Wine. Euforia

69.

Las cosas entre Yoongi y yo no eran del todo buenas.
Yo era una escritora silenciosa, una escritora que vivía del desamor, incluso si tenía a quien amar.
Él era un chico que estaba acostumbrado a recibir y no a dar, pero era el dueño de la mayoría de mi inspiración.

Una noche turbia llena de música y alcohol, pero una calle solitaria y engañosa Yoongi decidió dejarme; quería pensar que todo fue causa del alcohol, pero a la mañana siguiente confiando completamente en la sobriedad él me afirmó que en verdad quería dejarme.

Fue ahí donde comenzaron los meses más tétricos y solitarios de mi vida, donde comencé a llenarme de café, pintura, alcohol y palabras, todo lo que necesita un escritor para poder escribir su propia historia, ya no hacía falta correr tanto a la ficción.

Yoongi...no es que quiera que cambies...solo quiero que me ames, quiero que lo nuestro sea recíproco, necesito amor....tu amor.

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-¿Qué dices?

Los ojos de Yoongi me miraban sorprendidos, pero seguía un poco la desilusión en sus facciones.

-Recuerdo haber escrito esto cuando...c..cuando me dejaste, en la casa de Namjoon...

Él no puede creerlo estoy casi segura, puedo verlo en sus ojos.

-¿Te acuerdas de mí?

Veo que se acerca un poco más y mis sentidos se alteran nuevamente.

-Si... -contesto sin quitar la mirada de la suya ¿Cómo obtuve tanto valor?

Eso fue suficiente para que Yoongi me tomara entre sus brazos y se llenara de mí y yo de él, ni siquiera me dio más tiempo de contemplar mi libro, ni siquiera hubo más tiempo para hablar.

Toma mis mejillas y acerca sus labios para juntarlos con los míos, después baja sus manos a mi cintura, tiemblo por completo, rodeo su cuello con mis brazos como puedo.
Lo había extrañado tanto...esa parte de mí que desapareció, lo necesitaba de verdad.

Me toma de la cintura y me levanta cuando él se pone de pie, yo llevo mis piernas al rededor de su cintura y mientras nuestros cuerpos se reciben Yoongi me lleva camino a la habitación.