Alejandra
Crecí en una familia donde día a día se me inculcaba a ser independiente. Crecí sabiendo que yo podía ser lo quisiera ser y siempre contaría con el apoyo de mis padres y poco antes de cumplir dieciséis años, ellos me hicieron tomar un curso para aprender a conducir. Mi madre siempre fue de la idea, que mi vida jamás tenía que depender de un hombre, pero olvidó una pequeña lección; ella nunca mencionó la posibilidad de experimentar sentimientos hacía una mujer, tal como ahora Allison me los hacía sentir.
Y al cumplir dieciséis, me obsequiaron un auto porque ese año entraría a la preparatoria y no se trataba de un coche de lujo, mucho menos uno nuevo, pero amaba mi beatle color verde limón modelo 2004. Mis padres se tomaron la molestia de comprarlo con bastante tiempo de anticipación y por varios meses pasó de taller en taller para que se le arreglara hasta el más mínimo detalle.
El viernes y después de las pruebas de selección, regresé a mi casa feliz porque había sido admitida en el equipo de Allison y la posición que desempeñaría sería la de líbero*. Me llevé una tremenda desilusión al darme cuenta que las integrantes de esta posición entrenaban muy aparte del resto de las chicas y solo nos juntábamos cuando se armaban duelos, al menos estaría junto a mi amiga Esther y había otras tres chicas más. Me conformé con observar a Allison de lejos. Las semanas pasaban y por invitación del equipo de taekwondo, también me integré a los entrenamientos de ese deporte. Lunes, miércoles y viernes los disponía para el voleibol, martes y jueves para el tae.
Y un viernes cualquiera, un compañero de clases cumplió años, los demás compañeros le organizaron una pequeña fiesta y yo propuse mi casa como lugar de eventos.
-Allison, mi amiga quiere invitarte a una fiesta- Esther le comentó al terminar el entrenamiento.
-¿Una fiesta? ¿En dónde?
-En su casa. ¿Aceptas?
-¿Y por qué no me invita ella?
-Porque te tiene miedo.
-¿Miedo?
-Dice que eres muy intimidante.
-¿Y tú quién eres? ¿Su representante? ¿Su vocera? ¿Su novia? Deja que ella hable.
-Me encantaría ser su novia, pero no, a mi amiga le gustan un poco más...- pensó- más autoritarias- enfatizó.
-¡Ruíz, cállate! Habla Alejandra.
-Unos compañeros organizaron una fiesta en mi casa. ¿Te gustaría ir?
-No, no me gusta convivir con nerds. De seguro solo hablan de libros y tareas. ¡Qué aburridas deben ser sus patéticas vidas!- terminó de empacar sus cosas y se alejó.
-Nunca te darás cuenta ¿verdad?- volvía a tomar la palabra mi amiga Esther.
-Ter, cállate por favor- le pedí. Ella sabía lo que yo sentía.
Pero dio resultado ya que Allison detuvo su andar y volvió con nosotras.
-¿Darme cuenta de qué?
-Mi amiga es alta y eso la hace torpe siendo líbero. Ella tiene que estar bloqueando o rematando, no levantando balones.
-Ruíz, te dije que te callaras y las posiciones del juego las pongo yo. ¿Les quedó claro?
-Si Allison- respondí.
-¿En dónde vives?- me preguntó.
-En la zona residencial Villas del Sur.
-Iré a tu fiesta.
Me emocionó su respuesta.
-Pero llevaré a Dante. Anota mi número de celular y enviame un mensaje con la ubicación de tu casa. Llegaremos un poco más tarde.
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Historias del Universo Lesbico
Conto×HISTORIAS CORTAS× Diferentes parejas que viven diferentes situaciones. 🏳️🌈 Algunas con contenido y lenguaje +18