Menos arrogante

149 10 0
                                    

No le he dicho a Matt que hablé con la morena, mucho menos que he comenzado un plan para conquistar a Violeta que consiste en ser menos arrogante. Sé que se reiría de mí y me reprocharía el querer conquistarla para conseguir una noche con ella.

Ya lo he dicho antes, mi amigo tiene un buen corazón.

He llegado a la sala de clases y estoy ansioso porque lleguen las hermanas Miller, en especial la rubia que tendrá la fortuna de salir conmigo si mi plan funciona. Las veo entrar sonriendo y me apresuro a acercarme a ellas para ayudarlas con los libros.

─Hola, buen día─ les sonrío. La morena me sonríe y la rubia me mira con cara de pocos amigos─ ¿Las puedo ayudar? ─ Belle dice sí y Violeta dice no. Yo rio.

─No necesitamos tu ayuda, puedes volver por donde viniste─ masculla la rubia.

─Violeta─ le advierte Belle.

─Oh, sí, gracias por tu ayuda─ dice con sarcasmo y su sonrisa es más bien una mueca.

─No me refería a eso, Viole─ ríe Belle.

─Ya lo sé, Belle─ dice con frustración─ Pero no necesito su ayuda─ gruñe.

─Estoy aquí, puedo escuchar─ tomo los libros que están en las manos de Violeta y camino hasta su puesto, depositándolos ahí─ No me costaba nada, ¿ves? ─ le guiño un ojo. Sus mejillas se vuelven rosadas.

─Es tan molesto─ murmura la rubia.

─Sigo escuchándote─ me siento en mi puesto─ ¿Cómo están? ─ digo con fingido interés, pero al parecer, ellas no lo notan y eso me tranquiliza.

─Estaba bien hasta que te apareciste en mi camino─ ayuda a acomodar a su hermana, quien no me ha mirado ni me ha hablado. Lo cual es raro, pero alentador. Creo que ha entendido mi mensaje de 'aléjate'.

─Me gusta saber que puedo cambiar tu estado de ánimo─ le sonrío. Ella gira los ojos fastidiada.

─¿Estás bien así? ─ mira con atención a su hermana que yace sentada a mi lado.

─Sí, gracias─ le sonríe la morena.

─¿Estás segura que no quieres que hable con el profesor para que nos ponga juntas o que te ponga con Matt? ─ acaricia el cabello lacio de su hermana. Belle vuelve a sonreír.

─¿Me vas a abandonar? ─ miro a Belle. Mi voz suena ofendida. Aunque no me extraña que quiera estar lejos de mí.

─Ya hablamos de esto en casa, Violeta, por favor no insistas─ toma la mano de su hermana y ambas se dedican una sonrisa. Son adorables, debo admitirlo. Se nota que se quieren y que la preocupación de una por la otra es genuina.

Ojalá yo pudiera tener una relación así con Matt. Ojalá pudiese volver a tener una relación así con él.

"─¿Estás seguro que no quieres que lo golpee? ─ me mira con su ceño fruncido─ Yo podría derribarlo y quitarle el juguete que te robó─ insiste.

─Prefiero que te quedes conmigo, Matt─ digo en un murmullo─ No quiero que te golpee como me golpeó a mí, fue muy feo─ lo abrazo por los hombros.

─Gracias por cuidarme─ me sonríe mi amigo mostrando una sonrisa que deja ver la falta de algunos dientes producto del recambio."

¿Por qué dejé de cuidarte? Suspiro.

Violeta ha ido hasta su puesto, está entretenida mirando su celular.

─Deberías hablar con el profesor y decirle que quieres hacer pareja con Matt, así yo me quedaría con Violeta y podría conquistarla más rápido─ digo de pronto. Belle se sobresalta y me mira frunciendo el ceño.

─No lo haré─ dice sin pensarlo ni un segundo.

─¿Por qué? ─ la miro con suplicio. Sé que no funcionan mis miradas y mis gestos con ella, pero le dan el toque a mis palabras, así que no me interesa.

─Porque no─ se encoge de hombros y vuelve su atención al computador.

─Esa no es una respuesta─ me cruzo de brazos y estoy tentado a bajar la pantalla de su computador como hace un tiempo, pero me contengo. Estoy en mi plan de conquista, así que tengo que impresionar a Belle y que ella le cuente lo maravilloso que soy a su hermana.

─No lo haré porque ya hemos aclarado que nuestra relación se limita a compañeros de clase, así que no habrán más incidentes como los pasados porque yo no provocaré tu ira, ni me meteré en tu vida personal, así que puedes estar tranquilo─ explica como si se tratara de una conversación profesional. Es lo que yo quería, ¿no?

─Pero es mi oportunidad de pasar más tiempo con Violeta a solas─ insisto.

─Tendrás que buscar otra forma de conquistarla, porque yo no cambiaré de pareja para el trabajo─ suspira─ Cuando yo digo no, es no, lo siento─ sus hombros se encogen y nuevamente su atención recae en su computador. Cuento hasta mil para no perder la paciencia. Y creo que funciona, porque olvido que Belle está a mi lado ignorándome. Me concentro en la ausencia de mi amigo. ¿Por qué tarda tanto en llegar? La clase está por comenzar y él nunca llega tarde. Nunca. No desde aquella vez.

"─¡Si tan sólo hubieses llegado a la hora nada de esto estaría pasando, maldita sea! ─ le grito─ ¡Es todo tu culpa! ─ trato de ocultar el nerviosismo a través de los gritos.

─¡Fueron treinta malditos minutos, David! ─ me grita, sus ojos están llenos de lágrimas─ ¡¿Por qué no te aguantaste treinta malditos minutos?! ─ me empuja por el pecho y luego es todo gritos, golpes y demás."

Salgo de la sala atropellando a todo aquel que se me cruza por mi camino. Voy directo al baño de hombres. Me encierro en un cubículo tomando mi cabeza entre mis manos. Me deslizo por la pared hasta sentarme en el suelo.

Quiero dejar de pensar. Quiero dejar de recordar. Quiero morir y que todos se olviden de mí y del daño que les causé.

Las lágrimas no tardan en deslizarse por mis mejillas. Mi respiración se agita y lo único que quiero hacer es golpear mi cabeza contra la pared.

Un ruido me sobresalta. Me pongo de pie rápidamente mientras seco mis lágrimas.

─Señor McQueen─ me llama. Tomo aire y salgo.

─Sí señor Johnson─ no lo miro. No quiero que mi mirada me delate.

─¿Se encuentra usted bien? ─ puedo sentir su mirada en mi rostro─ Lo vi salir de la sala de una manera poco educada, señor McQueen─.

─Sí, lo siento, no me encontraba bien─ abro la llave del grifo y mojo mi rostro.

─Ya veo─ asiente─ ¿Necesita que se lo notifique a sus padres para que le den el permiso de ausentarse de clases? ─ niego.

─Ya me encuentro mejor, señor Johnson, gracias─ le sonrío. Él vuelve a asentir.

─Entonces será mejor que vuelva a clases antes de que quede ausente─ advierte. Es mi turno de asentir para luego retirarme.

Entro a la sala de clases murmurando un permiso. Voy hasta mi puesto y me siento. Espero que comience el interrogatorio de Belle sobre si me encuentro bien, pero nunca llega. Las preguntas nunca salen de su boca, ni su mirada cae en mi rostro. Está atenta al frente y yo siento que me hundo aún más.

Desearía que por una vez en mi vida alguien ignorara mis actitudes que mantienen a la gente lejos de mí, y se interesaran y preocuparan realmente en qué es lo que me sucede.

Al parecer nadie nota lo que realmente quiero.

Ni siquiera la chica que creí que sentía en vez de ver.

Sólo Siente [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora