Cruel

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Jamás he ido a una cita.

¿A dónde debo llevarla?, ¿cómo debo comportarme?, ¿por qué acepté venir?

Sé que debería sentirme eufórico porque por fin conseguí lo que tanto anhelaba: Salir con Violeta.

Pero nadie me dijo que se sentiría de esta manera.

Tengo la misma sensación de cuando salgo con Matt, ¿por qué?

A las cinco con cincuentaicinco minutos me estaciono fuera de la casa de las Miller. Salgo del auto a la misma vez que Violeta sale de su casa.

─Ni te molestes─ me advierte subiéndose al auto.

Vuelvo a mi asiento de chofer con un suspiro.

─¿Te parece que vayamos al cine y luego a comer? ─ pregunto encendiendo el motor.

─Me basta con ir a comer─ responde sin nada de ánimo.

Ruedo los ojos y emprendo camino hacia mi restaurante favorito.

...

Al entrar al restaurante le pido a Samuel una mesa para dos. Como él conoce mis gustos, nos dirige hacia un lugar tranquilo en el cual no transita tanta gente.

Una vez que nos acomodamos, Samuel nos entrega la carta.

─Pero David, ¡esto es muy caro! ─ susurra Violeta con su mirada azul clavada en mi rostro.

Sonrío.

─Tranquila, yo invito─ digo y vuelvo mi mirada a la carta.

─¡Eso es todavía peor! ─ reclama─ No comeré en este lugar, olvídalo─ cierra el menú y se cruza de brazos.

─Traje a Belle a este mismo lugar y no me reclamó, ¿por qué tu sí? ─ alzo una ceja repitiendo su acción.

─Porque yo veo, David─ rueda los ojos─ Si mi hermana hubiese sabido los precios, jamás hubiese aceptado comer en este lugar─.

─Bueno, haz como si no los vieras─ encojo mis hombros.

─No sé por qué acepté venir contigo─ su mirada es de odio─ Oh, ya lo recuerdo, mi hermana es una manipuladora─ dice con sarcasmo y riendo sin ganas.

─¿Te obligó a salir conmigo? ─ pregunto con curiosidad.

─Belle nunca obliga a nadie, es sólo que...─suspira─ Pidamos algo para comer, porque por lo visto, no te haré cambiar de opinión─ me mira con desconfianza.

─Vas entendiendo─ sonrío. Llamo a Samuel y ambos pedimos pastas─ Entonces, ¿me dirás por qué aceptaste salir conmigo? ─ la miro.

Ella suspira y me mira por largo rato. Es una chica intimidante.

─Claro está que por tus encantos no─ apunta.

─Ouch─ digo como si sus palabras dolieran. Ella y yo sonreímos.

─Hace un tiempo Belle había insinuado que saliera contigo─ suspira─ Yo me negué rotundamente, hasta que usó ese encanto que ella posee y me convenció─ encoge sus hombros a modo de disculpa.

─¿No te dijo por qué? ─ paso por alto los encantos de Belle, aunque estoy completamente de acuerdo con la rubia.

─Cuando me lo pidió por primera vez fue porque tú le habías dicho que yo te gustaba─ dice tomando un sorbo de agua. Logro ver sus mejillas tomar un ligero color rosado─ Y ahora lo insinuó, pero de esa forma en que sólo ella sabe hacerlo para convencer─ medita un tiempo en sus palabras y niega con la cabeza─ En realidad no, no lo hace porque quiera convencer, simplemente ella es así─ encoge sus hombros.

Sólo Siente [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora