78.

2.2K 170 0
                                    

El sol comenzaba a ocultarse, la madre de Yoongi me sonreía la mayor parte del tiempo y me pedía que descansara o tomara algo de la nevera.

-No contesta ninguno el celular, pero tranquila, puedes ponerte cómoda, ¿quieres ir a la recámara de Yoongi?, puedes dormir o desempacar

Asiento mientras sonrío, me preocupa que no haya vuelto aún, pero quizá deba darle tiempo con su padre...
Subo las escaleras tras su madre; la casa es muy pequeña a pesar de que sea de dos plantas, pero parece que será cómoda, más si Suga está a mi lado.

-Aquí es

Nos detenemos frente a una puerta a mitad del pasillo, tiene una hoja de papel pegada que dice "No molestar". Su madre saca unas llaves y abre la habitación.

-Pasa, te dejo descansar, en cuanto Yoongi vuelva haré que venga lo más rápido posible
-Muchas gracias
-No agradezcas, estás en tu casa

Y tras unas cuantas sonrisas ella vuelve a bajar por las escaleras, yo suspiro y decido adentrarme a la habitación. Es pequeña también, la cama está muy bien tendida, el edredón es gris, hay un montón de discos de Hip-Hop regados por el tocador, las cortinas son también de un color obscuro y hay varios cómics regados por el suelo.

-Ah, Suga

Me pongo de cuclillas y comienzo a juntar los cómics para ponerlos sobre el buró.
Suspiro y comienzo a ordenar un poco la habitación, desempaco y comienzo a guardar la ropa en algunos cajones.
Escucho entonces la puerta y me giro al instante, Yoongi había vuelto.

Tenía sus ojos rojos y llorosos, al igual que su nariz, labios y mejillas.

-Hasta que llegas, estaba asustada

Me pongo de pie para ir hasta él y abrazarlo de la cintura, pero lo huelo, huele a alcohol y a cigarrillos ¿debería preocuparme?

-¿Bebiste?  -Lo suelto.

Él solo me mira y cierra la puerta tras de él, no dice nada, pareciera como si le hubieran comido la lengua los ratones.

-Y también fumaste

Lo afirmo. Me cruzo de brazos y frunzo el ceño mientras lo miro.

-¿Estás ebrio?
-No
-Se honesto conmigo, hueles mucho a alcohol
-¿Y?

Cierro los ojos y trato de respirar un poco. 1...2...3

-Detesto que me retes así, pero está bien, ya no me tomaré el tiempo de...

Abro los ojos al sentirlo, me abraza de la cintura y esconde su rostro en mi hombro, acaso está...¿Llorando?
El corazón se me acelera y mi preocupación crece al escuchar sus sollozos.
Mis brazos lo rodean, le doy su tiempo, evito hacer preguntas para que se serene con mi calor.

-¿Me amas?...

Aquella pregunta me rompió el corazón, su voz temblaba, estaba roto, ¿Qué había pasado?, todo parecía ir bien antes.
Lo suelto para tomar sus mejillas y hacer que me mire.

-Te adoro

Miro sus ojos llenos de lágrimas y un nudo en la garganta se ha formado también.

-Yoongi, no sé porqué estás triste, pero el amor que yo te tengo es tan grande que no cabe aquí

Señalo mi pecho.

-Te amo demasiado, jamás tengas duda de lo que yo siento, por algo estoy a tu lado, tú eres mi hogar

Ahora yo me doy la libertad de abrazarlo, siento que quiero llorar, pero ya no quiero asustarlo.
¿Porqué siento como si se fuese a ir otra vez?

-¿Tú me amas?

Pregunto con anhelo, de verdad quería que lo dijera porque yo lo amaría hasta el final de los tiempos.
Siento sus brazos rodearme y sus labios en mi cabeza.
Comienzo a sonreír como tonta por su causa, levanto mi rostro para mirarlo, sus labios pequeños van a los míos para unirlos en un dulce beso.

-Te amo.. -Musita cerca mis labios.

Puedo sentir su aliento a alcohol y siento como si me embriagase también porque ya estoy sonriendo como estúpida. Su dedo pulgar acaricia mi mejilla y vuelve a juntar sus labios con los míos, sus manos van bajando hasta tomar mis muslos y poder cargarme, yo rodeo su cintura con mis piernas para evitar caer.

-Yoongi..no...no estamos en el departamento
-Pero en mi habitación si
-Yoongi...¿y si nos escuchan?
-Tranquila nena, si no quieres está bien, ¿ya cenaste?, ¿quieres que vayamos a cenar?

Hago un puchero y asiento, rodeo su cuello con mis brazos y me recuesto sobre  su hombro. Claro que quería hacerlo, pero no lo veía correcto hacerlo en casa de sus padres, Yoongi me hacía gritar todo el tiempo su nombre durante el sexo y si su madre nos escuchaba yo no podría verla a la cara nunca más.

El cielo era estrellado, había muchos árboles por esta zona, estábamos comiendo en un pequeño puesto callejero porque Yoongi dice que es la mejor forma de conocer la gastronomía de Daegu y de cualquier lugar.
Estamos sentados en una pequeña banca compartiendo de nuestra comida , bueno, yo le robaba su comida la mayor parte del tiempo y él no hacía nada al respecto más que robarme a mí de vez en cuando para molestarme.

Wine. EuforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora