Declaraciones

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Esta semana ha sido un martirio.

Todo me ha salido mal.

Además, he peleado con casi todas las personas que se me han atravesado en mi camino, incluyendo mis padres, con quienes discutí aquel día del episodio en el restaurante y que hasta hoy, no me dirigen la palabra.

Me comporté como un idiota ese día.

Todo por culpa del chocolate caliente.

Estoy realmente agotado de todo y nada a la vez. Me siento extraño. Siento algo que jamás he sentido antes.

Necesito un descanso de mis pensamientos y de la intensidad de Leslie, quien me ha seguido toda la mañana para concretar una cita. Aun no entiende que yo no voy a citas y que no me gusta, ni me interesa ella. Se lo he dicho de todas las formas en que se me ha ocurrido. He sido, incluso, más pesado de lo normal para que se aleje definitivamente, pero al parecer, no tiene límites.

La frustración y el estrés me superan.

Y lo que me supera todavía más, es no entender lo que siento ahora.

Las gradas son mi lugar favorito para tomar un descanso del bullicio de los pasillos y comedores del campus. Llego al campo de juego y me dirijo hacia una de las entradas para subir por las gradas.

Camino por el pasillo mirando hacia el pasto. Lleno mis pulmones de aire y me detengo.

─Matt, me gustas, y mucho. Eso es todo─ mis pies no responden y el aire contenido lo suelto de una sola vez produciendo un mareo repentino.

Espero que la voz de la chica sea sólo parecida y no corresponda realmente a la de ella.

Sigo caminando.

─Eso suena muy fácil, Belle─ espero sea un alcance de nombre, aun cuando sé que no hay nadie más en la universidad que se llame de esa manera.

Confirmo la identidad cuando a mi campo visual entra una morena y una rubia sentadas en las gradas comiendo papas de una bolsa.

En cuanto las veo abro mi boca, incapaz de guardar silencio o fingir que no las he escuchado.

Quiero explicaciones. Las necesito.

─¿Te gusta Matthew Bennett, mi amigo? ─ no soy capaz de esconder la sorpresa. Violeta mira a su hermana con cara de horror y luego me mira a mí. Rápidamente subo por las gradas hasta llegar al frente de ambas.

─Te hice una pregunta, Belle─ insisto. No entiendo por qué mi voz suena tan enojada. Tampoco entiendo por qué es que mi corazón está tan acelerado y mi estómago tan revuelto.

Su rostro no dice nada; ni sí, ni no. No hay nada, está como vacía.

La frustración va en aumento. Quiero gritarle y sacudirla.

─Sí─ responde la rubia por su hermana─ A Belle le gusta Matt y está pensando en declararse─ cruza sus brazos sobre su pecho, desafiante.

Siento el impulso de reclamarle, pero ¿qué puedo yo reclamar?

Una vez más, siento el fracaso invadir mi vida.

─Bien─ sonrío con todo el ánimo que puedo reunir y fingir─ A mi amigo le encanta el romanticismo y tú eres todo eso─ aprieto la mandíbula─ Son tal para cual, la pareja perfecta que se casa y vive feliz por siempre─ suspiro con cansancio─ La historia, para nosotros los villanos, continúa en miseria y decepciones─ encojo mis hombros y me doy media vuelta, dispuesto a marcharme.

─Es lo que escogen─ dice simplemente.

Detengo mi caminar y vuelvo a mirarla.

─Es lo que me tocó, Belle─ sus palabras hieren.

─No, David, no es lo que te tocó, es lo que tú escogiste para tu vida─ insiste─ Puede ser que tu comienzo en la vida no haya sido el mejor, pero tuviste oportunidades para cambiar el rumbo y no las aceptaste─ me mira. Sus ojos brillantes, seguros, decididos─ No las estás aceptando, porque tienes miedo de sentir algo diferente al odio, al rencor y a la autocompasión en la que estás envuelto─ concluye.

Abro mi boca en un intento de respuesta, pero vuelvo a cerrarla. Cierro mis puños.

─¡Ni se te ocurra! ─ se interpone Violeta.

─¡Tú no te metas! ─ le advierto pasando de ella para pararme frente a Belle─ Lo que tu viviste con ese tipo no se compara a lo que yo he vivido, así que no te creas con el derecho a hablarme de una vida difícil, si nunca has tenido esa experiencia─ la apunto con mi dedo─ Es fácil hablar de oportunidades, amor, sentimientos y todas esas porquerías de las que tú hablas cuando tienes apoyo y gente a tu alrededor que te ama y te motiva a continuar. ¡Así que cállate de una buena vez, Belle y déjame en paz! ─ espeto.

─Fuiste tú el que llegó hasta este lugar y se puso a pedir explicaciones─ responde Belle encogiéndose de hombros.

Si fuese menos dulce y adorable la trataría igual como traté a Leslie hace un rato.

─¡Agh! ─ revuelvo mi cabello con ambas manos. Miro a Violeta─ Tu hermana es insoportable, incluso más que tú y yo juntos─.

Violeta sonríe y se encoge de hombros.

─Hablando de juntos, ¿cuándo le dirás a David que aceptaste tener una cita con él? ─ la voz de Belle llega a mis oídos.

Lo que siento al escuchar esas palabras, me confunde. Frunzo el ceño.

─¿Cita? ─ le digo a Violeta─ ¿Una cita conmigo? Pero, tú...yo...─.

El rostro de Violeta es todo un dilema.

La miro buscando alguna explicación, esperando, por alguna razón, que me diga que es una broma.

Las mejillas de la rubia se vuelven rosadas al conectar su mirada con la mía. De inmediato mira hacia a otro lugar.

Una sonrisa se escabulle en mis labios.

─Entiendo que esto haya sido una broma, no te preocupes Violeta─ le sonrío.

Me mira incesantemente.

─Saldré contigo─ suspira─ El miércoles a las seis tienes que ir por mí a casa, si no llegas puntualmente, no iré contigo a ningún lugar─ advierte y se va con su hermana.

Las miro irse, esperando que alguna se ría diciendo que es una broma.

Pero eso no sucede.

El miércoles tendré una cita con Violeta.

Pero, ¿por qué no me siento feliz?

...

¡Hola!

¿Cómo van?

Aquí está el capítulo de la semana :)

¡Nos leemos pronto y mucho amor para ustedes en esta nueva semana! <3

Sólo Siente [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora