Oportunidades

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Hoy quisiera desaparecer. Me siento acabado y culpable.

Todo mi cuerpo duele producto de la tensión del día. Un día intenso.

Y aún no acaba.

Golpeo la puerta.

─¡David! ─ saluda con entusiasmo y me abraza.

─Hola, señor Miller─ le devuelvo el abrazo. Me mira con reprobación.

─Te he dicho que me digas Joseph─ me indica con su dedo.

─Lo siento─ sonrío avergonzado.

─Pasa, hijo─ me da espacio para entrar a su casa─ Belle no está─.

─No vengo a ver a Belle, señor─ sonrío. Él me dedica una mirada de advertencia─ Digo Joseph, vengo a hablar con usted y con Amelie─.

─Amelie aún no llega─ avisa─ Pero debe estar por...─ la puerta se abre.

─¡David, qué sorpresa! ─ dice al entrar.

Joseph camina hacia su esposa y la ayuda con las bolsas.

─¿Qué te trae por aquí, cariño? ─ me saluda con un abrazo.

─Vengo a hacerles una propuesta─ respondo.

─¿Vienes a pedir la mano de Belle? ─ pregunta con emoción. Siento el aire abandonar mi cuerpo.

─No, yo...─ trago saliva─ Aún no─ sonrío avergonzado.

─Que bueno querido, porque Belle no nos ha dicho nada sobre planes de boda─ sonríe Amelie─ Es decir, sé que ella quiere pasar el resto de su vida contigo, pero aún no habla de fechas ni nada de eso y Belle no es de las que se guarda ese tipo de cosas─ toma mi brazo y da un pequeño apretón.

El señor Miller vuelve.

─Por favor, asiento─ dice Amelie. Ellos se sientan juntos en el más grande y yo frente a ellos en el más pequeño.

─Tuve una reunión con mamá y papá─ comienzo─ Antes de ayer renunció el chef del restaurante que se encuentra en el bufete y todo ha sido un caos para mamá, porque ha tenido que dejar de lado todos sus compromisos por ir en reemplazo y lograr que todo siga con normalidad─ suspiro─ En esto días ha buscado incansablemente algún chef que esté a la altura de Restaurantes Queen, pero no los ha encontrado, hasta ahora─ sonrío y los miro─ Ella quiere que ustedes sean los que se hagan cargo del restaurante─.

Los Miller me miran como si no entendieran lo que sucede.

─Cariño, nosotros no somos profesionales─ sonríe Amelie.

─Mamá me ha dicho que en todos sus años de experiencia, jamás había probado platos tan sofisticados como los de ustedes─ los miro─ Para ella, en esta profesión, no es importante el título, sino que el talento y las ganas de innovar que se tiene. Amelie, Joseph, así como mamá, yo igual he probado platos de chef muy famosos y nada se compara al talento que ustedes tienen─ digo con sinceridad.

─¿Esto es por Belle? ─ pregunta Joseph.

─¡No! ─ niego con la cabeza─ Yo no fui quien dio la idea, mamá llegó hoy a la oficina a pedir que hiciéramos los contratos. Con papá no entendíamos nada y ahí fue cuando mamá nos explicó─.

─¿Y sería mientras encuentran a alguien? ─ pregunta Amelie.

─No, sería indefinido─ respondo─ Mamá quiere que ustedes sean los chefs principales─.

Amelie y Joseph se miran.

─No tienen que decidirlo ahora, yo les dejaré una copia del contrato para que puedan leerla y revisarla con detenimiento y cuando hayan tomado una decisión pueden llamarme para firmar─ de mi portafolio saco el contrato que hemos confeccionado con mi padre─ Está todo detallado; el rol que deben cumplir, el horario, remuneraciones, beneficios, entre otras cosas. Si hay algo que no entienden o que quisieran modificar, me pueden contactar. Mamá está dispuesta a todo con tal de que ustedes acepten el trabajo─.

Sólo Siente [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora