Acabo de salir de una reunión en el bufete. Tras haber seguido el consejo de Belle sobre contarle a mi padre y al de Matt las sospechas que teníamos con mi amigo, sobre algunas personas, las cosas han ido mejorando poco a poco. Hay varias hipótesis que hemos corroborado, ahora sólo nos falta confirmar la hipótesis principal, pero eso requiere un poco más de investigación.
Estoy exhausto, pero eso no impide que vaya de camino a visitar a mi novia.
No, novia no; Prometida.
Todos enloquecieron con la noticia al enterarse. Fue un secreto entre Isidora y yo.
Ya hemos comenzado con los preparativos, aun cuando hace apenas unos días se lo propuse. Amelie y mi madre ya han comenzado a hablar del menú.
Todos los días me llegan correos sobre propuestas de comida para el gran día.
En fin, no he recibido llamadas ni mensajes de Belle, lo que me parece extraño, porque constantemente estamos hablando.
Me estaciono frente a la casa de los Miller. Tomo el chocolate que le he comprado a Belle y me bajo del auto. Golpeo la puerta de la casa con suavidad.
La puerta se abre y la sonrisa dulce de Amelie me recibe.
─Hola─ sonrío y beso la mejilla de Amelie.
─Hola, David─ responde con suavidad.
─¿Está Belle? ─ digo mirando hacia dentro. Ella no me invita a pasar, lo que me produce extrañeza considerando la hospitalidad que caracteriza a Amelie.
─No─ me mira y sus ojos se vuelve cálidos─ Es decir, sí está, pero dormida. No se ha sentido muy bien─ sus palabras suenan tristes.
─¿Por qué? ─ frunzo el ceño con preocupación─ ¿Ella tuvo alguna discusión o estuvo sometida a estrés? ─.
─¿No lo sabes? ─ es su turno de fruncir el ceño. Niego con mi cabeza y la preocupación aumenta considerablemente.
─¿Qué sucedió, Amelie? ─ digo con seriedad.
─Nos enviaron un video donde apareces tú con una chica─.
La miro. ¿Qué video? ¿Qué chica?
─¿Nos? ─ replico sin entender─ ¿Qué chica, Amelie? ¿De qué video hablas? ─.
─Es un video que llegó a mi correo y al de Joseph─ suspira─ Violeta nos dijo que era una chica de la universidad, no recuerdo su nombre─ dice en tono de disculpa─ El video es demasiado comprometedor, David─ siento la decepción en sus palabras.
Siento mi corazón subirse por mi garganta. La sangre ha tapado mis oídos. Me siento mareado.
─Eso no es cierto─ murmuro─ Quiero hablar con Belle─ la miro. El rostro de Amelie es borroso.
─No creo que sea buena idea, David─ pone una de sus manos en mi brazo en un gesto consolador.
─Amelie, yo...─ trago saliva y todo se quema en mi interior─ ¿Esto es una broma, verdad? ─ digo intentando sonreír.
─No, cariño, el video...─
─Quiero verlo─ la interrumpo. Ella se hace a un lado y yo entro.
Joseph está de pie en medio de la sala. Sus brazos cruzados sobre su pecho.
─Ahí lo tienes─ dice con seriedad. Miro hacia la pequeña mesa de centro en la que se encuentra el computador.
El video está reproduciéndose.
Ese lugar lo conozco. Es un cuarto. Hay una cama matrimonial de sábanas y edredón blanco. A cada lado de la cama hay un velador con lámparas.
El cuarto de hotel en el que desperté luego de asistir a la fiesta post-juego.
La chica es rubia y delgada y está sobre el chico, desnuda.
El chico soy yo.
Tomo mi cabeza con ambas manos, intentando recordar lo que sucedió aquella noche, pero no lo logro.
Todo está perdido.
Amelie baja la pantalla del computador.
─Yo no lo recuerdo─ murmuro─ Quiero hablar con Belle─ los miro─ Quiero explicarle que...─.
─Ella no hablará contigo, no lo permitiré─ dice Joseph con seguridad.
─Ella es mi novia─ lo miro─ Nos vamos a casar...─.
─No, ya no lo harán─ sentencia el señor Miller.
─Mamá...─ una voz apenas audible llega a mis oídos.
De forma instantánea, la miro.
Su piel luce pálida y su cabello está alborotado.
No puede estar todo perdido. Por favor que no esté todo perdido.
─Creí escuchar la voz de...─ su cuerpo se tambalea y yo corro a sostenerla.
─¡David! ─ grita el padre de las Miller en advertencia.
En cuerpo de Belle se desvanece, pero no permito que caiga.
─¡Debemos llevarla al hospital! ─ exclama Amelie acercándose. Toma el rostro de su hija entre sus manos.
─Lo siento─ susurro─ Yo de verdad lo siento─ digo sintiéndome culpable.
Amelie acaricia mi espalda.
─Dámela─ demanda Joseph poniéndose a mi altura para tomar a Belle.
─Yo la llevaré─ la aprieto más hacia mi cuerpo, no queriendo soltarla jamás─ Por favor, déjeme llevarlos─ suplico.
Joseph me mira y tras unos segundos, asiente.
Con Belle en brazos me pongo de pie y corro hacia mi auto. Amelie es quien abre la puerta trasera y entrando ella primero, recibe a Belle. Joseph se va a mi lado.
Manejo a toda velocidad, sin molestarme en respetar los semáforos en rojo.
El ingreso sucede muy rápido. A Belle la estaban esperando con una camilla en la entrada del hospital, y entre todo el grupo de enfermeros, estaba un doctor. Todos actuaban como si ya supieran lo que a Belle le sucedía.
Supliqué que me dejaran esperar hasta tener noticias de Belle. Amelie accedió, Joseph me ignoró.
La espera es agónica. Y la culpa que siento de todo lo que le está sucediendo a Belle, no ayuda.
El doctor sale. Me pongo de pie y me acerco.
Su semblante no expresa nada.
─Esta semana es crucial para Belle, Amelie─ la mira─ Tenemos que operarla en los próximos días, de lo contrario...─.
De lo contrario...
De lo contrario...
De lo contrario...
La frase muere en el aire.
Cubro mi rostro con mis manos y sin poder contenerme más, lloro.
Lloro por culpa. Lloro por ser tan miserable. Lloro por haberle fallado. Lloro por haber provocado esto.
Unos brazos me rodean.
─Busca respuestas, hijo─ susurra Joseph consolándome.
...
Dos capítulos más el epílogo🙁

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Sólo Siente [#1]
أدب المراهقينReprimir lo que sientes para sobrellevar el mundo puede convertirse en un martirio si te enfrentas a algodón de azúcar y chocolate caliente, porque te obliga a experimentar las mil y una sensaciones que puede producir, incluso, puede contactarte con...