Mundo en Caos

[Capítulo 17]

Geremy se incorporó de nuevo en la cama mientras Arthur apartaba su mano y lo miraba expectante, esperando a oír lo que le fuera a decir.

- Vaale... De acuerdo, bien. Déjame ir primero al baño y ahora te pongo al día...

Aún algo somnoliento se levantó de la cama después de que el demonio se apartara para dejarle salir y abrió la puerta de la habitación para recorrer el pasillo y entrar en el baño. El breve minuto que estuvo solo, Arthur volvió a mirar el reloj y solo habían pasado unos 4 minutos. Si todo terminaba rápido incluso lograría llegar a tiempo al trabajo, aunque no supiera ni a qué hora tenía que estar allí.

- Veamos...

Geremy regresó, cerrando la puerta tras de sí, y se puso a buscar algo en los cajones de su escritorio. El demonio lo observaba en silencio desde la cama, no quería molestarlo ya que ni sabía lo que estaba haciendo. Tardó un poco en encontrar lo que buscaba pero, en cuanto lo logró, cerró el cajón y se giró hacia Arthur para enseñarle un reloj de pulsera.

- Toma esto, así sabrás qué hora es y no me molestarás más a las 7 de la mañana.

Le sonrió levemente e hizo que lo cogiera, ya que el demonio parecía estar demasiado absorto observando aquel objeto como para reaccionar y cogerlo por sí mismo.

- Qué reloj más pequeño...

Arthur lo miraba curioso y confuso, ya que no entendía para qué servía la correa que rodeaba al reloj.

- Ya veo que no sabes cómo se pone... Extiende el brazo izquierdo anda.

Geremy volvió a coger el reloj y, una vez que el demonio le extendió el brazo aún confuso, se lo colocó en la muñeca.

- Listo. Lo siguiente que deberías tener es un móvil, pero eso ya no te lo puedo proporcionar yo.
- He visto unos cuantos de esos... Creo. ¿Para qué sirven?

Apartó su atención al fin del reloj para fijarse en el chico, quien se volvió a sentar en la cama a su lado a lo indio.

- Pues para todo. Para llamar a alguien, mandar mensajes, también puedes instalar juegos...
- ¿Llamar? ¿A qué te refieres?

Geremy pareció exasperarse por un momento al pensar en todo lo que tendría que explicarle, pero simplemente se estiró un poco para alcanzar su móvil que se encontraba en el escritorio y se lo enseñó.

- Esto es un móvil. Principalmente sirve para poder comunicarte con quien sea, esté donde esté.
- ¿En serio? ¿Y eso cómo se hace?

Por un momento el chico tuvo que aguantarse una pequeña risa que amenazaba con salir de su garganta al ver cómo se encontraba su acompañante, mirándolo ensimismado y asombrado por lo que podía hacer aquel aparato. Se tranquilizó y siguió explicándole su funcionamiento con calma.

- Primero debes agregar a las personas con las que quieres hablar aquí...

Geremy le enseñó el menú de contactos para que viera cómo era y, acto seguido, se metio en WhatsApp para mostrarle cómo enviarle mensajes a esas personas.

- Una vez que hayas agregado a alguien, y habiéndote descargado esta app, te aparecerán aquí para que puedas mandarles un mensaje.

A pesar de la claridad con lo que se lo explicaba, Arthur lo miraba sin enterarse de nada. Aún le parecía increíble que pudiera hablar con alguien a través de aquel aparato. El chico alzó la vista hacia él y, al ver cómo se encontraba, volvió a dejar el móvil en la mesa suspirando levemente.

- Mejor te lo explico todo una vez que consigas uno.
- Sí, mejor... Porque ya me preguntaron por mi número de teléfono y no sabía qué hacer...
- Es que ahora todo el mundo tiene un móvil, lo raro es no tenerlo. Cómprate uno enseguida.
- Okay...