Después del trayecto de poco más de 5 minutos, ambos policías llegaron a su destino y se bajaron del coche una vez que consiguieron aparcar en la abarrotada calle. Alfred siguió guiando al demonio hasta su casa, la cual tenía el mismo aspecto que las demás: tradicional, mimetizada con el ambiente, de tonos claros y grande. Al verla por fuera Arthur supuso que tendría dos plantas. Se veía acogedora, y una vez que entró lo corroboró. La calefacción hacía su trabajo correctamente y calentaba la estancia para que el frío de la calle no los congelara. Aunque el demonio no entendía de dónde venía ese calor, ya que no veía ninguna chimenea por el momento. Nada más entrar, el hermano de Alfred fue a la entrada para recibirlos con una sonrisa tímida.
- Hola Alfred... Tú debes de ser Arthur ¿verdad?
- Así es. Encantado.
- Igualmente. Yo soy Matthew.El otro inglés parecía ser tímido, o al menos eso pensó Arthur. Su tono de voz era tan bajo que le costaba escucharlo. Este se acercó al demonio para estrecharle la mano y segundos después se separó para centrar su atención esta vez en su hermano.
- Ya mismo está la comida, id sentándoos.
- Okay~ Ven Arthur, te llevaré al salón.El demonio no dijo nada más y simplemente se limitó a seguirlo de nuevo hasta lo que era el salón. Grande, acogedor, agradable... Como cualquier casa familiar. Aunque allí, al parecer, solo vivían ellos dos. Alfred le indicó que se sentara en el sofá y eso hizo, mientras que el inglés se sentó en uno de los dos sillones que había también alrededor de la mesa. Una vez acomodado lo miró con una leve sonrisa y se echó hacia adelante.
- Siento haberte traído aquí tan de repente, sin conocernos apenas. Mi hermano insistió en que vinieras~
- No te preocupes, no me importa.Arthur le sonrió también y el móvil de Alfred volvió a interrumpir su conversación. Lo sacó del bolsillo al sentirlo vibrar y miró el mensaje que le había llegado, convirtiéndose su sonrisa en una mueca de desagrado.
- ¿Qué ocurre?
La voz del demonio lo sacó de sus pensamientos y alzó la vista para volver a mirarlo, intentando aparentar que no le pasaba nada. Cosa que no sabía hacer muy bien.
- Nada importante... Me ha enviado el forense los informes ya oficiales sobre las muertes de mis compañeros.
- Ya veo...Alfred regresó su mirada al móvil para escribirle algo a su contacto y acto seguido hizo el amago de guardárselo, pero Arthur lo detuvo antes de hacerlo.
- Un momento... ¿Podría saber quiénes son los fallecidos?
- ¿Eh? Bueno, sí, claro...Buscó el documento que le habían enviado y se puso a recitar sus nombres con un tono de voz algo bajo debido a la frustración. 5 compañeros más que tendría que olvidar, por no hablar de sus familias. De nuevo tendría que informarles de sus pérdidas, y lo odiaba. Todas las culpas y maldiciones iban a él, quien era el que más se preocupaba por ellos. Sus superiores tenían razón, estaban muriendo muchos en sus manos, pero no sabía qué más hacer para protegerlos. No encontraba la forma de detener a las criaturas.
- Jean Thompson, Louis Hawk, Andrew Wayne, Carl Morrison y Steve Bramson.
Al terminar de leer, apagó y guardó el móvil de una vez y volvió a mirar al demonio, encontrándose esta vez con su rostro algo sorprendido. Arthur reaccionó de inmediato en cuanto escuchó su nombre, el nombre del padre del chico. No podía haber muerto él también.
- ¿Arthur?
Cuando escuchó su nombre, regresó de sus pensamientos y centró la atención en Alfred, quien esperaba a su explicación algo confuso. No sabía qué responderle, si inventarse algo o decirle la verdad. Al final optó por contarle lo que le pasó, sintiéndose algo mal al recordar la petición del muchacho. Tuvo que desviar la mirada al suelo para poder hablar mientras su cabeza se ponía a pensar en qué podría hacer con él. Alguien tendría que cuidarlo, no podía quedarse solo. No podía dejarlo solo.

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Mundo en Caos
Fanfic[UsUk / UkUs] Sin poder parar aquella masacre, la policía de Londres hacía todo lo que tenía en su mano para frenar los homicidios que llevaban sucediendo desde hace 6 años. Monstruos sacados de películas de terror iban invadiendo la ciudad y nadie...