Preguntó. Vio como JungKook cogía su maletín rojo y entonces lo recordó. Antes de ir a la fiesta anual del CIMETEL, ellos habían quedado en algo. YoonGi intentó escabullirse. - Llegaremos tarde si nos ponemos con eso ahora.
- ¡Qué va! Vamos con tiempo. - Aseguró sacando la cajita del maletín. - Además, con que lleguemos para la hora de cenar estará bien.
- Ya... Pero quedamos en hacerlo porque si conseguía aguantar la noche entera nos íbamos de viaje, pero ya hemos reservado el hotel y todo para la semana que viene, así que no hay motivación ninguna. - Planteó.
- Bueno, puedo darte una nueva motivación. - Dijo JungKook.
- ¿Cuál? - Preguntó con curiosidad. JungKook sacó las bolas chinas de oro con su nombre grabado y se encaminó a él.
- Si consigues llevar este lindo juguete toda la noche dentro de ti, te daré... - Se acercó finjiendo que lo estaba pensando. Se acercó a su oído. - ... la noche de tu vida.
- ¿Y eso que quiere decir? - Quiso saber.
- Que voy a tomarte como nunca. - Aseguró con seriedad. Pero eso sólo hizo reír a YoonGi.
- Cariño, ¿qué te hace pensar que necesito hacer una cosa así para convencerte de que me hagas el amor? - Comentó divertido. - ¿Acaso no has aceptado todavía que sólo con insinuarme un poco caes a mis pies?
- ¿Dices que yo caigo a tus pies? - Formuló. - ¿No será al revés? - JungKook le rodeó la cintura con sus brazos. - ¿No será que al gruñón omega independiente le da rabia reconocer que está a merced de un alfa del CIMETEL?
- Mmm... - Fingió que se lo pensaba. - No. No creo que sea así. - Aseguró dejándose abrazar, rodeando su cuello con los brazos. - Creo que es el gran alfa del CIMETEL el que está comiendo de la mano del débil omega. - Rió.
- ¿Y si lo dejamos en tablas y decimos que estamos completamente enamorados el uno del otro? - Propuso JungKook.
- De ser así, dejaría que metieses ese juguetito dentro de mí para que pudieramos disfrutar los dos de una noche divertida. - Se sonrieron juguetones.
- Ese es mi chico. - Le atacó el cuello llenándole de besos. YoonGi se dejó seducir entre sus brazos dejándose mimar. Incluso cerró los ojos y, sin quererlo, dejó volar su imaginación.
- JungKook... ¿me marcarás algún día? - Ni siquiera él mismo pudo saber porqué lo preguntó tan de repente. JungKook se sorprendió.
- ¿Eso te gustaría? - Le preguntó con bastante más seriedad que antes.
- No lo sé. - Simplemente la pregunta había escapado de sus labios sin darse cuenta. - Nunca antes me había planteado esa posibilidad. Supongo que estaría bien.
- Creí que no te gustaban demasiado los gestos de posesión. El marcaje es el símbolo por excelencia de posesión de un alfa sobre un omega.
- Ya... pero se supone que hacerlo es algo natural, ¿no?
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Uno entre cientos [YoonKook]
FanfictionYoonGi es uno entre cientos, es un omega varón. Todos esperan que sea sumiso, débil y obediente. Los prejuicios y los racismos contra su naturaleza han marcado su vida. Aun si todo el mundo le juzgaba por algo que él no había ni elegido ni querido s...