Gineth
Día a día, me resultaba más difícil estar cerca de Lena y no tener algo más que una simple amistad porque a pesar de todo, ella seguían siendo mi imán y yo su metal. Por su parte, Juan Carlos se había puesto tan intenso conmigo que me vi en la necesidad de bloquearlo para no recibir ninguno de sus mensajes o llamadas y por fortuna el Plan DN-III-E* seguía activo, por lo cual, él permanecía más tiempo lejos que cerca, pero un día, volvió.
-Gineth- me abordó al salir de la farmacéutica- tenemos que hablar.
Ese día en particular, salí mas tarde que de costumbre y casi todo el personal administrativo ya se había retirado.
-No, no tenemos- intenté seguir mi camino.
-Por favor flaquita, escúchame- insistió y se colocó frente a mí para obstruirme el paso.
-Juan Carlos las cosas entre nosotros están resueltas.
-Aún no, tienes que escucharme.
-Y qué me vas a decir si volviste con tu amante y no intentes hacerme creer lo contrario porque Nancy te vio.
-Si, pero no pasó nada.
-Me mentiste para verla, eso pasó y estoy cansada porque siempre es lo mismo contigo- intenté seguir.
-Escúchame- me detuvo- Evelyn no significa nada para mí, ella solo es algo pasajero.
-¿Pasajero? Tenemos dos años discutiendo por ese tema y cada que prometes no volver a buscarla, lo haces y volvemos a empezar.
-Gineth, compréndeme. Vivo bajo mucho estrés. Tu y yo casi no nos vemos y los hombres tenemos otro tipo de necesidades.
Reí.
-Es la excusa más absurda que te has inventado.
-Es que es la verdad.
-Juan Carlos, lo nuestro terminó así como esta conversación. Sigue con tu vida y deja de meterte en la mía.
-¿Y tus padres ya saben que mataste a mi hijo?- intentó usar el único argumento que aún poseía.
-No y si quieres contárselo, hazlo porque no me volverás a manipular con eso, pero también procura decirles que ese fin de semana preferiste irte de vacaciones con tu amante antes de atender mis llamadas. Adiós Juan Carlos.
Por tercera ocasión intenté retirarme, pero él insistió con seguirme deteniendo y sujetando del brazo.
-Suéltame- forcejee- me estás lastimando.
-Gineth, ¿estás bien?
Un hombre llegó hasta nosotros y de inmediato lo reconocí; era el hermano de Lena.
-Si Matt, gracias.
-Y este tipo, ¿quién es?- Juan Carlos cuestionó.
-El que te va a romper la cara si no dejas de molestarla.
Juan Carlos se soltó a reír. Él poseía entrenamiento militar y sabía que era muy difícil que alguien lo venciera en una simple pelea callejera.
-¿Tu a mí?
-Sí, yo- Mateo avanzó un paso más para hacerle frente a la situación.
-Mejor no te metas porque puedo hacerte mucho daño.
-Matt, no caigas en sus provocaciones- lo sujeté del brazo para alejarlo- mejor acompáñame a la avenida, tomaré un taxi.
-De acuerdo. Vamos.
Él y yo intentamos caminar para alejarnos, pero Juan Carlos me sujetó del brazo.
-Tú de aquí no te vas- me jaló hacia él.
-Que dejes de molestarla- Mateo nuevamente lo enfrentó y Juan Carlos le golpeó el rostro.
-Te dije que no te metieras- le gritó.
-Juan Carlos, basta- intenté interceder. Estábamos afuera de las instalaciones de la farmacéutica y ni a Mateo, ni a mi nos convenía protagonizar un riña.
-Cállate- pero él no pensó lo mismo y me abofeteó.
Los minutos que continuaron fueron bastante confusos, el golpe de Juan Carlos me aturdió demasiado y por el miedo, mi cerebro intentó a toda costa bloquear mis sentidos. Solo recuerdo a ellos dos peleando y yo pidiendo o pensando en pedir ayuda. Para mi, esa situación fue un entrar y salir de la realidad. Algunos segundos después, observé a Mateo tirado en el suelo e inconsciente con el rostro lleno de sangre y a Juan Carlos huyendo en su auto. En otro rato de lucidez, ya había paramédicos y policías ayudándonos. Mateo y yo fuimos llevados a un hospital cercano y durante el trayecto, contacté a Lena para contarle lo sucedido. Ella no tardó mucho tiempo en llegar y venía acompañada de sus padres.
-Lenny- la recibí e intenté encontrar refugio entre sus brazos.
-No me toques Gineth- pero ella me rechazó- y te juro que si algo malo le pasa a mi hermano, tú y Juan Carlos me las pagarán.
-Lenny, perdón. No fue mi intención.
-Maldita sea la hora en la que te dejé entrar en mi vida y en mi familia.
-No me digas eso- empecé a llorar.
-¿Por qué todo lo que tocas lo quieres destruir?- reprochó.
-Por favor, déjame explicarte.
-No quiero volver a verte y si en algún momento te importé, espero que te alejes de mi- continuó su camino y llegó con su familia.
Lena una vez me contó que el odio no entraba entre su repertorio de sentimientos, pero ese día y a causa mía, ya pertenecía a su colección.
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*Plan DN-III-E, es un operativo militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México para que el Ejército y Fuerza Aérea Mexicana del país realicen actividades de auxilio a la sociedad afectada por cualquier tipo de desastre.
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Historias del Universo Lesbico
Short Story×HISTORIAS CORTAS× Diferentes parejas que viven diferentes situaciones. 🏳️🌈 Algunas con contenido y lenguaje +18