Capítulo 59: Tengo que Impedirlo

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Capítulo 59: Tengo que Impedirlo.



Narra ___(TN)



Por suerte ellos todavía no llegaron. Con Marco decimos esperar sentados a que el avión llegue. Todo esto de salir a las corridas no se me da mucho. Soy, por así decirlo, perezosa. Esa es la palabra que me define, siempre fue igual. Para estas cosas mi cuerpo no sirve, y si corro como lo hice ahora el cuerpo se me cansa muy rápido. Para mí ya es normal, pero para las personas que no me conocen de toda la vida me miran como si estuviese loca, cosa que Marco está haciendo, y eso no es nada lindo. Que la gente te mire y piensen que estás loca sólo porque corriste muy poco y te cansaste. Por favor, ¡como si yo fuese la única con ese problema o como se llame! En mi opinión yo no soy la única con este problema, hay más personas que lo tiene y la gente no la andan tachando de loca, creo.

Marco: ¿Qué pasa?- preguntó confundido.

___(TN): Nada, estaba pensado...- Dije distraída.

Marco: Okey, lo que digás- dijo no muy seguro-. Mirá, ya llegaron- dijo apuntando con su dedo índice a la puerta que se supone que es en la que ellos tienen que pasar. Nos paramos y caminamos a esas puertas-. Sólo hay que esperar a que salgan- dijo cuando estuvimos frente a ésta. Asentí.

Esperamos unos minutos hasta que ellos apareceron con una sonrisa en la cara y tomados de las manos.

Simón: ¡Hola!- dijo feliz llegando a donde estábamos nosotros.

___(TN): ¡Holis!- Dije abrazando a Simón- Hola, Cele- la abracé mientras Simón le daba un abrazo a Marco.

Celeste: ¡Hola! ¡Que alegría me da que hayan venido a buscarnos!- Nos dijo cuando empezamos a caminar a la salida del aeropuerto.

Marco: ¿Por qué no hacerlo?- preguntó mientras llevaba la maleta de Celeste.

Celeste: No sé, pensé que era mentira cuando ___(TN) dijo que nos iban a venir a buscar-. Se encogió de hombros mientras abría la puerta del aeropuerto.

Al abrirla personas con cámaras se nos tiraron encima y hacían muchas preguntas que no pude entender. Marco me abrazó por los hombros y yo abracé su cintura, Simón y Celeste iban delante de nosotros.

Cada vez tratábamos de caminar más rápido pero ellos se ponían en nuestro camino. Cuando logramos llegar al auto Simón entró en el asiento de copiloto y Celeste en el asiento trastero; Marco dio la vuelta, para entrar en el piloto, y yo entre por donde Celeste entró. Al cerrar la puerta del auto Marco arrancó y fuimos directo a casa.

___(TN): ¡Eso fue una locura!- dije con la respiración agitada.

Marco: ¡Nunca pensé que algo como eso fuera a ocurrir!- dijo sin apartar la vista del camino.

Simón: Pues se tendrán que acostumbrar- susurró.

—¡¿Acostumbrar?!— dijimos los dos confundidos.

Simón: Eso, lo que escucharon. Cuando me case con Celeste es más que seguro que a Marco también los persigan. Y a ___(TN) por ser mi hija también- Explicó-. Pero hay algo que no entiendo.

___(TN): ¿El qué?

Simón: Si vos sos mi hija, ¿por qué nunca te siguieron y esas cosas?- me miró por el espejo retrovisor.

___(TN): Antes de que todo esto pasara y de que vos volvieras - comencé- no le había dicho a los paparazzi's que yo soy tu hija. No lo creía necesario, pero creo que hoy metí la pata- terminé en un suspiro.

La Hija de Simón Cowell (Niall Horan y Tú) [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora