El comedor de la universidad siempre está lleno de gente. Siempre hay mucho ruido y nadie se ve en paz.
Yo me siento en paz.
Hasta la comida me parece más sabrosa.
─Gracias por traerme, Gi─ le sonríe.
─Sabes que puedes contar conmigo cuando Rovi anda simpatiquita─ besa la frente de la morena una vez que la ha ayudado a sentarse frente a mí─ Cuida a tu morena o me veré en la obligación de tomar medidas drásticas─ me advierte─ Oh, y tu pómulo se ve fatal, te traeré una crema que quita los moretones─ agrega y se marcha.
─Así que mía, ¿eh? ─ digo intrigado. Ella se sonroja y evade mi pregunta.
─¿Estás bien?─ dice con preocupación.
─Sí─ sonrío. Me agrada la idea de que sea mía.
─No me mientas, David─ puedo sentir la frustración en sus palabras─ Quiero tocarte─ estira sus manos.
Con un suspiro tomo sus manos y las acerco a mi rostro.
─¡Estás herido! ─ exclama─ ¿Te peleaste con alguien? ¿Tengo yo la culpa? ─ su preocupación me causa ternura.
Sonrío otra vez.
─Esto no es nada en comparación con mis costillas─ comento con gracia.
─¡David! ─ se pone de pie─ Acercarme a ti─ pide.
Me pongo de pie, rodeo la mesa y nos sentamos uno al lado del otro.
─Te dejaría que me tocaras las costillas, pero creo que no es apropiado para ninguno, además, estoy vendado─ acaricio su cabello sin culpa.
He decidido no contener mis ganas de estar cerca de ella.
─Daviiiiiid─ dice avergonzada. Sus mejillas se vuelven rojas─ Dime si estás bien, por favor─.
─Ahora estoy mejor─ golpeo suavemente su nariz─ Me caí de la moto, pero no es primera vez que me pasa, así que tranquila─ vuelvo a tomar su cabello.
─Eso no me entrega ningún consuelo, David─ dice quitándome su cabello de entre mis dedos─ ¿Fue por la discusión con Violeta y Matt? ─ pregunta.
─Fue por muchas cosas, morena, pero prometo que estoy bien─ sonrío─ Mejor que nunca─.
─¿Y se puede saber por qué? ─ sonríe también.
─Mmm, no lo sé─ encojo mis hombros─ No sé si quiera contarte─.
─Oh, no tienes por qué hacerlo─ acomoda su cabello.
─Es una broma─ doy un pequeño tirón a su cabello─ Hablé con mis padres, arreglé todo con ellos─ la sonrisa que se forma en mis labios es enorme.
Y la de Belle también.
─¡Cuánto me alegro David! ─ me abraza. Su gesto me sorprende por unos segundos, pero de inmediato la envuelvo en un abrazo.
─No me aprietes tanto, que mis costillas duelen─ digo.
─Oh, lo siento─ hace el intento de alejarse de mí, pero la detengo.
─Dije que no me apretaras tan fuerte, no que me soltaras─ comento. Ella suelta una risita y se esconde entre mi pecho.
Desde allí habla.
─Estuve esperando que llegaras a almorzar junto a nosotros─.
─No quería problemas─ respondo.
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Sólo Siente [#1]
Novela JuvenilReprimir lo que sientes para sobrellevar el mundo puede convertirse en un martirio si te enfrentas a algodón de azúcar y chocolate caliente, porque te obliga a experimentar las mil y una sensaciones que puede producir, incluso, puede contactarte con...