Capítulo 3

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Ericka

Por mis entrenamientos, solo veía a Paulina por las mañanas y en las noches y por iniciativa de ella se quedó prácticamente a vivir conmigo.

-Chicas, ¿mañana podemos salir a cenar afuera?- Pau inició con la conversación mientras cenábamos las tres- esto de estar todo el día sola y encerrada comienza a fastidiarme.

-Porque quieres- Alex susurró pero la alcancé a escuchar.

-Sin problema- respondí para omitir su comentario.

-Ericka, mañana es jueves- Alex respondió tajantemente.

-Cierto, lo olvidé por completo.

-¿Qué hacen los jueves?- la chica quiso curiosear.

-Voy a cenar a casa de mi padre- contesté.

-Pídele que nos acompañe.

-Mi papá es un hombre muy cuadrado y apegado a sus rutinas y si los jueves me toca ir a su casa, no hay otra opción para él.

-¿Y puedo acompañarte?- se apuntó.

-¿Es en serio Paulina?- replicó Alexa.

-¿Disculpa?- se sorprendió.

-No eres dueña de Ericka- se le notaba molesta- fuera de ti, ella tiene vida propia. Además ni siquiera eres su novia.

-Alex, cálmate por favor- traté de intervenir.

Ella decidió levantarse de su lugar y tomó su plato.

-Cenaré en mi habitación. Buenas noches- se retiró.

-¿Por qué se molesta?- Paulina me cuestionó al momento de quedarnos a solas- ¿pregunté algo que no debía?

-Tuvo un mal día y quizá está estresada- la justifiqué.

-¿Puedo acompañarte a cenar con tu papá?

-Me encantaría pero no puedo llevarte. Él está muy enfermo y ya no le gusta recibir la visita de gente desconocida.

-¿Alexa irá?

-Si, nos conocemos desde adolescentes y nuestros padres se conocen. A veces ellos también le hacen compañía.

-Lo entiendo- respondió resignada- y lamento mucho lo de tu papá- continuamos cenando.

Había encontrado la molestia de Alex, desde siempre ella había sido la única que me acompañaba a cenar con mi papá y ahora le molestaba saber que Paulina pudiera ir conmigo.
Ese jueves en la noche y después de entrenar, llegamos a donde mi padre vivía.

-Papá, ¿sabías que Alex es mi novia?- no sé porque toqué ese tema durante la cena pero lo hice.

-No hija, no me lo habías platicado.

-Pasó recientemente, solo llevamos unos días- miré a una Alex sorprendida y le sonreí en complicidad.

-Alexa, no sabía que te gustaban las chicas- le preguntó.

Ella no sabía que responder.

-No le gustan papá- intervine- solo le gusto yo ¿verdad?- continúe con nuestro juego de sonrisas nerviosas.

-Alexa ¿y qué opinan tus padres al respecto?- mi papá insistió con las preguntas para ella.

-Ellos siempre han confiado y respetado mis decisiones- su voz denotaba incomodidad- y aún no he hablado de esto con ellos.

-Se ven muy bien juntas- él opinó- sean muy felices.

Mi padre a pesar de haber sido un hombre muy correcto y haber sido educado de una manera muy estricta por mi abuelo, nunca tuvo problemas con mis preferencias sexuales. Nunca estuve sentada en la sala contándoles que me sentía atraída por las mujeres, ni tampoco me hicieron drama al ver que las visitas de las chicas aumentaban mientras que las de los hombres escaseaban. Simplemente mis papás se dieron cuenta y lo aceptaron.

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora