Capítulo 3

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Leire

Esa mañana le pedí a Pablo, mi novio, que entretuviera con cualquier pretexto a mi hermana antes de que iniciara el programa de televisión porque yo necesitaba arreglar un asunto. Llegué al camerino y me senté a esperar a Larissa. No tardó mucho en aparecer y su sonrisa se desdibujó cuando notó solo mi presencia.

-Buenos días- saludó sin ánimo y por compromiso.

Sin responderle, me levanté del sillón y caminé hacia ella.

-No sé qué clase de relación tienes con mi hermana, pero te pido, mejor dicho- me corregí- te exijo que te alejes de ella ¿entendiste?

-¿Disculpa?

-A kilómetros se nota la clase de persona que eres- la escaneé de arriba abajo.

-Me alejaré de Dany cuando ella lo pida.

-¿Acaso no escuchas bien? No fue una opción, es una orden. Mi hermana es demasiado ingenua para darse cuenta que solo la quieres utilizar para tu propio beneficio.

-La que tiene problemas auditivos eres tú y mejor me iré. Pediré que alguien más venga a maquillarte.

Ella intentó salir, pero la sujeté del brazo para impedírselo.

-Suéltame- se liberó.

-A mi hermana no le gustan las mujeres, lo sé porque la conozco desde que nació y siempre me cuenta lo bien que se la pasa con los hombres, así que ya puedes bajarte de la nubecita en la que andas.

-Creo que todavía no te cuenta lo bien que se la pasó ayer conmigo.

-No tienes idea de quién soy yo ¿verdad? no tienes idea la cantidad de contactos que tengo y si yo quiero, puedo dar infinidad de referencias negativas sobre ti y tu, no volverás a maquillar para nadie en televisión.

Larissa se quedó callada y quizá en su interior dimensionó lo desastroso que sería eso en su vida.

-Pero tu decides- continué- o te alejas de mi hermana o te alejas de mi hermana.

Daniela entró de súbito al camerino.

-Hola Larissa- saludó con mucha emoción y una enorme sonrisa.

-Me tengo que ir- dijo la chica- con permiso.

-Espera ¿a dónde?- Dany intentó impedir que se fuera, pero no dio resultado.

Larissa se retiró sin dar explicaciones.

-¿Pasó algo?- me preguntó cuando quedamos a solas.

-¿De qué?- fingí sorpresa.

-Es que se veía como preocupada y salió muy de prisa.

-Ahora vuelve, relájate- cogí el móvil de mi bolsa para entretenerme y que mi hermana no siguiera con preguntas.

La chica no regresó. Ese día otra persona nos tuvo que maquillar mientras que Dany no dejaba de revisar su celular. Era la primera vez que ella y yo estábamos tan cerca y a la vez tan lejos.

Daniela

Estaba por anochecer cuando fui hasta el departamento de Larissa y siempre me caractericé por tener buena memoria así que no me sorprendió lo bien que me aprendí las calles y durante todo el trayecto me sentí agobiada porque todo el día se la pasó rechazando mis llamadas y en los mensajes solo me clavaba el visto.

La puerta se abrió y ella apareció por detrás.

-Hola- saludé.

-Dany, ¿qué haces aquí?- su rostro se llenó de sorpresa.

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora