67.

1.9K 159 0
                                    



"Te encontraré de alguna u otra forma."

Mi corazón se acelera tanto que es posible que colapse en este preciso momento....

Las veces que la deje ir...
Las veces que la vi feliz con alguien que no era yo...

Eso ya había quedado en el pasado para mí, como cuando las hojas de cerezo se van con el viento y se marchitan, el pasado que tanto nos lastimó a ambos ya no lo veía, solo la veía a ella correr hasta mí y lanzándose a mis brazos, abrasándose a mí cual koala; yo también me aferro a su delgado y pequeño cuerpo para no dejarla caer.

-Yoongi...

¿Acaso está sollozando?
Inclino un poco mi cabeza, para buscar su rostro con mi mirada.

-¿Nena?..

Esconde su rostro en mi pecho y se aferra a mi chamarra. Yo la entiendo, y acaricio su espalda; un sentimiento de felicidad me recorre desde el pecho, no me recuerda y me ha extrañado estos dos meses, espero y tanto como yo...
Intento bajarla, pero ella sigue aferrándose a mí, la gente nos mira extraño, esto no es muy común en este lado del mundo, pero a ella parece no importarle y para ser sincero a mí también me vale tres hectáreas de mierda.

-Parece que me extrañaste mucho

Le digo con una sonrisa casi inexistente.

-Yoongi...

Levanta su rostro y me mira, yo me quedo quieto, atento y casi hipnotizado. Suena completamente irreal o estúpidamente cursi, pero joder, ya extrañaba esta sensación.
Lleva una de sus manos a mi rostro y acaricia mi mejilla con delicadeza, como si yo fuese frágil.

-Te extrañé tanto...

Pronuncia casi a penas y yo no puedo hacer más que mirar atentamente sus ojos brillantes a causa de las lágrimas, joder, me frustraba verla así y más si es por mí.

-Yoongi...

Vuelve a sollozar y a aferrarse a mí.

-Tranquila..

¿Qué se supone que deba hacer?, supongo que me ha extrañado más de lo que creí que lo haría.

-Tomaré las maletas ¿si?

Ella me mira, asiente, baja sus piernas y se limpia las lágrimas de las mejillas y ojos, lamento no poder lidiar con este tipo de situaciones, sigo sin aprender.

Le sonrío y me inclino a tomar las dos maletas que traía consigo antes de saltar a mí.

-Vamos

Le indico que me siga con un movimiento de cabeza y ella asiente. Comienzo a caminar y al mirar atrás ella viene con la mirada baja siguiendo mis pasos, aunque los suyos parecen lentos.

-Dame tu mano

Extiendo la palma de mi mano y ella sin dudarlo entrelaza sus dedos con los míos.

Wine. EuforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora