22.

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Jamás me había sentido tan rota hasta este momento, sentía que a pesar de estar acostada en el sofá mi cuerpo se tambaleaba débilmente. No sé hace cuanto tiempo atrás llamé a Yoongi, pero él no ha tocado la puerta aún.
Mi cuerpo comienza a temblar y yo a titiritar, como si la habitación fuese un congelador o algo parecido.
La puerta suena de golpe y yo trato de levantarme sin sufrir una caída. Me apoyo de los muebles para tratar de llegar a la puerta y abrirla al fin.

Yoongi viste una playera blanca, una chaqueta de mezclilla  y unos jeans negros, su rostro me parece tan bonito, más de lo que me pareció esta mañana, tal vez porque cada vez que lo veo me parece más atractivo.

-estás borracha -afirmó.

Yo asentí y él ingresó al departamento. Miró alrededor y luego al volver a mirarme apreció como yo me tambaleaba de vuelta al sofá; me dejé caer sobre el mientras Yoongi seguía en donde mismo sin perderme de vista.
El silencio esta vez me abrumó más de lo que antes lo había hecho, ¿qué estaba haciendo?
Escondo mi rostro en mis manos para desahogarme conmigo misma, esto es realmente absurdo pero ya no hay marcha atrás.

-¿qué tienes?

Su voz me suena tan ausente de emoción, como si se desvaneciera de repente. Mis sollozos me atragantan cada vez que quiero hablar y eso parece frustrarle.

-¿Jinyoung te dijo alguna estupidez?

Negué.

-¿te hizo algo?

Negué de nuevo.

-entonces ¿qué tienes?

Sigo sin responder, es que no encuentro las palabras para expresarme.

-_____, estoy perdiendo la paciencia contigo
-¡te extraño demasiado! -lloriqueo de repente.

Parece quedarse en shock, pero después  de unos segundos me parece verle sonreír y comenzar a caminar.
Sus pasos se dirigen a mí, se pone de cuclillas para poder verme mejor a los ojos.

-me extrañas, ¿eh?
-deja de parecer un engreído
-entonces, ¿qué haces con tu puto novio y no conmigo?

De repente me dan ganas de abrazarle, pero algo dentro de mí me dice que no es lo correcto.

-él me quiere
-¿y yo no te quiero?

Ya comenzábamos a entrar en temas más profundos.

-no
-¿cómo sabes eso?
-porque me corriste aquel día en la fiesta de Namjoon -reí aún con lágrimas sobre mis mejillas, estoy muy mal, ¿porqué justamente ahora todo me parece gracioso?

Lo he dejado sin palabras y aunque el alcohol te hace decir cosas que no querías voy sintiendo un peso menos en mi pecho.

-¡me dijiste que no éramos nada!, ¿cómo pudiste decir algo así? -de repente reacciono que este tema es doloroso y desesperante.
-estaba borracho

Me levanté de golpe del sofá tambaleándome segundos después.

-¡¿y eso qué?!, ¡me volviste a echar al día siguiente!, ¡me ibas a comprar mi boleto de avión para volver a casa!

Yoongi sólo me mira, ni siquiera descifro lo que dice su mirada porque la mía está más que borrosa.

-di algo, lo que sea -le pedí.
-estas borracha, duérmete

Reí con ironía y cuando creí que mi corazón ya había llegado a su límite de romperse, vuelve a hacerlo al escucharlo tan tranquilo y sin ningún interés.

-¿eso es todo?
-¿qué quieres que diga?, ¿eh?

Ahogué un grito de frustración.

-¡lo que realmente sientes, cabrón!

Lloré más todavía, ahora por la desesperación y el coraje.

-¡detesto no saber lo que piensas!
-¿qué más da?, ¿acaso importa que te diga lo que siento cuando tú ya tienes a alguien más?
-¿me dejas ir así de fácil?

Sonrió.

-tú ya no me quieres a tu lado ____
-te he querido siempre, pero todo este tiempo tú te has comportado como un idiota
-ya te estás dando cuenta, y sé que me quieres y sabes que yo te quiero, pero eso no cambiará nada porque cuando estés sobria te darás cuenta que no dejarás al impecable Jinyoung por un bastardo como yo, créeme

Me contuve de derrumbarme en el suelo, pero tal vez tenía razón, tal vez el alcohol me despeja la mente y me hace volver a la realidad de querer estar con Yoongi aún sabiendo que es una mala idea y si él dice que cuando esté sobria no querré estar con él por no dejar a mi novio, entonces disfrutaré este momento. Lo abrazo del torso, me aferro a él y lloriqueo escondida en su pecho.

-Yoongi... -sollozo, es que me cuesta mucho dejarlo ir.

Siento su tacto sobre mi cabeza, acaricia mi cabello suavemente mientras me rodea con su brazo.

-tranquila -susurra.
-¿por qué te quiero tanto?

Suspiró, tal vez se dio cuenta que ya estoy desvariando. Me suelta de pronto y yo me tambaleo un poco pero no me quejo porque me toma en sus brazos soltando un bufido al final.

-pesas demasiado
-Yoongi
-¿qué?
-tú piel es muy pálida, ¿por qué?
-yo que sé, ¿tú cuarto está abierto?
-si

Camina por el pasillo que nos lleva a mi habitación, mis dedos van a acariciar sus mejillas.

-dime algo bonito
-tú
-¿yo qué?
-si no entendiste por borracha no es mi problema
-dime algo bonito -repetí.

Suspiró con desgano.

-no sé qué decir

Entramos a mi habitación y con cuidado me depositó en el centro de mi cama quedando casi sobre de mí.

-Yoongi
-¿qué quieres?
-¿por qué no te has quitado ese anillo?

Llevó su mirada al dicho objeto con nuestra frase plasmada, me regaló una sonrisa casi inexistente.

-porque no quiero
-dime una razón
-me gusta
-dime algo bonito

Puso los ojos en blanco, a mí el sueño comenzó a pesarme los párpados.

-no soy bueno diciendo cosas bonitas en momentos como este
-necesito escuchar algo bonito
-tú eres bonita
-quiero saber tus sentimientos hacia mí
-eres la que más los conoce
-dímelos
-no me hagas decir esto, por favor
-Yoongi...

Mis ojos se fueron cerrando lentamente por más que yo quisiera verle o escucharle, sólo espero que al despertar él siga aquí, junto a mí.
Yo ya había pasado muchas despedidas con Yoongi, pero la última siempre era peor que la anterior.

Wine. EuforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora