Historias del Universo Lesbico

Capítulo 3

Alejandra

Al día siguiente, Allison, sus cuatro hermanos menores y el insoportable de Dante llegaron a mi casa. Ella traía entre sus manos una linda orquídea, la cual le regaló a mi mamá y con eso se ganó su afecto. Y todo había sido verdad, Allison se veía más que preciosa en bikini. Ella era tan bonita que parecía un angelito caído del cielo y para ese día, decidió usar un traje de baño de dos piezas en color azul turquesa, que al unirse con su piel blanca se formaba una hermosa postal.

Dante, muy a su estilo posesivo, intentó estar todo el rato sobre Allison, pero ella siempre encontraba la manera de hacerlo a un lado para demostrar el gran amor y sentido de protección de sentía por sus hermanos. Así que en general pasamos un buen día y las seis de la tarde en punto, inició el desfile por el baño para cambiarse de ropa y poder marcharse.

-Tenemos otro baño adentro. ¿Quieres ir?- le pregunté al verla envuelta en su toalla y tiritando de frío.

-No, estoy empapada y no quiero mojar tu casa.

-Parece que tu novio no tiene planeado salir hoy.

Dante llevaba bastante tiempo encerrado en el baño del jardín.

-Así es él para arreglarse, se tarda más que yo.

-Entonces, vamos. Sígueme.

Entramos, cruzamos la sala y al llegar, le abrí la puerta.

-Pasa.

-¿Cuál es la llave para el agua caliente?

-Te muestro.

Ingenuamente entré para explicarle, pero ella fue más hábil y no me dejó salir. Me arrinconó contra la puerta, la misma por la que un segundo antes atravesamos. Ella estiró su brazo derecho para que su mano quedara a un lado de mi cara y con la otra colocó el seguro interno. Su toalla y sus cosas terminaron en el suelo.

-He visto como me miras- Allison comenzó a hablar- y lo nerviosa que te pones cuando estoy cerca.

-No sé de que estás hablando- giré mi rostro para no ver sus perfectos labios tan cerca de los míos.

-¿Estás enamorada de mí?- sentí su respiración sobre mi cuello.

-No Ally, nada de eso solo que tu presencia impone mucho respeto.

-¿Solo es eso?

-Si.

-Mírame.

Regresé mi vista a ella y observé como  se humectó los labios con su lengua.

-Quiero besarte ¿me dejas hacerlo?

-Tú eres la jefa, tú decide.

Pude ver como sus labios se separaron y al sentir su rostro tan cerca del mío, cerré los ojos y todo mi cuerpo reaccionó al entrar en contacto con el de ella.

-Relájate novata y abre más la boca- dijo casi de inmediato.

-Perdón, es que nunca había besado.

-Eso lo explica todo- le sorprendió mi respuesta- besar es algo muy sencillo, solo debes abrir la boca y sacar un poco tu lengua.

Todo en ella eran órdenes, órdenes que seguí sin demora.

-Y déjate de llevar.

-Okey- alcancé a responder.

Intento de besar número dos. Sus labios eran exquisitos, su lengua, su cuerpo, toda ella era irresistible y el segundo beso iba bastante bien, pero me vi en la necesidad de interrumpirlo.