Amor

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─Belle─ digo luego de un cómodo silencio.

─David─ dirige su atención hacia mí. Yo sonrío.

─¿Por qué crees en el amor? ─ al hacer la pregunta no me atrevo a mirarla, por lo tanto, no sé cuál es su reacción ante mi pregunta.

─Porque Dios me amó primero─ responde con sinceridad y simpleza.

Esta vez sí la miro. Ella me está mirando. Su semblante es de total sinceridad.

─No entiendo─ yo también soy sincero.

─Antes de que yo decidiera entregar mi vida a Dios, yo tampoco creía en el amor─ suspira─ Me negaba a enamorarme y que me amaran, porque tenía miedo de repetir la historia que mi madre había vivido─ se acomoda para quedar sentada frente a mí─ Mis padres se amaban, por eso estaban juntos, y de un día para otro las cosas cambiaron entre ellos y todo se acabó. Vi a mi madre llorar cada día por mi padre y yo me prometí no caer en lo mismo y la única forma de cumplir con esa promesa, era negándome al amor. Crecí con esa idea, a pesar de que todos los días escuchaba decir que el amor era lo más importante─ ella encoge sus hombros avergonzada─ Fingía amar a todo el mundo y cuando realmente quise amar a alguien que no fuera mi familia, me rechazaron. Después, con este chico que no me trataba bien, quise demostrarme a mí y a Dios que se podía ser feliz sin amor─ ella sonríe─ Claramente no lo conseguí. No era feliz con él, tampoco era feliz viviendo la vida que llevaba y no entendía por qué─ baja su cabeza para esconder el rubor de sus mejillas.

Tomo su mentón. Ella alza la mirada.

─Por favor, confía en mí, Belle─ mi voz suena suplicante.

Ella toma mi mano y asiente.

─Ese día yo me iba a juntar con Jake en un horario en el que yo tenía que ir a la iglesia. Estaba lista y decidida a irme y pasar la noche con él─ sus mejillas vuelven a enrojecerse─ Estaba tan decidida a demostrarle a Dios que el amor no importaba cuando se trataba de estar íntimamente con una persona...─.

─Tú nunca...─ la miro. Me siento asustado e impresionado, tanto así, que no logro terminar la frase.

Ella niega con la cabeza, pero no agrega nada más.

─El pastor Brown, antes que yo saliera de mi casa a tomar el taxi, me llamó─ ella sonríe─ Fue una llamada extraña. No tenía un motivo claro del por qué me llamaba, lo único que me dijo fue que nuestra vida estaba llena de decisiones y que lo que decidiera en ese momento, iba a afectar toda mi vida; además, me dijo que tenía que tener claro que nada podía apagar el amor de Dios. Cortó la llamada sin decir nada más─ se acerca más a mí y apoya su cabeza en mi hombro. Una ligera sensación de calma me recorre─ Me subí al taxi y la canción que escuchaba el chofer terminó por convencerme de que lo que estaba haciendo no era realmente lo que yo quería para mi vida y lo que Dios quería para mí. Fue un momento muy confuso y de mucha angustia. No entiendo cómo fui capaz de hablar entre las lágrimas, pero terminé diciéndole al conductor que me llevara a la iglesia. Entré entre una frase que decía el pastor sobre el amor de Dios─ ella suspira y continúa─ "El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor y si hay amor, no hay temor, porque el verdadero amor echa fuera el temor". Bernie me abrazó y lloré hasta que no pude más. Desde ese momento entendí que lo único que podía mantenerme en pie, era el amor de Dios, y que por lo tanto, necesitaba creer en el amor. Ese amor me permitió perdonar a mi papá por haberme golpeado, a mi madre por no haberme protegido, a Bill por haberme rechazado y a mí misma por no haberme amado lo suficiente como para detener los malos tratos que los demás tenían haca mí. El verdadero amor, David, quita la venda de los ojos─.

Suspiro. Desde que te conozco, Belle, esa venda se ha ido cayendo poco a poco.

─¿Podrías cantarme un poco de la canción que escuchaste esa vez? ─ pregunto con timidez. Mi pensamiento me ha confundido.

Sólo Siente [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora