Todo va de maravillas. Jamás pensé que una chica pudiese hacerme tan feliz.
Pareciera que desde que tuvimos aquella discusión y conversamos sinceramente, las cosas mejoraron en un mil por ciento.
Ella confía en mí y yo confío en ella.
Todo, absolutamente todo, nos lo contamos. Y me encanta. Me hace feliz recibir llamadas de ella por la noche contándome cómo ha ido su día, o simplemente, porque me extraña.
Maldiciones, me hubiese encantado conocerla antes. Pero como ella dice, todo tiene su tiempo y éste, es nuestro tiempo.
Estoy extremadamente enamorado. Como nunca pensé estarlo.
─A dónde vas tan apurada─ la detengo por la cintura, apegando mi cuerpo a su espalda.
─¡No tomes a mi hermana de esa forma! ─ chilla la rubia. Ruedo los ojos y le muestro mi lengua. Ella se cruza de brazos y se va en busca de mi amigo que está unos metros más allá conversando con un compañero.
─No estuviste hoy en el almuerzo─ dice con tristeza. Afirmo mi cabeza en su hombro.
Las miradas curiosas no han cesado y los comentarios mal intencionados tampoco. Pero eso ya no nos importa.
─¿Me extrañaste? ─ beso detrás de su oreja. Ella sonríe.
─Quizás─ encoge sus hombros. La giro para que quede frente a mí.
─Yo siento otra cosa─ digo sin apartarla ni un centímetro de mí.
─¿Ah, sí? ─ alza una ceja─ ¿Te volviste un experto en sentir? ─.
─Tengo a la mejor maestra─ rozo sus labios.
─¿Y qué es lo que sientes, rey David? ─ sube sus brazos hasta mi cuello.
─Siento que morías de ganas por verme─ sonrío.
─Te equivocas─ es su turno de sonreír─ No puedo verte─ da un pequeño beso en mis labios y me suelta.
Gimo en frustración. Y ella tiene la desfachatez de reírse.
─Es un decir, amor─ la miro.
─Lo sé─ vuelve a abrazarme─ Sé que querías decir que moría de ganas por tocarte, hablar contigo, sentir el olor de tu perfume, simplemente estar contigo─ otro pequeño beso deposita en mis labios. Suspiro─ ¿Dónde estabas? ─.
─Tuve simulación sorpresa─ hago una mueca─ Fue un desastre para...─.
Enmudezco. Siento la sangre abandonar mi cuerpo.
Miro a mi amigo, quien ha palidecido considerablemente. Y Violeta, a su lado, se ha puesto roja, a punto de la ebullición.
─¿Qué sucede? ─ dice Belle alejándose de mí. Quiero seguir teniéndola entre mis brazos, pero mi cuerpo no reacciona.
─Hola, David─ saluda con timidez.
Miles de recuerdos y sensaciones vienen a mi mente. El pasado vuelve a abrumarme.
─¿Qué haces aquí? ─ espeto. Siento miedo de lo que pueda salir de su boca.
─¿Quién es, David? ─ pregunta Belle con preocupación.
─Soy Jess Rogers─ saluda extendiendo su mano hacia Belle. El ceño de la morena se frunce. Jess retira su mano al ver que Belle no responde a su saludo.
─Hola, soy Belle Miller─ ahora es ella quien extiende su mano y la otra chica la toma.
─Quería hablar contigo─ me mira Jess, luego mira a Belle y otra vez a mí─ A solas─.
Aprieto mis mandíbulas.
─No tengo nada que hablar contigo─ digo furioso.
─Es importante, David, por favor─ su mirada de tristeza me hace recordar todas las veces que nos pedía a Matt y a mí, que hiciéramos algo que no queríamos.
─Nada de lo que venga de ti es importante─ espeto.
─David─ da un paso hacia mí, pero yo me alejo─ Tuve un hijo y necesito saber si tú eres el padre─ dice rápido.
Todo mi cuerpo se tensa. Mi corazón late rápido, como si quisiera escapar de su lugar.
Esto no puede estar pasándome a mí. No ahora.
Miro a Belle. Tomo su mano, como queriendo decirle que no me deje. Ella responde con un ligero apretón.
─¿Quieres hacer un examen de ADN? ─ pregunta Belle con suavidad.
─Eso es algo que debo conversar con David─ responde Jess.
─De todas maneras me enteraré─ sonríe Belle─ Nos lo contamos todo─.
Jess me mira como queriendo descubrir algo.
─Puedes responderle─ hablo por fin─ Belle es mi novia─.
El rostro de Jess se tiñe de sorpresa.
─Bien─ me mira─ Necesito volver con mis padres, pero para eso me pidieron saber quién es el padre y pues...─ suspira─ Tengo la duda entre dos chicos, uno de ellos eres tú─ concluye.
─¿El otro chico es Matt? ─ pregunto. Miro hacia donde mi amigo se encontraba, pero ya no está. Ni él, ni Violeta.
Jess se sonroja y niega con la cabeza.
─Jamás estuve con él─ responde avergonzada. La miro sin poder creer lo que sale de su boca.
Esto me parece insólito. ¿Cómo le explico a mi mejor amigo que, posiblemente, soy el padre del hijo de su ex novia que, además, nunca estuvo con él?
La peor de las traiciones.
─Tengo un amigo en el hospital que hará los exámenes sin hora previa─ explica─ Cuando estés listo, me avisas─ tiende una tarjeta en mi dirección─ Ese es mi número─.
No la tomo.
─Lo haré ahora─ sentencio. Entrelazo el brazo de Belle con el mío y camino hasta mi auto.
Ambos nos subimos. Tomo el volante con fuerza. Mis nudillos se vuelven blancos.
─No eres el padre del niño─ sus palabras provocan un escalofrío en mi cuerpo.
─Hay un cincuenta por ciento de probabilidades, Belle─ digo con tristeza─ Jamás quise hacerte esto, perdón─ escondo mi rostro entre mis brazos.
─Hay un cero por ciento de probabilidades─ insiste con seguridad. La miro. Ella está sonriendo─ Cuando yo le pedía a Dios por mi chico, una de las características, era que la paternidad fuera un momento único entre los dos y yo creo en que Dios escucha nuestras peticiones y las lleva a cabo─ busca mi rostro y lo acaricia.
─Confío en ti─ suspiro.
─Y yo en Dios─ sonríe. Enciendo el motor del auto y emprendo rumbo hacia el hospital.
La inquietud no me abandona, aunque lo intento.
...
¡Nos leemos la próxima semana!🤗

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Sólo Siente [#1]
Teen FictionReprimir lo que sientes para sobrellevar el mundo puede convertirse en un martirio si te enfrentas a algodón de azúcar y chocolate caliente, porque te obliga a experimentar las mil y una sensaciones que puede producir, incluso, puede contactarte con...