Capítulo especial

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Todo amor nuevo que aparece
nos ilumina la existencia,
nos la perfuma y enflorece.

En la más densa oscuridad
toda mujer es refulgencia
y todo amor es claridad.
Para curar la pertinaz
pena, en las almas escondida,
un nuevo amor es eficaz;
porque se posa en nuestro mal
sin lastimar nunca la herida,
como un destello en un cristal.

-Amado Nervo

El sonido del ferrocarril anuncia que está aquí, ha llegado.
Los pasajeros están impacientes por bajar y sobre todo, por encontrarse con algún ser querido que han esperado ver por un largo tiempo.

Park Jinyoung había vuelto, Londres le había dado lo mejor en su última exposición, pero sin duda lo mejor que tenía lo estaba esperando en Jinhae-gu.

Había estado en contacto con Shin Ye Eun, una compañera de universidad la cual volvió a encontrarse en su estancia en Londres, tristemente ella tuvo que volver antes a su ciudad natal, pero lo que vivieron ella y Jinyoung mientras estuvieron juntos no había nadie que lo pudiese borrar.
Es por eso que él la había ido a buscar.

Los nervios en el pelinegro habían crecido, había tratado de relajarse mientras venía en el vagón leyendo algún libro de Paulo Coelho, pero al tener su maleta en mano y caminar para bajar del vagón se dio cuenta que la tendría al fin en sus brazos y eso le ponía el mundo al revés, se sentía como una colegiala.

-¡Jinyoung ah!

Aquella vocecita tan dulce lo guió, la miró alzando su brazo y saludándolo con entusiasmo.
Él caminó hasta estar frente de ella, se miraron unos cuantos segundos hasta lograr sonreír.

-¿Tu viaje fue pesado?
-Un poco, no me gustan los aviones y tratar con mucha gente, si tan solo hubieras visto el aeropuerto de Incheon

La pelinegra soltó una risa suave.

-Lo entiendo

Silencio, ¿porqué habiendo vivido tanto en aquel invierno ahora parecía como si tuviesen miedo de hablarse?, quizá no querían echarlo a perder.
Pero hubo un momento donde ya no resistieron más y terminaron abrazándose, como si quisieran fundirse ahí mismo y permanecer así.

-Vamos a casa

Ella extendió su mano para que el pelinegro decidiera tomarla y caminar juntos a su nuevo destino.

¿Que también sabe hacer sufrir?
¿Que también sabe hacer llorar?
¿Que también sabe hacer morir?

-Es que tú no supiste amar...

Wine. EuforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora