Belle está riendo fuertemente desde que le dije que su profesor que asistió la charla la miraba mucho y con algo más que solo interés de profesor-alumna.
─No es gracioso, te puedo apostar que le gustas─ digo echándome un chocolate a la boca.
Las donas se han acabado. No sabría decir quién comió más, sólo sé que estaban deliciosas.
─Quizás podría intentar algo con él─ dice en cuanto logra controlar su risa.
La miro, buscando algún indicio de que está bromeando. No hay nada.
─Es tu profesor y es mayor que tú, Belle─ mi voz suena más seria de lo que pretendía.
─Podríamos esperar hasta que yo me gradúe para consumar nuestro amor, después de todo me queda sólo un año y un poco más─ se encoge de hombros─ Y lo de la edad, no creo que sea mucho mayor, veinticinco años no es muy viejo para mí, ¿verdad? ─ apoya su espalda en el respaldo de la silla.
Mi mirada no sale de su rostro. Me siento decepcionado. Estafado.
─¡Claro que sí! ─ exclamo enojado─ Es decir, no, no es viejo. Yo casi tengo esa edad, pero para ti sí es viejo, muy viejo y estoy seguro que no será capaz de esperarte. Yo no podría, y no creo que entre él y yo haya mucha diferencia, ya sabes, somos hombres─ digo rápido, casi sin respirar. Me cruzo de brazos sobre mi pecho, incómodo.
─Sí hay diferencias entre tú y él─ apoya sus codos en la mesa para acercarse a mí. No me muevo, de pronto siento miedo─ Tiene treintaicinco años, es casado hace diez y tiene dos hijas, una de seis años y otra de dos─ enumera. Su voz es seria.
─Lo siento, Belle, yo...─ suspiro.
─Deberías aprender a controlar tus celos─ ríe. Carcajadas y más carcajadas.
─Ya, deja de burlarte de mí morena─ jalo su cabello.
─Sí, lo siento─ dice aun riéndose y secando sus lágrimas. Suspira─ Ya. Ahora cuéntame qué tal tu viaje─ echa un chocolate a su boca y hace un sonido al degustarlo.
Sonrío. Adorable, como siempre.
─Ya les contamos de nuestro viaje─ como otro chocolate.
─Quiero detalles, sé que lo que nos contaste no fue todo─ muerde otro chocolate─ Por cierto, eres un pésimo amigo, no nos llamaste ni una sola vez─ me recrimina.
─No tuve tiempo morena─ me disculpo. Me apunta con su dedo índice. Lo miro, su uña no es muy larga, pero es cuadrada y está pintada de rojo. Se ve elegante. ¿Por qué todo lo que encuentro vulgar en otras chicas, en Belle se ve elegante?
─Si no me equivoco, Matt fue al mismo viaje que tú fuiste, y él sí nos llamó varias veces─ tiene una de sus cejas levantadas.
─Hice otras cosas que Matt no hizo─ encojo mis hombros a la defensiva.
─¿Cosas como qué? ─ sus ojos se empequeñecen al mirarme, como si quisiera descubrir la verdad.
─Cosas─ digo con arrogancia.
─Podría apostar que saliste por ahí de conquista─ otro chocolate desaparece en su boca.
─¿Qué apostarías? ─ la miro.
Ella sonríe.
─No apuesto David, no me gustan las apuestas, era sólo una broma─ suspira─ Ya no puedo seguir comiendo─ vuelve a suspirar.
─No salí con ninguna chica─ ignoro completamente sus palabras.
─No me tienes que dar explicaciones, David─ sonrisas, y más sonrisas.
─Eres mi amiga y quiero contarte lo que hago─ sentencio─ No salí con chicas porque todas me parecían vacías, aunque debo reconocer que lo intenté un par de noches. Ninguna me hacía sonreír, ni me animaba. Con quien sí salí, fue con mi padre Belle y tengo que agradecértelo─.
─¿De verdad saliste con él? ─ su sonrisa es tan genuina y entusiasta─ ¿Y qué tal estuvo? ─.
─Genial Belle─ sonrío también, recordando las conversaciones con mi padre─ Le pedí perdón por lo mal que me había estado comportando, me habló sobre lo triste que está mi madre y le prometí que hablaría con ella. Me puso al corriente de la demanda, me contó sobre sus nuevos negocios, y sobre lo bien que le está yendo a mi madre en el extranjero. Le hablé de Violeta, del hogar, ¡uf! fueron muchas cosas de las que hablamos─ no puedo dejar de sonreír.
Miro a Belle y su sonrisa ya no es tan genuina, pero trata de mantenerla. Sus ojos han perdido el brillo habitual.
─Me alegro mucho David, por ti y por tus padres─ hace una pausa para tragar─ Sólo he visto a tu padre, y sé que te ama. No puedo explicar cómo es que lo sé, pero estoy segura de que lo hace─ acomoda su cabello detrás de su oreja.
─Quiere cenar contigo─ digo sin pensarlo. Sus ojos se abren de par en par.
─¿Conmigo? ─ su voz es apenas un susurro─ ¿Qué tengo que ver yo? ¿Estás seguro que no se refería a Violeta? Le hablaste de ella, no de mí─ en su voz hay algo de recriminación.
─Le hablé de ti, tanto, que lo único que quiere es conocerte─ me encojo de hombros restándole importancia.
─Pero si ya me vio una vez─ repite el gesto con su cabello─ Además, no entiendo para qué le hablaste de mí─ sus mejillas toman algo de color.
─Porque fuiste tú la que me animaste a que hiciera algo diferente con mi padre, y lo hice y él me preguntó a qué se debía mi cambio y pues, le hablé de ti─ hago una mueca─ Y respecto a que te vio una vez, tú lo has dicho, te vio solamente, él quiere hablar contigo, conocerte, comprobar si lo que yo le dije de ti es cierto...─ hago una pausa, dudando de mis siguientes palabras─ Él quiere asegurarse de que nosotros somos sólo amigos─.
─¿Qué? ─ su rostro es todo un dilema.
─Papá cree que nosotros tenemos algún tipo de relación más allá de amigos─ rasco mi cabeza con nerviosismo─ Primero pensó que tenía algo con Violeta, porque le dije que me encantaba, hasta que llegué a la parte en que confesé que me quería más de lejos que de cerca. Papá se rio por horas al enterarse de que una chica me había rechazado─ digo con molestia.
─Quiero saber en qué parte de la conversación tu papá creyó que tú y yo tenemos algo─.
─No lo sé, sólo le dije lo mucho que me has ayudado, le conté sobre Isidora y que nosotros somos reyes...─.
─¡Pero Daviiiiidddd! ─ cubre su rostro con ambas manos─ Por eso tu padre cree que hay algo entre nosotros─.
─Oooohhh─ digo recordando y entendiendo─ Creo que sí, porque justo después de decirle eso, le dije que te había regalado un dije de corona, pero olvidé decirle que también se lo había regalado a Isidora─ hago una mueca.
─¿Ahora qué haremos? ─ luce muy avergonzada.
─Podríamos fingir─ digo coqueto.
─No─ murmura sonrojándose─ No quiero seguir hablando de eso. Creo que llamaré a Violeta para que me lleve a casa─.
─Yo puedo llevarte─ digo.
Lo he pasado tan bien que no quiero que se termine.
─Gracias, pero llamaré a Violeta─ toma su celular de su bolso.
¿Será que algún día terminemos una conversación en completa felicidad?
Sin incomodidades.
Sin sentimientos de culpa.
Simplemente felices.
![](https://img.wattpad.com/cover/167914105-288-k816431.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sólo Siente [#1]
Teen FictionReprimir lo que sientes para sobrellevar el mundo puede convertirse en un martirio si te enfrentas a algodón de azúcar y chocolate caliente, porque te obliga a experimentar las mil y una sensaciones que puede producir, incluso, puede contactarte con...