Normas y protocolo

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- Buenas noches. - Al abrir la puerta, se encontró con el lindo omega. Tenía que reconocerlo, era muy atractivo. Vestía formalmente y tenía una sonrisa delicada y bonita.

- Buenas noches. - Respondió JungKook. Le tendió una pequeña carpeta al alfa.

- Aquí está mi documentación como omega asistente del CIMETEL, señor Jeon. - Aseguró. JungKook la cogió y abrió la carpeta. Efectivamente, lo primero que vio fue su carnet.

- Adelante. - Le invitó cortésmente mientras repasaba el resto de papeles. - Puedes quitarte la chaqueta y los zapatos y dejar tus cosas ahí si lo deseas. - Dijo señalando una butaca de piel. El omega entró en la habitación cerrando la puerta y haciendo exactamente lo que JungKook le había aconsejado, mientras el alfa se dirigía al escritorio y encendía una lamparita de mesa para examinar los documentos. - Antes de comenzar, ¿me permitiría hacerle unas preguntas de índole personal? - Tanteó JungKook.

- Por supuesto, señor Jeon. - No es como si no se lo esperase. El protocolo así lo pedía. Aunque no todos seguían el protocolo a raja tabla. Muchos se limitaban a abrirle la puerta y lanzarle a la cama para tirárselo, demasiado desesperados como para controlarse o sin ganas de aguantar, sencillamente.

- ¿Cuándo fue su último celo? - Comenzó el alfa.

- Hace dos semanas. - Respondió sin duda ni vergüenza.

- ¿Podría decirme como lo solventó?

- Uso un supositorio S.E.A. durante mis celos, señor Jeon.

- ¿No le resulta un método demasiado frío e impersonal para algo tan íntimo? - Preguntó. Pero en realidad no quería preguntarlo en voz alta. Simplemente se le había escapado. - Discúlpeme. - Corrigió antes de que el omega pudiera responder. - No quería entrometerme.

- No importa. Es el método más cómodo, simplemente. - Respondió sin dar detalles.

- Bien. - Continuó leyendo los papeles. - Informes médicos correctos. Ninguna ETS detectada. Toma de anticonceptivos perfectamente regulada. - "Este alfa es más meticuloso que la media", pensó el omega. A pesar de que estaba hirviendo de fiebre por el celo, JungKook se mantenía firme y sereno. No demostraba lo ansioso que estaba por tomar al omega delante suyo. JungKook, como alfa educado en el CIMETEL, era, ante todo, un caballero, no un animal desesperado. - Por lo visto, todo está en regla. - Miró de arriba a abajo al omega. - Debe usted estar muy solicitado. - El omega se sorprendió un poco. ¿Quizá ese alfa no era tan formal después de todo? - Quiero decir. Su currículum como omega asistente es impecable.

- Gracias, señor Jeon. La verdad es que tengo varios clientes fijos. - Respondió.

- Bien. - Cerró la carpeta con los documentos y se la devolvió. - ¿Tiene alguna pregunta o especificación antes de comenzar? - Dijo mientras se quitaba la corbata del traje, que empezaba asfixiarle. En la habitación no hacía calor, ni mucho menos, pero JungKook sentía que estaba en un horno. Aún así, mantuvo la compostura.

- Hay una cosa. - JungKook escuchó paciente. - Varios alfa que me han contratado antes tienen ciertos fetichismos, o digamos... preferencias, que no son exactamente como lo indica el ritual de apareamiento del CIMETEL. Aunque yo estoy aquí para llevar a cabo dicho ritual lo más fielmente posible, soy capaz de adaptarme a algunos pequeños caprichos por parte del alfa. - Explicó. - Me gustaría saber si usted tiene alguna preferencia de ese tipo que quiera cumplir hoy. - El alfa sonrió agradable al escuchar aquello.

- Supongo que no todo el mundo disfruta de la misma forma. - Opinó JungKook. - Sin embargo, en mi caso, el celo no es tanto cuestión de disfrute. No voy a negar, que es placentero, pero ya que hay un ritual, soy de los que prefiere llevarlo a cabo de forma sencilla. - Confesó.

Uno entre cientos [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora