Capítulo 3

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Gineth

Un viernes, descubrí que Lena había faltado al trabajo y cada que eso pasaba, me generaba cierta angustia porque temía que ella se fuera de la ciudad y me abandonara para siempre. Así que ese viernes, terminé todos mis pendientes, pedí permiso para retirarme temprano y fui a buscarla. La puerta de su departamento se abrió y Lena apareció con un bebé durmiendo entre sus brazos.

-Hola Ginny- su enorme sonrisa alivió mi agobiante ansiedad.

-Hola.

-¿Cómo estás? ¿Quieres entrar?- me invitó.

Escuché voces en el interior de su departamento e intuí que los padres del pequeño estaban presentes.

-No, pero regreso más tarde.

-Quédate, por favor- aunque ella juraba que había cerrado nuestro ciclo, sus ojos, su mirada no mentían. Transmitían demasiado amor cada que me tenían enfrente.

-Quisiera, pero vengo de la calle y hay un bebé aquí. No será muy idónea mi presencia.

-Pasa a la habitación y si quieres toma una ducha o solo cámbiate de ropa. Quizá algo de mi closet te agrade.

-De acuerdo.

Entré y saludé a los presentes sin prestarles atención. Ellos estaban sentados sobre el sofá y me dirigí a la habitación de Lena.

-En un momento viene- ella comentó y explicó mi repentina llegada.

Quince minutos después volví a la sala y solo para reconocer un rostro ya conocido.

-¡Qué hermoso color de aura tienes!- la chica expresó al verme. Ella vestía con atuendo y accesorios hippies.

-No sé qué sea eso, pero gracias.

-Es un halo de luz de colores que fluye del cuerpo y es afectada por el estado físico, mental y emocional de cada individuo.

-Te agradezco la explicación.

-La tuya, por ejemplo, cambia de tono cuando estás cerca de Lena- puso cara de ternura.

-¿Y eso que significa?- me intrigó.

-Que hay amor entre ustedes porque la de Len también es diferente ahora que estás aquí.

-Hanna, basta- Lena le pidió.

-Y después de tantos años, continúas con la negación de cosas evidentes.

-Mejor los presento, ¿te parece?

-Como gustes.

-Ginny- me miró- te presentó a Hanna. Es una amiga de hace muchos años y él es Austin, su esposo- ahora los observó a ellos- ella es Gineth Palacios y es una compañera de trabajo.

Saludé a ambos.

-Y este príncipe- sus ojos se posaron sobre el pequeño cuerpo del bebé que continuaba entre sus brazos- es Iktan.

-¡Qué lindo nombre!- le acaricié por encima de su ropa.

-Es de origen maya y significa ingenioso- agregó la orgullosa mamá.

-¿Quieres cargarlo?

Y sin esperar mi respuesta, Lena puso al príncipe maya en mis brazos.

-Es precioso, ¿verdad?- inició su cuestionario.

-Hermoso.

-¿Tienes hambre?

-Un poco.

-¿Tienes planes para esta tarde?

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora