El día siguiente no fue mucho mejor que el anterior. Arthur tenía pensando disculparse por ponerse tan agresivo anoche, pero ni siquiera tuvo la oportunidad de hacerlo. En cuanto llegó a la comisaría volvió a encontrarse el despacho vacío, y en un principio pensó que Alfred iba a llegar algo más tarde otra vez. Sin embargo, al ver que pasaban los minutos y que el inglés no llegaba, fue a preguntar a recepción y le dijeron que había llamado para tomarse el día libre. Cuando regresó al despacho dio un pequeño puñetazo a la pared, frustrado consigo mismo por haber reaccionado de aquella manera con su compañero el otro día. Por su culpa el de ojos azules no quería ni verlo, porque que hubiese decidido tomarse el día libre él, que siempre estaba trabajando, significaba que era problema suyo. Intentó tranquilizarse haciendo un par de respiraciones lentas y fue al ordenador para ver qué debía hacer hoy. Ya pensaría en una buena disculpa durante el día. Por suerte recordó su cita con Antonio y le mandó un mensaje para avisarle de que al final tendrían que posponerlo para otro día. No tardó en responderle que no pasaba nada y dejó salir un suspiro pesado antes de ir hacia el parking para empezar a trabajar.
Mientras tanto, en ese mismo momento, Alfred se encontraba pensativo sobre su cama mientras miraba el techo. A diferencia de lo que pensaba Arthur, el inglés no había ido a trabajar por temor a lo que pudiera pasar una vez que se reencontrase con su compañero. Aún no sabía qué decirle ni cómo actuar a su lado. Si lo veía de nuevo sin una idea clara en la cabeza acabaría echándole la culpa de más cosas que no tenían que ver con él. Quería poder comportarse como antes, como buenos amigos. No obstante, Alfred empezó a pensar que tal vez ese era el problema. El demonio lo había cambiado demasiado. Le había hecho sentir cosas que ni siquiera sabía que existían en su interior, y aquello le confundía tanto que no podía ver al de ojos verdes hasta haberse tranquilizado y mentalizado un poco sobre lo que le estaba pasando. Quería reconciliarse con él pero antes debía pensar el cómo disculparse o, más bien, el cómo se sentía para poder explicarle el motivo de su comportamiento de ayer.
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El día pasó algo lento para ambos, quienes seguían con sus pensamientos contradictorios, dándole vueltas a un tema que sería mucho más fácil de abordar si simplemente los dos se pusieran a hablar de ello. Arthur, en cuanto terminó de patrullar, dejó el vehículo junto a los demás en el parking de la comisaría y se fue de allí para ir buscando la ubicación de aquella fiesta. Con suerte se encontraría con Alfred allí, si es que al final decidía ir. Miraba su teléfono sin saber muy bien cómo se usaba el Google Maps, pero al final consiguió llegar hasta el local del que le habló su compañera. Se metió en el callejón más cercano que había para cambiarse de ropa y, una vez con su disfraz listo, regresó a la puerta del local para llamar de una vez. Tardaron un par de segundos que para él se hicieron eternos al estar mirándole todo el mundo que pasaba por allí.
- ¡Hola Arthur! Qué guapo el disfraz, muy sexy.
La chica le guiñó un ojo mientras reía suavemente y se apartó para dejarle pasar a la fiesta. Su disfraz no iba con esa intención, ni siquiera había pensando en ponerse uno que llamara la atención. Eso era lo único que no quería, pero al parecer su elección no fue muy acertada. Entró con una leve sonrisa ante su cumplido y avanzó hacia el pequeño grupo de gente que ya había allí.
- Aún queda gente por venir. Sírvete lo que quieras mientras.
La chica se puso a su lado después de cerrar la puerta y le señaló al demonio dónde estaba la barra por si quería beber algo.
- Gracias.
Le dedicó otra pequeña sonrisa a la muchacha y esta se la devolvió antes de irse de nuevo con su grupo de amigas. Arthur se fue entonces a la barra para pedirse una cerveza, y el camarero que habían contratado tampoco pasó por alto su disfraz.
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Mundo en Caos
Fanfic[UsUk / UkUs] Sin poder parar aquella masacre, la policía de Londres hacía todo lo que tenía en su mano para frenar los homicidios que llevaban sucediendo desde hace 6 años. Monstruos sacados de películas de terror iban invadiendo la ciudad y nadie...