Capítulo 1

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Alejandra

Y ahí estaba yo, en mi primer día de clases y mirando el caminar de la chica más hermosa del planeta tierra. Esa desconocida, portaba con demasiada cadencia un top deportivo color amarillo, un pantalón negro muy ajustado, una chamarra anudada a sus caderas y con una coleta sujetaba toda su cabellera. Además de que sus labios brillaban lo que me hizo suponer que tenía brillo gloss sobre ellos y junto a ella, iba un chico feo que con su brazo rodeaba por completo el cuello de la sexy girl y a su izquierda, los acompañaba una chica de ropas las holgadas.

-¡Hey Alejandra!- Esther casqueó sus dedos frente a mi- ¿sigues aquí?

Mi amiga, que solo era un año más grande, cursaba el segundo grado de la educación preparatoria y nos conocíamos desde pequeñas porque nuestros padres se frecuentaban.

-Esa chica ¿quién es?- le mostré.

-¿La casi encuerada?

-Si.

-Es Regina George.

-¿Qué?- devolví mi vista a Esther.

-Es broma- se soltó a reír- pero si es tan maldita como ella.

Dudé de sus palabras.

-Se llama Allison Guerra- mi amiga continuó- es la capitana, entrenadora y dueña del equipo de vóleibol.

-¿Dueña? ¿Lo compró?

-Casi, casi. Ella lo formó y ahora somos las campeonas regionales cuando antes, ni siquiera se participaba en torneos.

-¿Y en qué grado está?

-Tercero. Es su último año y hay demasiada expectativa en saber quien será su sucesora. Y tú, ¿ya sabes a qué equipo deportivo te unirás? ¿Sigues pensando en taekwondo?

-Mi cinta negra me dice que sí.

-Únete al equipo de vóleibol. Tienes la estatura ideal.

-Lo pensaré.

No tenía absolutamente nada que pensar, yo debía entrar al equipo de Allison para estar cerca ella porque hasta su nombre me parecía demasiado perfecto. Para el siguiente miércoles y después de clases, me disponía a salir del colegio para volver a casa. Pasé por el área deportiva y descubrí que las chicas del vóleibol entrenaban. Me detuve un momento a mirarlas, bueno para ser honesta solo observé a Allison, tanta arrogancia junta me atraía y era la primera vez que me pasaba.

-Ale, ¿qué haces aquí?- Esther se acercó a mí, ella era parte del equipo.

-Iba para el estacionamiento, pero me detuve a ver su práctica.

-Tienes que irte.

-¿Por qué?

-No puedes estar aquí, no mientras entrenamos.

-¿Por qué? ¿Acaso el equipo pertenece a una secta secreta o algo por el estilo?

-A Allison no le…- Esther no alcanzó a terminar su respuesta ya que sentimos una presencia imponente.

La susodicha estaba detrás de mi amiga y con su mirada me gritaba en la cara que no era bienvenida.

-Ruíz, vuelve al entrenamiento- le ordenó a Esther.

-Ally, ella es nueva y no sabe que…- intentó interceder por mi alma.

-¿Te pregunté?- la interrumpió.

-No.

-Desaparece.

Esther se retiró.

-¿Puedo ayudarte en algo?- Allison regresó conmigo.

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora