Capítulo 1

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Jimena

Habían pasado dos años desde que Nerim y yo llegamos a España. A pesar del enorme cambio de vida que tuvimos logramos tener un buen inicio. Yo estaba por concluir mi maestría y la misma universidad me ayudó con los trámites para que se me permitiera trabajar como docente ahí mismo.

Nerim por su parte tardó un poco más con el papeleo pero justo al año empezó a trabajar en una agencia de publicidad de renombre por toda Europa y recientemente había obtenido la jefatura de la oficina en Londres, Inglaterra. Ella hablaba a la perfección el idioma ingles así que ese era su trabajo ideal. De principio le propusieron cambiar de residencia pero ella no aceptó porque de antemano sabía que yo no podía acompañarla, así que cada dos semanas acumulaba millas de viajero frecuente para volver a mí.

El primer año quizá, fue el más difícil para nosotras pero el mejor para la relación. Sobrevivíamos con lo que nos apoyaban mis padres junto con mi sueldo como profesora. Vivíamos muy limitadas pero aun así cada fin de semana nos dábamos la oportunidad de salir a visitar alguna ciudad cercana y logramos conseguir un pequeño departamento céntrico, en el mero corazón de Madrid. La universidad estaba a escasas cuadras y yo amaba salir a caminar y recorrer las calles de esa ciudad europea.

Cierta mañana de cierto viernes y cuando me dirigía a la universidad, por evitar a un chico que salió muy rápido de un restaurante y que cargaba en su mano derecha una charola de cartón con cuatro vasos de café, golpeé a una chica que estaba de pie sobre la acera y provoqué que ella dejara caer su móvil al suelo.

-Perdón, ¿estás bien?- le pregunté apenada.

-Si- respondió. Se agachó y levantó su celular.

-Discúlpame por favor- insistí.

-No te preocupes- me sonrió- fue un accidente.

-No eres de aquí, ¿verdad?

-¿Se me nota?

-Un poco, tu acento es diferente.

-Tú no te escuchas muy española.

-Es porque tampoco lo soy. Llegué hace dos años a estas tierras madridistas.

La chica desbloqueó su celular y me di cuenta que en la pantalla tenía abierta la aplicación de maps.

-¿Buscas una dirección?- mi ser curioso apareció.

-Si, voy para Barcelona pero no encuentro la estación de tren.

-Está como a un kilómetro más adelante. Yo voy en esa dirección y si no te incomoda, puedo acompañarte.

-Te lo agradecería.

-Soy Jimena- me presenté para entrar en confianza.

-Ericka.

-Un gusto.

Empezamos a caminar. Siempre me caractericé por ser una persona muy sociable. Mi madre decía que yo podría hacer hablar a las piedras si me lo propusiera. En este caso en particular, se trataba de una chica extranjera y al parecer estaba un poco perdida.

-¿Estás de vacaciones o de trabajo?- inicié con la conversación.

-Un poco de ambos ¿y tú?

-Estudios. Obtuve una beca.

-¿Ya conoces todo Madrid?

-Madrid y sus alrededores- le respondí orgullosa- ¿cuánto tiempo planeas quedarte? Si quieres y para enmendar el golpe que te dí, puedo darte un tour por la ciudad.

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora