No de sangre

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Por segunda vez me encuentro con la morena enterrada entre sus brazos. Esta vez, un mechón de su cabello descansa dentro de la sopa, de extraña procedencia, a medio comer.

─Has arruinado tu cabello─ digo sentándome a su lado e intentando limpiar su cabello con una servilleta.

─¿Mmm? ─ dice aún soñolienta.

─Tu cabello estaba dentro de esa poción mágica. Puedo apostar a que ahora cambiará de color y que extrañas criaturas mitológicas saldrán de él─ bromeo. Ella ríe.

─No me molestaría si salieran hadas─ se encoge de hombros.

─Te verías aún más adorable─ suelto su cabello una vez que está limpio.

─Gracias─ sonríe tomando el mechón que acabo de soltar para inspeccionar con sus dedos qué tan arruinado quedó─ Oleré a poción mágica todo el día─ suspira con tristeza.

─O puedes ir al baño y lavarlo─ doy un pequeño tirón a su cabello.

─Además eres inteligente─ dice como si hubiese descubierto algo impensado.

─Ja─ ruedo los ojos─ Ahora dime por qué te andas quedando dormida en todos los lugares─.

─Porque casi no he dormido estos días─ suspira con cansancio─ He tenido que estudiar para los exámenes finales, ayudar a mamá con las compras navideñas, aunque no soy de mucha ayuda, y además organizar el cumpleaños de Violeta. Ha sido catastrófico─ cubre su rostro con ambas manos como si de esa manera pudiese desaparecer.

─¿Cumpleaños de Violeta? ─ digo con extrañeza─ ¿Y tú no estás de cumpleaños? ─.

─No─ dice como si fuese obvio que lo supiera.

─¿Tú y Violeta no están de cumpleaños el mismo día? ─ niega con la cabeza─ ¿Tienen la misma edad? ─ ella asiente─ ¿Y por qué no cumplen años el mismo día? ¿Son como aquellos mellizos que nacen en días diferentes? ─.

─Ooohhh─ dice comprendiendo mi confusión─ Violeta no es mi hermana de sangre, pensé que lo sabías─ frunce el ceño.

─¿Qué? ─ digo aún más confundido que antes─ ¿Pero son hermanas? ─.

─Sí, pero no de sangre─ insiste.

─Belle, no entiendo─ suspiro con frustración─ Ambas le dijeron mamá y papá a sus padres, me dijiste que Violeta era tu hermana cuando te conocí y asumí que eran mellizas─.

─Asumiste mal, David─ suelta una risita─ Ella sí es mi hermana, sólo que no biológica─ suspira─ Mi madre es mi madre biológica y es la madre adoptiva de Violeta y el padre de Violeta es su padre biológico y mi padre adoptivo─ explica.

─¿Por qué? ─ ella vuelve a reír─ No te rías, estoy muy confundido en este momento─.

─Mi madre conoció al padre de Viole en la iglesia, de alguna manera, entre tanta gente, coincidieron un día domingo sentándose uno al lado del otro. Comenzaron a hablar y en esa conversación salió a la luz que mi madre estaba sin trabajo en búsqueda de uno. El padre de Violeta le ofreció hablar con su jefe del restaurante en donde él trabajaba. Mamá aceptó y comenzaron a trabajar juntos y a pasar mucho tiempo juntos─ sonríe─ Un día el padre de Violeta le robó un beso a mamá cuando la fue a dejar a casa y desde esa vez nunca más se despidieron de beso en la mejilla. Luego se hicieron novios y al poco tiempo se comprometieron y casaron─.

─¿Y dónde entran ustedes en esa historia? ─.

─Oh, siempre estuvimos allí─ sonríe─ Mamá era una mujer soltera que lo único que poseía era un daño profundo en su corazón, una hija ciega y una madre enferma que lo único que la retenía en esta tierra era ver feliz a su hija y nieta. Y el padre de Violeta era un hombre viudo con una pequeña hija, muy cotizado por las mujeres ante el amor que de él desprendía. Dios los juntó, se hicieron amigos y se amaron hasta el punto de sanarse mutuamente─ sonríe con ensueño─ Tú los conociste, puedes juzgar tú mismo─.

Sólo Siente [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora