Hoy es viernes y fue el último día de rendir exámenes en la universidad.
Oficialmente estamos de vacaciones y he cambiado mi típica celebración de todos los años por un cumpleaños.
Hoy es el cumpleaños de una rubia de rizos y he sido formalmente invitado por una morena de ojos chocolate a través de un mensaje que ha llegado a mi celular. Sí a mi celular, no ha destinatarios incorrectos.
Entro al restaurante donde trabajan los padres de las Miller. Está temperado y huele fenomenal. El lugar está adornado por globos brillantes de color violeta. Las mesas rojas características del lugar han desaparecido, lo único que aún se conserva porque no puede ser removido en el mesón en forma de U que esconde su color bajo un mantel violeta. Sobre éste hay acomodado vasos y diferentes tipos de salsa para untar.
Las chicas están entretenidas riendo junto a un grupo de chicos.
Violeta ríe y cubre su rostro con ambas manos. Su cabello está tomado en un rodete del que escapan algunos rizos rebeldes. Sonrío al ver su blusa vaporosa de mangas largas color violeta. Pareciera que la combinación entre sus pantalones blancos y su blusa violeta, intensificaran el color de sus ojos y piel.
Belle se sonroja y el chico que está frente a ella da un pequeño tirón a su cabello. Ella se cruza de brazos luciendo adorable. Y su vestido cincuentero no hace más que confirmarlo; es de color rojo con lunares blancos. Su rostro está descubierto, ya que lleva dos pequeñas trenzas en la parte superior de su cabeza.
─¿Te quedarás ahí para siempre, cariño? ─ me sonríe la madre de las Miller. Luego me abraza y yo me quedo quieto, sin saber qué hacer. Se aleja de mí, lo suficiente como para hacerme un gesto de que me incline hacia ella. Besa mi mejilla en cuanto lo hago─ Debes tener compasión de nosotros lo pequeños─.
─Lo siento─ murmuro. Ella me da pequeños golpecitos en mi brazo. Me siento en uno de los taburetes─ ¿Necesita que la ayude en algo? ─ cualquier cosa antes de acercarme a las Miller y su grupo.
─Eres invitado, cariño─ responde una vez que está del otro lado del mesón.
─Eso no impide que la pueda ayudar─ me excuso. Ella me mira como queriendo descifrar algo en mi rostro.
─Bien, entonces lleva esa bandeja con bebidas y ofrécelas a los chicos de allí─ apunta hacia donde las Miller están. La miro y me sonríe.
Todas las Miller son iguales.
Tomo la bandeja y camino hasta donde las chicas están junto a sus amigos.
─¿Bebidas? ─ ofrezco con todo el ánimo del que soy capaz.
─¿David? ─ frunce el ceño la morena.
─¿Llegaste y no fuiste capaz de venir a felicitarme? ─ me reclama la rubia.
─Vi a tu mamá sola y pensé que podía necesitar ayuda─ me excuso. Ya no hay bebidas en la bandeja─ ¿Puedo felicitarte ahora? ─.
Ella sonríe y asiente.
─Feliz cumpleaños Rovi─ digo en cuanto la abrazo.
─No lo arruines David─ gruñe. El abrazo llega a su fin.
─Belle dijo que te gustaba─ me encojo de hombros.
─No me gustas─ se cruza de brazos.
─Me refería al apodo Violeta─ rio. Ella se sonroja.
─Nunca sé a qué te refieres David, eres muy confuso─ suspira─ Te presentaré a mis amigos─ dicho eso comienza a presentarme a cada uno de los chicos que nos rodean. Son todos muy simpáticos y amigables, tratan todo el tiempo de incluirme en las conversaciones y en las bromas.
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Sólo Siente [#1]
Teen FictionReprimir lo que sientes para sobrellevar el mundo puede convertirse en un martirio si te enfrentas a algodón de azúcar y chocolate caliente, porque te obliga a experimentar las mil y una sensaciones que puede producir, incluso, puede contactarte con...