Arthur sabía que ya no tenía que preocuparse por lo de ser gay en aquella época, pero la respuesta del inglés se estaba haciendo de rogar y cada vez estaba más nervioso. ¿Y si Alfred era homófobo? Se atrevió a bajar la mirada para observarle y pudo ver, entre las luces de neón parpadeantes y constantes, su rostro algo sorprendido. Por suerte su compañero se apresuró en contestarle cuando sus ojos se cruzaron, apartando la vista casi inmediatamente.
- V-vaya, esto... No me esperaba algo así, no lo aparentas mucho...
- Me gusta llevarlo en secreto.El inglés lo miró de soslayo un momento y se percató de la mirada perdida del demonio. Sus ojos se dirigieron a un lugar cualquiera del local, arrepintiéndose un poco de habérselo contado. Pero no porque fuera él, sino porque pudieran enterarse otras personas no tan simpáticas como Alfred en un futuro. Sabía que él no se lo contaría a nadie pero la duda estaba ahí.
- ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo ser como eres? Sé que hay quienes aún no aceptan que el mundo no solo está repleto de gente hetero pero... La gran mayoría lo acepta, como yo.
Sus palabras hicieron que los ojos verdes de Arthur regresaran con los azules del inglés, aunque debido a la iluminación parecían cambiar de color a cada segundo. Su sonrisa amable hizo que el corazón congelado del demonio temblara, siendo aquello la primera vez que recibía algo de afecto de alguien. Bajó los brazos del sofá para posarlos sobre sus piernas y apretó levemente los puños al recordar lo que tuvo que aguantar en el pasado. Una leve sonrisa acabó escapándose de su rostro al no poder retener su felicidad. Nunca pensó que se alegraría tanto de haber conocido a alguien así.
- Gracias... Lo aprecio mucho, de verdad.
- Anda anda, no te pongas así.Alfred le correspondió la sonrisa con otra más amplia y la camarera de antes, ahora con los whiskies, interrumpió su conversación al dejar las bebidas sobre la mesa.
- Son 14 dólares.
- Pago yo.El inglés se apresuró en sacar el dinero y se lo dio a la chica, quien se fue con su bandeja inmediatamente después de recibir los billetes. Cuando estuvieron de nuevo solos Arthur desvió la mirada a su compañero y este le respondió antes de siquiera poder reprocharle nada.
- Ya te has gastado mucho con la chica de antes. Déjame pagar algo a mí, ¿no?
Le guiñó un ojo imitando las burlas que le hacía a veces Arthur a él y el demonio rio un poco ante su iniciativa. Llevó una de las manos hacia su vaso de whisky y le dio un corto sorbo sin dejar de mirar a su acompañante.
- Muy bien, pero tampoco te pases.
- Habló el que le dio una propina de 50 libras a una striper.
- Pues eso era poco.Alfred abrió la boca con la intención de quejarse sobre ello, pero al final decidió callárselo y dejó salir en su lugar un pequeño suspiro mientras dirigía la mano hacia su vaso.
- No sé por qué viene aquí la gente... Es gastarse el dinero a lo tonto.
- Bueno... Los instintos básicos pueden con ellos, supongo, y es la vía rápida. Esto es mucho más fácil que intentar ligar en un bar.
- Ya...El inglés permanecía con la mirada perdida en su vaso y se mantuvo así unos segundos más, pensando en si darle un sorbo o no. Ante aquella escena Arthur no pudo evitar sonreír levemente y se acercó su propio vaso a los labios.
- ¿Acaso es tu primera vez bebiendo alcohol?
- ¿Qué? C-claro que no.Los ojos de Alfred se movieron unos segundos hacia el demonio para responderle y acto seguido regresaron al vaso, el cual seguía aún por donde se lo había llenado la camarera. En cambio, el de Arthur ya casi estaba vacío. El alcohol no era nada para él. No lo era ni lo es. Después de todo ya no podía sentir cómo quemaba el whisky su garganta conforme bajaba por el esófago mientras hacía su efecto en el estómago, embriagando su mente. Su última borrachera fue hace años.
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Mundo en Caos
Fanfiction[UsUk / UkUs] Sin poder parar aquella masacre, la policía de Londres hacía todo lo que tenía en su mano para frenar los homicidios que llevaban sucediendo desde hace 6 años. Monstruos sacados de películas de terror iban invadiendo la ciudad y nadie...