Sólo Siente [#1]

La primera

Estoy nervioso.

Veo a Matt trotar hacia mí con un ramo de violetas.

─Son sus favoritas─ dice con una sonrisa en sus labios al pasar por mi lado.

Mis nervios aumentan. Yo no traje nada.

Las veo llegar en su viejo Nissan. Violeta es la primera en bajar, quien, posteriormente, ayuda a su hermana.

No veo a Belle desde hace dos días.

La busqué, la llamé, fui a su casa, pero jamás la vi.

Vuelvo a mirarla. Nunca una mujer me había parecido tan guapa.

Belle sonríe ante la torpeza de su hermana al intentar tomar los bolsos, libros y demás.

La morena le dice algo a su hermana, y ésta le pasa algunas cosas a Belle. Ahora es Violeta quien le habla a Belle y la sonrisa de ésta se desvanece.

Frunzo el ceño. No me gusta que Belle deje de sonreír tan repentinamente. Ella no es así.

Matt se acerca hasta donde ellas, supongo que para ayudarlas, ya que Violeta niega frenéticamente con la cabeza.

Veo como mi amigo le dice un par de cosas y Violeta sonríe a la vez que sus mejillas toman color.

Belle pone su cabello detrás de su oreja, incómoda por la situación.

Creo que es mi momento.

Me acerco temeroso y con los nervios a punto de destruir mi estómago.

─¿Podemos hablar? ─ me detengo a un metro de distancia de ella. Han sido dos días en los que me ha estado evitando, no me sorprendería que se negara a ir conmigo.

Asiente. El alivio me recorre.

Tomo su mano para que la entrelace con mi brazo. Caminamos en silencio hasta aquella banca en que la vi por primera vez. Nos sentamos uno al lado del otro en completo silencio.

No soy capaz de hablar. Tengo miedo de arruinarlo todo y que ella ya no quiera hablarme más.

Tengo miedo de ir demasiado rápido.

─¿Recuerdas cuando fuiste a mi casa estando ebrio? ─ pregunta. No me atrevo a responder─ Sé que lo recuerdas, algo así no se olvida. Menos si después de eso tuviste un accidente y te reconciliaste con tus padres─ se encoge de hombros. Asiento con mi cabeza─ Ese día te dije un par de cosas...─.

─¿Un par? ─ digo con ironía─ Fueron muchas cosas─.

Me mira con reprobación.

─Lo siento─ susurro. Creo que aún no logro el control sobre mis impulsos. Me hundo aún más en el asiento.

─Esa noche te hablé de lo que estaba dispuesta a hacer con Jack─ recuerda. Automáticamente mis mandíbulas se tensan─ Aun cuando yo sabía que él no era mi príncipe azul─.

─Tu bestia, querrás decir─ la corrijo. Ella sonríe de esa manera que me da paz.

─Hoy, David, estoy segura que he encontrado a mi príncipe azul...─ hace una pausa─ O bestia, como tú dices─ sus ojos están brillantes, como nunca antes los había visto.

Mi corazón se acelera y vuelvo a sentir que estoy perdido.

No me hagas esto, Belle, por favor. Me siento desesperado.

─Pero tú...yo...─ ya no me puedo contener. Me pongo de pie, exasperado. Paso mis manos por mi cabello. La miro.─ Perdona si sueno egoísta, pero tú no puedes decirme simplemente que llegó tu príncipe azul y que estás enamorada y que vas a compartir tu vida con él─ me arrodillo frente a ella, tomando sus manos─ Porque...¿Qué hay de mí? ¿Qué hay de lo que yo estoy sintiendo, Belle?─ pestañeo rápidamente─ Viniste con todo tu amor a refregármelo en el rostro, tomé de él, lo sentí, ¿y ahora me lo quitas? ─.