La cena transcurrió sin problemas, más que nada porque ambos limitaron la charla a hablar sobre la comida. Arthur percibía que algo no andaba bien, pero solo tenía que esperar hasta que salieran de allí para saber qué era lo que mantenía al inglés tan ocupado como para que no le dirigiese ni la mirada. El demonio se apresuró en llamar al camarero para pedir la cuenta una vez que dio por finalizada la cena y decidieron que cada uno pagaría su comida. Aunque aquello le costó un poco al de ojos azules, ya que insistía en querer pagarlo todo. Para cuando salieron del restaurante eran ya las once menos veinte, y poca gente seguía en la calle debido al frío. Sin embargo, Alfred dijo que darían un paseo y así sería a pesar de que a él también empezaba a afectarle. Lamentaba no haber cogido una bufanda o unos guantes, y Arthur se percató de ello. Después de todo no era muy difícil verlo. El inglés se frotaba las manos de vez en cuando y se había abrochado el abrigo al máximo.
- ¿Quieres volver a casa? Tienes frío ¿verdad?
- ¡No no! Estoy bien, entraré en calor rápido.El demonio lo dejó estar al ver en sus ojos tanta determinación, aunque al principio no entendió del todo sus palabras. Alfred apartó su mirada de nuevo al suelo y se detuvo pocos segundos después, quedándose ambos a mitad de camino de llegar al Puente de la Torre. Por un instante el inglés dejó que el silencio los invadiese, deseando que ocurriera algo para evitar decirle lo que lo reconcomía por dentro, pero al final cogió valor y se giró hacia Arthur. Su rostro estaba algo sonrojado debido al frío y a la vergüenza que iba sintiendo, mientras que el demonio se limitó a observarle confuso y curioso.
- A ver... N-no se me dan bien las palabras, ya lo sabes... Así que no esperes un discurso emotivo.
- ¿Vale? Deja de darle tantas vueltas al tema y suéltalo ya, me tienes en ascuas.El de ojos verdes rio levemente para intentar calmarlo, pero sus nervios no se iban a disipar tan fácilmente. Sus ojos azules regresaron al suelo y apretó las manos que había metido dentro de los bolsillos del abrigo en cuanto salieron del restaurante.
- E-esto... La verdad es que sigo sin estar muy seguro de ello... Es la primera vez que me pasa porque y-yo pensaba que era... Hetero.
Ante sus palabras, Arthur confirmó lo que llevaba pensando toda la noche. No pudo evitar sonrojarse un poco también y se le escapó una leve sonrisa que el inglés no pudo ver al estar más pendiente del suelo. Sin embargo, aunque los nervios fueron en aumento conforme iba hablando, se desvió tanto del tema que el demonio intentaba no reírse. En mitad de su discurso Alfred consiguió mirarlo a los ojos sin percatarse de su divagación.
- Por eso no sé muy bien cómo tratar esto... Además, aunque hayas dimitido, seguimos siendo compañeros de trabajo y no veo muy ético todo esto, por no hablar de que tampoco sé cómo es una relación homosexual... ¡Que no digo que esté en contra! N-no me importa en absoluto, es decir, estoy a favor y todo eso pero no tengo nada de experiencia y tú seguramente sí, obvio que sí mírate... ¡Q-quiero decir que tú...! ¡No lo digo a malas! Es solo que h-habrás tenido muchas relaciones con lo guapo que eres y seguramente la acabe cagando como lo hago siempre y esta vez quiero que todo vaya bien porque m-me caes muy bien y-
Arthur no aguantó más tanta palabrería y lo agarró del abrigo para acercarlo a él y besarlo, callando de una vez sus desvaríos. No se dio cuenta hasta ese mismo momento de las ganas que tenía de besarlo, de volver a sentir el calor de alguien cerca de su cuerpo frío y roto. El inglés se mantuvo inmóvil, sin saber muy bien cómo reaccionar. Al cabo de unos segundos el demonio se apartó de él al ver que no hacía nada y lo miró con una pequeña sonrisa divertida al ver su rostro aún más rojo que antes.
- ¿Tanto te costaba decir "me gustas"?
- ¡C-cállate! ¡No es tan fácil!Alfred prosiguió su caminata hacia el puente dejando atrás al de ojos verdes, quien tuvo que aguantarse de nuevo la risa. Se apresuró en volver con él y puso una bufanda negra alrededor de su cuello, la cual hizo aparecer de la nada con sus poderes. El inglés se sobresaltó un poco al sentir el tacto suave de aquella tela y volteó su cabeza hacia Arthur, quien volvía a estar a su lado mirándole con una leve sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Mundo en Caos
Fanfiction[UsUk / UkUs] Sin poder parar aquella masacre, la policía de Londres hacía todo lo que tenía en su mano para frenar los homicidios que llevaban sucediendo desde hace 6 años. Monstruos sacados de películas de terror iban invadiendo la ciudad y nadie...