Capítulo 7

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Jimena

El viaje a España me ha servido para dos cosas. La primera: obtener mi residencia y la segunda: pensar todo lo ocurrido con Allison. Decidí hablar con su madre, sé que esto debí hacerlo desde que nos descubrió, pero ahora tenía el suficiente valor para enfrentarla y no sé qué desencadenaría al hacerlo, pero lo intentaría.

En cuanto llegué, pensé en ir a buscarla, pero al llamarla una grabación me indicaba que el numero estaba incorrecto. Era la misma grabación que empecé a escuchar días atrás, pero no le dí demasiada importancia porque a veces las llamadas internacionales no conectan bien. Insistí una y otra vez hasta quedarme dormida. Después de un viaje tan largo, estaba agotada y al otro día iniciaba el nuevo periodo escolar.

Desperté emocionada porque volvería a verla. Llegué temprano al colegio pensando en que quizá ella también lo haría. Los alumnos fueron llegando, uno a uno, pero Allison no apareció. Corroboré el horario, esos eran sus compañeros del semestre anterior ¿se habrá cambiando de grupo? Pensé.

En una hora libre que tuve, recorrí salón por salón, pero no la encontré y al llamarla su número seguía incorrecto. Comencé a impacientarme.

Al término del entrenamiento al que ella obviamente no llegó, fui a la oficina de mi padre y le pedí a Sonia, su secretaria que me proporcionara una copia del  listado escolar, en la cual aparecían todos los alumnos inscritos y sin muchos cuestionamientos, ella accedió. Leí cada hoja, cada reglón, cada nombre, cada apellido y Allison Guerra Villaseñor no estaba.

Antes de volver a mi casa fui a la suya. Toqué el timbre un par de veces hasta que la puerta se abrió y una mujer de edad avanzada apareció.

-Buenas tardes, ¿se encontrará Allison?

-¿Quién?

-A-lli-son- dije más despacio y separando por sílabas, pensé que quizá la señora estaba un poco sorda.

-No, aquí no vive- respondió.

Analicé nuevamente el exterior de la casa, era la misma en la que nos habían descubierto.

-¿No vive aquí la familia Guerra Villaseñor?

-No, aquí vivimos mi hijo, su esposa y mis dos nietos.

Miré hacia al interior del inmueble y había dos niños de escasos cuatro y seis años jugando en la sala. En la familia de Allison sus hermanas eran las pequeñas, pero eran más grandes que esos niños. Creo.

-¿Se encontrará su hijo? ¿Puedo hablar con él?

-Mi hijo y su esposa fueron a trabajar pero ¿Quién es usted? ¿Para qué lo quiere?

-Trabajo en el banco y ofrezco tarjetas de crédito- respondí. No razonaba en ese momento, tenía miles de preguntas y nadie quien me diera respuestas.

-Él llega más tarde, si gusta puede regresar.

-Eso haré, muchas gracias.

Me retiré frustrada, pero volví antes del anochecer y logré platicar con el hijo de aquella señora. La única información que obtuve fue que ellos habían llegado a esa casa hace una semana y desconocía quienes la habían habitado antes o a donde se habían marchado. Mi vida, mis sueños, mis planes con Allison se derrumbaron.

Al día siguiente, antes de iniciar la clase y antes de mi papá llegara a su oficina le pedí a su secretaria que me proporcionara dos historiales académicos, le dije el nombre de un alumno que se causó baja el semestre anterior y otro que todavía seguía activo. Sonia hizo la búsqueda en dos repisas diferentes y cuando me los entregó me preguntó si yo necesitaba algo más .

-¿Me puedes traer un jugo?- le sonreí.

-Claro.

Coloqué un billete en su mano y ella desapareció. Tenía el tiempo suficiente porque Sonia debía ir hasta la cafetería por mi bebida. Fui directo a la repisa de donde sustrajo el historial del alumno inactivo.

-Guerra Villaseñor, Guerra Villaseñor- repetía mientras buscaba entre los folders- Guerra Villaseñor. ¡Lo encontré!

Abrí aquel folder el cual solo tenía dos hojas, uno era de su ficha de inscripción y la otra su hoja donde solicitaba su baja voluntaria de la institución. Sentí una gran desilusión al ver la fecha en que ella realizó ese trámite y fue un día antes de que yo me fuera a España, un día antes de que terminara el semestre, eso significaba que mientras yo me despedía de ella para viajar temporalmente, ella se despidió de mi, pero de manera definitiva. Regresé el documento de donde lo tomé y sin esperar a Sonia me retiré.

Todo el día no logré concentrarme. Al término de las clases volví a mi casa y la busqué en las redes sociales, no encontré absolutamente nada. Allison era demasiado inteligente y tuvo el tiempo suficiente para desaparecer. Yo no sabía otro nombre más que el de ella, tampoco sabía para que hospital trabajaba su madre o en que colegio estudiaban sus hermanos, nunca me dí el tiempo para conocerla, solo me enfoqué en su cuerpo, pero nunca en su vida.

Mi única esperanza recaí sobre mi tío, el dueño del restaurante donde Allison era mesera. Esa misma tarde fui a verlo, pero tampoco tenía datos. Allison se había ido sin despedirse, ni siquiera lo hizo de sus compañeras.

Y ahí estaba yo, buscando a alguien que prácticamente era una desconocida para mí. Buscando a alguien que no quería volver a verme.

Fin.

Fin

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