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La noticia agradó a mi madre, ¿Cómo no?, mi madre es la mujer mas sentimental, lloró por teléfono cuando le conté esa misma noche, mi hermano estaba meramente orgulloso y bueno mi padre...a mi padre ya lo vería la semana próxima.

Yo le había prometido a mi chica llevarla a Daegu, al fin cumplía mi promesa, nos íbamos la siguiente semana, Namjoon accedió a darme esa semana de vacaciones.
Tenía que arreglar varios asuntos hoy.

Permanezco en el auto un buen rato, para ser exacto 30 minutos después de llegar a mi destino.
Suspiro, pero me decido a bajar y darme prisa antes de que me arrepienta. El cielo es grisáceo, casi blanco, hace un poco de frío, no entiendo porque estos últimos meses en Seúl nos estamos helando.

Toco la puerta una....

Suspiro.

Dos...

Nada, tranquilo Min, hazlo una última vez.

Tres...

A la mierda, yo me largo.
Cuando me doy la media vuelta y bajo tan solo un escalón la puerta se abre...

-¿Yoongi?

La voz de Rachel me hace detenerme en seco; el aire golpea mi rostro, siento como los nervios comienzan a torturarme y lucho conmigo mismo para no seguir mi camino y volver a mi objetivo.
Me giro.

Wine. EuforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora