Hoy es el último día que tenemos para terminar uno de los mil trabajos que contiene el curso de debate.
Por suerte es el último trabajo del semestre académico antes de las ansiadas vacaciones producto de las fiestas.
¡Por fin un descanso!
Aunque antes de eso debemos rendir los exámenes y entregar los informes que nos solicitan. Estrés por toneladas, bienvenido sólo porque anuncia un receso en mi último año como estudiante.
La vida es hermosa cuando puedes descansar de adultos que están encima de ti tratando de inculcarte conocimientos y haciendo de ti un hombre de bien. O creyendo que lo hacen.
En fin, mi humor está tan alto que creo que puedo tocar las nubes. Tanto así, que no me ha molestado venir un viernes por la tarde a la biblioteca a terminar el trabajo junto a mi camarada en la clase de debate.
Al entrar, lo primero que busco es una cabellera castaña de aspecto brillante. Me paseo entre las mesas atestadas de estudiantes con los nervios a flor de piel ante la inminente masacre de final de semestre. Sonrío con satisfacción. Nunca ha sido para mí una masacre, siempre obtengo las mejores calificaciones.
Luego de recorrer cada rincón, logro divisar en uno de ellos a una chica menuda escondida entre sus brazos; parte de su cabello está desparramado en la mesa. Sonrío ante la imagen y me acerco lentamente. Me siento a su lado y me inclino para que mi boca quede cerca de su oreja.
─Hola, guapa─ susurro.
Su cuerpo se endereza de inmediato mientras acomoda su cabello y el color sube por su rostro.
─Lo siento, me dormí─ dice avergonzada a la vez que acomoda su cabello detrás de su oreja.
─Me di cuenta─ afirmo mi codo en la mesa para sostener mi cabeza con la mano. La miro sin dejar de sonreír. Con el dedo índice de mi mano libre doy suaves toques en su frente, de lado a lado. Aquel lugar se arruga─ Tienes marcado el espiral del cuaderno─.
─Oh─ lleva su mano hasta su frente y yo retiro la mía. Una sonrisa se forma en sus labios─ Se siente extraño─ estira y arruga su frente una y otra vez.
Una carcajada se me escapa lo que causa que me gane varias miradas de reprobación.
─Shhh, nos correrán─ susurra la morena.
─A ti deberían haberte corrido por dormirte─ golpeo su nariz con mi dedo índice─ ¿No sabes que está prohibido dormir en la biblioteca? ─.
─No─ se encoge de hombros─ No puedo ver los letreros de prohibición─ me dedica una sonrisa que hace que un escalofrío me recorra.
─No sabía que desafiabas la ley─ me cruzo de brazos mientras alzo una ceja.
─Hay muchas cosas que no sabes de mí, David─ suspira.
─Cuéntamelas─.
─Luego tendría que matarte─.
─Me harías un favor─ de pronto soy consciente de que un mechón de su cabello está entre mis dedos. Es suave, sedoso...Lo dejo ir.
─¿Y luego con quién haría el trabajo? ─ sus ojos no dejan de estar anclados a los míos─ ¿Cómo le explicaría al profesor que mi compañero desapareció? ¿Y a Matt? ¿O a tus padres? ─ su rostro se contrae en horror─ ¡Dios, no! ─ sacude su cuerpo.
Otra carcajada se me escapa y las miradas de odio vuelven a estar puestas en mí.
─Me expulsarán por tu culpa─ digo, tratando de contener mi risa.
─Lo siento─ hace una mueca─ Será mejor que terminemos el trabajo, Violeta vendrá por mí cuando terminemos y no quiero que ande sola tan tarde─.
─Puedo llevarte─ digo sin importancia.
─No te preocupes, mientras nos apresuremos, todo estará bien─ sonríe.
─Para que el trabajo quede bien debemos hacerlo con tranquilidad, así que yo te llevaré─ tomo el computador de Belle que está sobre la mesa.
─Pero David...─.
─Estoy de acuerdo en que hay varias maneras de debatir, pero creo que es necesario que nombremos cuáles son esas maneras─ interrumpo.
Ella suspira. He ganado la conversación.
─¿Recuerdas que no nos involucraríamos más allá de lo referente a compañeros? ─ con Belle nunca gano. Un suspiro de resignación sale de mis labios.
─Belle...─ la miro. Como me desespera lo expresivo que son sus ojos. Cafés, brillantes, comprensivos, anhelantes...─Quiero ser tu amigo, Belle─ mi voz suena derrotada, hasta suplicante.
─¿Estás seguro? ─ hay algo en su voz y en su mirada que no logro descifrar.
─No lucharé contra la corriente. Estoy aburrido de hacerlo, Belle─ en todo sentido. Suspiro─ Si el destino, el karma, Matt, Dios, o quien sea, quiere que sea tu amigo, lo seré─ me encojo de hombros.
─Bien─ dice, y su atención se desvía hacia el computador.
¿Sólo bien? ¿No saltará en un pie? ¿No me dirá "ya sabía que querías ser mi amigo"? ¿No me dirá lo contenta que está porque he sucumbido a sus encantos?
─Eres frustrante─ digo molesto. Su cabeza gira como la del exorcista.
─¿Qué? ─.
─Te digo que quiero ser tu amigo y tú sólo me dices "bien" ─ me cruzo de brazos.
─Es raro que una persona de tu edad te proponga ser amigos─ sonríe─ La última vez que alguien me propuso algo así, fue cuando yo tenía alrededor de cinco años. Aquella vez salté a los brazos de él, pero hoy no creo que sea lo correcto y supongo que tampoco te gustan esas demostraciones de afecto─ se encoge de hombros.
─Supones mal─ murmuro.
"─Por favor nunca dejes de abrazarme de esta manera, ma─ digo entre sus brazos─ Me encanta que tú y papá me abracen─ me aprieta aún más fuerte contra su cuerpo."
Pero ella no escucha mis palabras. Ninguna de las dos.
─Belle─ digo serio─ Quiero que te sientas con la libertad de tratarme como a un amigo y que yo confiaré en ti como una amiga, aunque no sepa del todo como se hace, pero lo intentaré, porque cuando digo que estoy aburrido de nadar contra la corriente, es porque realmente lo estoy y quiero un poco de esa paz que a ti te envuelve y si para eso tengo que estar cerca de ti y ser tu amigo, lo haré. Llámame egoísta, no me importa─.
─¿No me reclamarás luego? ─ sus párpados se achican, como queriendo descubrir algo.
─Puede que sí─ sonrío─ El ser tu amigo no me quita lo patán, ¿lo sabes, verdad? ─ me acerco a ella.
─Mi primer objetivo como tu amiga será quitarte lo patán─ sonríe mostrándome sus dientes.
Y el mío será quitarte lo algodón de azúcar y todo lo que eso conlleva.
Todo.

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Sólo Siente [#1]
Roman pour AdolescentsReprimir lo que sientes para sobrellevar el mundo puede convertirse en un martirio si te enfrentas a algodón de azúcar y chocolate caliente, porque te obliga a experimentar las mil y una sensaciones que puede producir, incluso, puede contactarte con...